Educación Familiar

La educación de los niños es una labor trascendental en nuestras vidas, tenemos que tener muy en claro que la formación de las nuevas generaciones no se limita al simple hecho de asistir a un instituto de aprendizaje; la educación se mama en casa y como consiguiente podemos argumentar que los hijos son el reflejo de los padres. Los niños poseen una conducta, cualquiera sea ésta, la cual se adquiere en el lecho familiar. El niño no se educa únicamente cuando se habla con él, se le reprende o se le manda, todo lo contrario, ellos se forman de acuerdo al ritmo de vida que posea la familia. Los hijos tienen la mente en blanco, la cual está dispuesta a adquirir todo cuanto sea posible del contexto en el cual se desempeñe día a día, ellos no distinguen lo bueno/malo, simplemente absorben la información del medio.

He aquí la gran responsabilidad que posee el padre de familia, porque si bien, el será quien guíe de la mejor manera a sus hijos, inculcándoles valores, hábitos, disciplina y una consciencia en sus vidas. Con fines benéficos para la sociedad en general. Los adultos, contando con una mayor experiencia, adecuaran la educación de sus hijos con fines predeterminados, mediante una planeación ya ideada a manera de generarles una vida más digna acompañada de comodidades y una estabilización económica.

Se educa a los infantes para introducirlos en su momento al sector laboral, siendo una responsabilidad particular la planeación de vida de cada uno, las escuelas e institutos educativos son simples complementos en la formación de los niños, porque el hecho de estudiar en un instituto educativo no garantiza nada, únicamente es una herramienta que nos sirve para introducir a los pequeños al mundo del conocimiento y de las ideas. El éxito personal siempre será denominado como trabajo en equipo, somos lo que nuestros padres crearon.

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