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El Cuerpo Y La Salud


Enviado por   •  10 de Junio de 2014  •  12.210 Palabras (49 Páginas)  •  273 Visitas

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El cuerpo: alimentación, enfermedad y envejecimiento

Por: Anthony Giddens

Extraído del texto Sociología. Alianza Editorial Tercera edición

Conceptos básicos

- Sociología del cuerpo

- Naturaleza

Mire las dos fotografías de la página 162. Las imágenes de estos rostros hundidos y cuerpos consumidos son casi idénticas. La joven de la izquierda es una somalí que está muriéndose por falta de alimentos, mientras que la de la derecha es una adolescente estadounidense que se muere porque, en una sociedad en la que hay un exceso de comida, ella eligió no comer o comer tan poco como para poner en peligro su vida.

La dinámica social que conlleva cada caso es completamente diferente. La muerte por inanición está producida por factores ajenos al control de las personas y sólo afecta a los muy pobres. La adolescente estadounidense sufre de anorexia, una enfermedad sin origen físico conocido; obsesionada con la idea de estar delgada, ha terminado por dejar de comer casi por completo. La anorexia y otros trastornos de la alimentación son enfermedades de la opulencia, no de aquellos que tienen poco o ningún alimento, y son completamente desconocidos en países como Somalia donde la comida escasea.

Durante gran parte de la historia, ha habido algunas personas, santos o místicos, que han decidido dejarse morir de hambre por motivos religiosos. Casi siempre eran hombres. Hoy en día, la anorexia afecta principalmente a las mujeres y no tiene una relación directa con las creencias religiosas. Es una enfermedad del cuerpo y, por lo tanto, cabría suponer que hay que explicarla en función de factores biológicos o físicos. Sin embargo, la salud y la enfermedad, al igual que otros temas que hemos abordado, se ven afectados por influencias sociales y culturales.

Aunque sea una enfermedad, la anorexia está directamente relacionada con la idea de someterse a un régimen, lo cual, a su vez, tiene que ver con el cambio del canon de belleza -especialmente el femenino que se ha producido en la sociedad contemporánea. En la mayoría de las sociedades premodernas, como las descritas en el Capítulo 3, el tipo ideal de mujer era entrado en carnes. La delgadez no se consideraba en absoluto deseable, en parte porque se relacionaba con la falta de alimento y, por tanto, con la pobreza. Incluso en la Europa de los siglos XVII y XVIII la figura femenina ideal era redondeada. Cualquiera que haya visto cuadros de la época, como los de Rubens, se habrá dado cuenta de lo curvilíneas que son las mujeres que retrata. La idea de que lo deseable para la figura femenina es la delgadez apareció en algunos grupos de clase media a finales del siglo XIX, pero este ideal sólo se ha generalizado recientemente entre las mujeres.

Por tanto, la anorexia proviene del cambio en la imagen de la mujer que se ha producido en la historia reciente de las sociedades modernas. La primera vez que se consideró como una dolencia fue en la Francia de 1874, pero hasta hace unos treinta o cuarenta años no surgió de nuevo (Brown y Jasper, 1993). Desde entonces, cada vez es más frecuente entre las mujeres jóvenes. Lo mismo ha ocurrido con la bulimia: atiborrarse de comida para después vomitar a propósito. La anorexia y la bulimia se dan con frecuencia en la misma persona. Se puede dar el caso de alguien que adelgace en extremo, después entre en un período en el que ingiera enormes cantidades de comida y se ponga extremadamente gordo para volver a una fase en la que de nuevo adelgace mucho.

La anorexia y otros trastornos de la alimentación ya no son enfermedades extrañas para las sociedades contemporáneas. Alrededor de un 20% de las mujeres británicas sufren en algún momento de su vida graves problemas a causa de trastornos de la alimentación. En un porcentaje aún mayor se dan episodios de bulimia. El 60% de las niñas de trece años han comenzado algún régimen; esta proporción llega hasta el 80% en las mujeres de dieciocho años.

Los trastornos de la alimentación se han hecho habituales entre mujeres ricas y famosas. En 1995, en una entrevista televisada la princesa Diana de Gales admitió públicamente que había pasado por graves episodios de anorexia y bulimia. De nuevo, algo que puede parecer una cuestión completamente personal -los problemas con la alimentación y la desesperación respecto al propio aspecto- se convierte en objeto de atención para la sociología. Si incluimos entre los trastornos de la alimentación no sólo aquellos que ponen la vida en peligro sino toda preocupación obsesiva por seguir un régimen y por la apariencia física, es preciso señalar que este problema forma parte de la vida de millones de personas en todos los países industrializados.

El cuerpo y la sociedad

El aumento de los trastornos de la alimentación es sorprendente y pone claramente de manifiesto la influencia de los factores sociales sobre nuestra vida. Lo que se conoce como sociología del cuerpo investiga de qué manera nuestro físico se ve afectado por tales influencias. Como seres humanos, todos somos materiales, todos tenemos un cuerpo, pero este no es sólo algo que tengamos ni tampoco algo físico que existe al margen de la sociedad. El cuerpo está muy influido por nuestras experiencias sociales y por las normas y valores de los grupos a los que pertenecemos.

Hasta hace poco tiempo los sociólogos no habían comenzado a reconocer el carácter profundo de las interconexiones que existen entre la vida social y el cuerpo. Por lo tanto, esta área es bastante nueva y también una de las más apasionantes.

La sociología del cuerpo combina ciertos temas fundamentales que utilizaremos a lo largo del capítulo. Uno de los principales se refiere a las consecuencias del cambio social sobre el cuerpo (en el sentido en que ese cambio social se subraya en todo este libro). El segundo tema es la creciente separación del cuerpo respecto a la "naturaleza", es decir, de lo que se da por hecho en nuestras vidas. Nuestro cuerpo se ve invadido por la influencia de la ciencia y la tecnología, creándose así nuevos dilemas. La invención de nuevas técnicas de reproducción, por ejemplo, proporciona nuevas posibilidades pero también ha generado una intensa controversia social. En este capítulo nos ocuparemos de dos polémicas relacionadas con este asunto: la ingeniería genética y el aborto.

El término "tecnología" no debería interpretarse aquí de una forma demasiado estricta. En su sentido más fundamental se refiere a medios materiales como los que utiliza la medicina moderna; por ejemplo, el escáner que permite al doctor seguir atentamente el desarrollo de un bebé antes de su nacimiento. Sin embargo, también debemos tener en cuenta lo que Michel Foucault (1988) ha denominado las tecnologías sociales que afectan al cuerpo. Con

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