El Desempleo

El desempleo

Cuando hace casi seis años escribí el artículo titulado: “Villepin acierta con su ley para jóvenes“, se veía que me preocupaba la situación de los más jóvenes, su falta de completar los estudios y sus limitadas alternativas para entrar en el mercado de trabajo. Me parecía importante la necesidad de que se tenía que encontrar soluciones creativas para abrir la puerta al mercado de trabajo para los más jóvenes y, muy especialmente, para los menos preparados, y eso que en esa época todavía estábamos en épocas buenas.

Como el mundo estaba en boom económico, aunque no en una senda sostenible, todo parecía que iba bien y casi nadie se preocupaba del alto abandono escolar y del peso sobre la economía de algunos sectores, que con el estallido de la crisis resultaron ser insostenibles, aunque que en estas páginas advertimos muchas veces. Me hizo pensar en estas cosas el artículo de ayer de Fran, titulado ¿El SMI es mucho dinero para los jóvenes?.

Con su liderazgo en el abandono escolar, es normal ver a España con la medalla de oro en desempleo juvenil y no es por falta de ideas o de medidas, por lo menos ideas y medidas no faltaban en estas páginas, aunque siguen faltando en los ministerios y tampoco se ha oído mucho sobre este tema en la campaña electoral.

Que más educación mejora el sueldo y las posibilidades de trabajo no debe sorprender y estar desempleado no es precisamente la mejor forma de conseguir trabajo, ni para los jóvenes ni para los que tienen más experiencia. Por eso es tan importante ser creativos con medidas que ayuden a la situación de los más jóvenes, con menos educación, con menos formación y con cero experiencia.

Es normal ver las reacciones negativas cuando se lanzan nuevas medidas y es muy entendible que se cuestionen las medidas que salgan de la patronal, que no se ha lucido por su flexibilidad y creatividad en términos de su tratamiento a sus trabajadores, como he criticado muchas veces en estas páginas. No obstante, un contrato especial para los más jóvenes y menos preparados es un camino que se debe considerar para ayudarles a entrar al mercado de trabajo. Esto no es ni nuevo ni exclusivo y las críticas tampoco son nuevas.

Cuando el anterior primer ministro francés propuso un contrato especial para los más jóvenes también fue muy criticado y, al final, sus propuestas fueron retiradas. No obstante, cuando salieron esas medidas las comenté y mis comentarios sigen válidos. Un contrato juvenil tiene ventajas, no sólo las desventajas mencionadas y muy votadas en el artículo de Fran, incluyendo las siguientes:

Primero, conseguirá que estos jóvenes adquieran experiencias de trabajos, de sectores y de empresas, donde antes no tenían nada y, en esos momentos de sus carreras, cualquier experiencia es buena. Segundo, conseguirá que los jóvenes entren en el mercado de trabajo y aprendan sus disciplinas, sus normas, sus formas de actuar con otros trabajadores, sus formas de colaborar. Disciplinas que les vendrán bien para su futuro laboral. Tercero, les dará la confianza de que pueden hacerlo y que tienen hueco en el mercado de trabajo, comparado con ahora que, como no han entrado en este mercado, logicamente sufren muchas dudas.

A ver qué pasa a partir de este fin de semana pero dejar tirados a su suerte a los jóvenes sin estudios, sin formación y sin experiencia, y son muchos, es abandonar una generación que costará caro en el futuro a la economía y a la sociedad.

En El Blog Salmón | ¿El SMI es mucho dinero para los jóvenes?, España, medalla de oro en desempleo juvenil, suma y sigue, España entre los líderes en jóvenes inactivos

Es lo mismo que el contrato "temporal", que se crea para acometer las puntas de producción, pero al final, se utiliza para encadenar contratos "temporales", más baratos y más fáciles de eliminar, en lugar de realizar una contratación "indefinida" para un trabajo que necesita continuidad en un largo plazo.

Como siempre, si no se comprueba como se utilizan esos contratos, los "empresaurios españoles" siempre lo utilizarán en su beneficio, en lugar de beneficiar a los jóvenes para los que se ha creado

Pues yo soy ingeniero y termine la carrera hace algo mas de un año. Aun no me han cogido ni para una entrevista de trabajo, ni siquiera de practicas. Al empresario me temo que le da igual todo eso de los contratos juveniles. Siempre lo que piden es una persona capaz de hacer ese trabajo, lo demás no les interesa lo mas mínimo. Por tanto, todas las ofertas de trabajo en ingenieria suelen ser: "se necesita ingeniero con experiencia en el programa informatico Catia V5" o "se necesita ingeniero con conocimientos de hidrometalurgia". Obviamente es imposible saber de todo, y tener la extraordinaria suerte de que pidar exactamente el programa que llevan un año y medio estudiando es casi imposible. Una cosa esta clara, estoy ya mas que cansado de aprender con tanto esfuerzo cosas que nunca utilizaré. Asi que ahora dedico todo mi tiempo a aprender algo que siempre siempre piden, el ingles. Aunque siendo sincero, la única esperanza que tengo en conseguir un puesto de trabajo es por enchufe de cualquier tipo.

La CEOE hace un propuesta similar y no creo que sean estas tus intenciones -Onésimo- pero creo que estas sugerencias puede llevar a situaciones preocupantes. Formarse y trabajar al mismo tiempo es complicado, si existen intereses contrapuestos. La formación es el primer servicio social que recorta el empresario en época de crisis . Es que el empresario lo ve normalmente como un coste y así lo contemplan sus cuentas, no como una inversión y es pues difícil conjugar los objetivos finales de formar al trabajador y obtener beneficios.

Cómo dice Toxo "Algunos están esperando que el moribundo muera definitivamente para aprovecharse de la carroña", ha señalado Toxo, quien ha criticado a Ferrer por situar el contrato de APRENDIZAJE "más allá del CONTRATO BASURA", porque, a su juicio, el vicepresidente de la CEOE "no hablaba del modelo dual de formación y empleo" alemán.

Si el medio se utiliza para el fin de obtener el máximo beneficio, es clara la contradicción y pedirle a un empresario que vaya de paciente y que confíe en que -la formación de hoy es

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