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El Sida


Enviado por   •  9 de Abril de 2015  •  Tesis  •  2.097 Palabras (9 Páginas)  •  174 Visitas

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Resumen

Desde que se detectó, la epidemia de SIDA ha influido de manera muy importante en la organización de los servicios de salud en Estados Unidos. En este ensayo se analizan algunos de los aspectos más relevantes de dicho proceso y se plantean los problemas prioritarios que debe encarar el sistema de atención a la salud para poder enfrentar con efectividad este grave padecimiento.

Palabras clave: SIDA. sistemas de atención a la salud, salud públíca

Abstract

Since the AIDS epidemic was first detected, it has had a profound influence on the organization of health services in the United States. In this essay, some of the more relevant aspects of this process are analyzed, and the main problems that need to be confronted in order to fight successfully against this serious disease are briefly stated.

Key words: AIDS, health care systems. public health

Solicitud de sobretiros: M.C. Ph. D. Harvey V. Fineberg. Francisco de P. Miranda 177 3er piso. Unidad Plateros. Col. Merced Gómez C.P. 01480, México, D.F.

Introducción

NO HAY ENFERMEDAD hoy en día que simbolice tan aptamente la transición en los servicios de salud, como el SIDA. La epidemia de SIDA expone las vulnerabilidades ocultas de la condición humana, que son tanto biológicas como sociales. El SIDA impulsa a la gente a actuar de una manera valiente y generosa, y también provoca respuestas crueles e irracionales. El SIDA nos muestra una nueva perspectiva sobre cuestiones tradicionales de valores y nos obliga a revalorar el funcionamiento de las instituciones de servicios de salud de las cuales dependemos.

En los siete años que han transcurrido desde que se reconoció la existencia de la epidemia, el SIDA ha tocado casi todos los aspectos de nuestra sociedad y alcanzado a casi todas las instituciones sociales: las familias, las escuelas y las comunidades, los negocios, las cortes, el ejército y todos los niveles de gobierno. El SIDA ha tenido ya un profundo impacto sobre la forma en que se practican la medicina y la salud pública en el mundo.

El SIDA es, en gran parte, una enfermedad moderna. La epidemia fue fomentada por cambios en las costumbres y el estilo de vida típico de finales del siglo xx: la urbanización en Africa, la nueva conciencia y liberación de los homosexuales en Estados Unidos, el desarrollo de tecnologías para conservar los agentes coagulantes de la sangre para la hemofilia, y la transportación aérea, son algunos ejemplos. A diferencia de otras enfermedades infecciosas, el virus del SIDA es portado y transmitido por el humano. No se ha encontrado un insecto u otro animal portador, y el virus no tiene requerimientos climatológicos. Como el SIDA se contagia directamente de una persona a otra, la enfermedad es, por lo menos potencialmente, un problema universal. Es también la única enfermedad contemporánea que se considera un problema urgente tanto en países industrializados como en los menos desarrollados.

El virus HIV, causante del SIDA, es insidioso. Corrompe los líquidos vitales, transformando en instrumentos de muerte a estos, que antes fueron fuentes de vida. El virus se infiltra al material genético de las células seleccionadas, donde puede permanecer en estado de reposo por tiempos prolongados. Cuando está activo, el virus debilita paulatinamente al sistema inmune, dejándolo vulnerable a la infección. Durante el periodo de latencia, que puede durar un promedio de ocho años o más, un paciente se puede sentir perfectamente bien y sin embargo ser capaz de transmitir el virus a otros. La infección por HIV sigue siendo en este momento incurable, lo cual recuerda de manera acentuada, la esclavitud de la humanidad ante la tiranía de la naturaleza.

La epidemia de SIDA presenta una marcada variación geográfica, racial y de composición genérica. Globalmente, se han discernido varios patrones distintos de distribución del SIDA. En los países industrializados con gran número de casos, la forma de contagio predominante ha sido a través de la actividad homosexual y la aplicación intravenosa de drogas; la proporción de hombres a mujeres es de aproximadamente 10:1. En algunas partes de Africa predomina el contagio heterosexual y la proporción de hombres a mujeres es de aproximadamente 1:1. En ciertas áreas de Latinoamérica y el Caribe, el patrón de diseminación se asemeja al de Estados Unidos yen otras partes del Caribe y América Latina, el patrón es similar al de Africa. Dentro de Estados Unidos la distribución geográfica del SIDA es muy irregular, presentándose principalmente en los grupos minoritarios, y el uso de drogas intravenosas como vehículo de la transmisión es un problema cada vez mayor. Existen en la actualidad más de 70 mil casos en ese país.

En 1987, el 25 por ciento de los casos se concentró en las ciudades de Nueva York y San Francisco. Las minorías, principalmente los negros y los hispanos, constituyen únicamente un 20 por ciento de la población de los Estados Unidos; sin embargo, de estos grupos proviene el 40 por ciento de los casos de SIDA.

La llegada de la epidemia de SIDA ha marcado indeleblemente la práctica de la medicina en los Estados Unidos. La adopción de precauciones universales en muchos hospitales implica que la sangre y el semen de todos los pacientes han de ser considerados como potencialmente infecciosos para el personal médico. Algunos hospitales en ciudades con un gran número de casos, han establecido unidades clínicas para pacientes con SIDA. En el otro extremo se encuentra un hospital pediátrico que anunció que no iba a admitir a niños infectados con el virus mv. Existen muchos hospitales que quieren evitar que el SIDA ahuyente a sus pacientes reales, o sea, a los que pueden fácilmente pagar su tratamiento.

El SIDA puede ejercer una presión muy grande sobre el personal de salud. Los doctores y las enfermeras se enfrentan a pacientes jóvenes y desesperados que tienen una enfermedad para la cual no hay remedio en el presente. El sistema médico y las compañías de seguros se resisten a proveer los servicios de apoyo psicológico, tratamiento en el hogar y hospicios que más pueden necesitar los pacientes. El doctor se puede encontrar atrapado en un conflicto entre el paciente, su amante, su familia y amigos, mientras que otros pacientes con SIDA no cuentan con ningún apoyo social evidente. El personal de salud tiene preocupaciones legítimas

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