El caso de las rondas campesinas en el norte del Perú

El caso de las rondas campesinas en el norte del Perú

Resumen

En medio de una crisis económica, el auge delictivo y la soberanía de la desconfianza, surgieron las rondas campesinas. Tuvieron su origen en Chota, al mando de un grupo militante de Patria Roja encabezado por un joven universitario. Así, las rondas fueron adquiriendo mayor popularidad debido a su efectividad como sistema, ausencia de burocracia y posición como verdadero órgano democrático; esto significó su expansión a más zonas de la sierra costera y la diversificación de sus funciones. Ya no solo se limitaban a castigar a ladrones, ahora también se encargaban de la resolución de conflictos. Como ya se dijo, las rondas surgen con el impuso de un movimiento político y durante un tiempo estuvieron asociados a estos; por ejemplo, durante el primer gobierno de Alan García, las rondas “pacificas” (apristas) se vieron tremendamente favorecidas y tuvieron mayores partidarios; sin embargo, se promulgó una ley que legalizaba todas las rondas por igual. Lejos de institucionalizar a las rondas, esta ley permitió su fortalecimiento, pues los cumplimientos de las leyes de la constitución no significaban ningún tipo de adhesión política.

No obstante, uno de los problemas presentes en las rondas, es el sexismo enraizado y aceptado por hombres y mujeres. Los espacios que una mujer puede ocupar dentro de las rondas, son siempre de rangos inferiores y se subyugadas por el poder de un “jefe”; otro problema es el uso de violencia como castigo o método, mas es cierto que las fuerzas oficiales usan incluso castigos peores con la única diferencia de gozar de virtual impunidad.

Apreciación crítica

Las rondas campesinas surgen frente a la desidia del gobierno, y poco a poco van logrando una preponderancia para nada prevista, y es que el poblador cansado y sobre todo desesperado por una situación delincuencial que los afectaba directamente, decide tomar las riendas y hacer su propia justicia. En este aspecto, es resaltable la capacidad de organización con la que supieron desenvolverse desde los años 70 en que surgieron como un movimiento independiente. Con la llegada de los españoles comenzó un espíritu de segregación que hasta el día de hoy prevalece, muchos peruanos ven en sus compatriotas serranos a gente de segunda clase incapaces de liderar y que solo pueden desempeñarse en trabajos menores, cuando la realidad es que, estos campesinos no pueden crecer más justamente porque las posibilidades se les son negadas. Frente a ello, el campesino se rebela y hace valer sus derechos e incluso va más allá al ejercer un poder democrático, del pueblo para el pueblo, en una relación horizontal que no implica trámites engorrosos. Pero el nuevo poder obtenido, a veces se les hace cometer excesos y atribuirse funciones que no les corresponden.

Los métodos que usan para castigar a sus juzgados pueden resultar demasiado

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