Estimación De La Demanda De Gasolina: El Caso De La Frontera Norte De México
Enviado por ggbarret • 20 de Enero de 2013 • 3.049 Palabras (13 Páginas) • 1.238 Visitas
Estimación de la demanda de gasolina: el caso de la frontera norte de México
Introducción
El propósito de este artículo es mostrar un ejercicio de estimación de demanda para un bien, utilizando la teoría económica. El bien en cuestión es la gasolina para el mercado de la frontera norte del país. El estudio se realiza para este caso en particular, debido a que los precios de la gasolina experimentaron cambios significativos como parte de una política económica del gobierno federal. Esta política consistió en homologar los precios de la gasolina en la frontera norte con los precios de Estados Unidos y posteriormente, con los precios en el resto de la República Mexicana. Este análisis se realiza para el periodo comprendido entre enero 1993 y mayo 2003.
La demanda de gasolina en la Frontera Norte de México en el año 2000 fue de alrededor del 9% del total de la demanda nacional de este bien. Este porcentaje es pequeño respecto del total nacional, sin embargo, las variaciones en la cantidad demandada ante los diferenciales en precios en ambos lados de la frontera son importantes. Además, en el periodo comprendido entre los años de 1997 y 2000, la demanda de gasolina promedió una caída del 5% anual, mientras que durante el mismo periodo, la actividad económica experimentó un crecimiento de alrededor del 5%. La gráfica 1 nos muestra estas variaciones.
Gráfica 1. Evolución de la demanda de gasolina en la frontera norte del país.
Un aspecto importante sobre la política de precios de la gasolina en la frontera norte del país radica en que entre 1991 y 2001 se presentaron dos políticas distintas. Una de ellas consistió en crear 6 zonas con distintos precios durante el periodo de 1991 y 1995: la zona “la”, que incluye a Tijuana, Rosarito y Tecate; la “Ib” que cubre Mexicali, González O. y San Luis Río Colorado; la “II” que representa a Nogales; la “III” con sede en Cd. Juárez (incluye la frontera con el estado de Chihuahua); la “IV” de Nuevo Laredo, Cd. Acuña y Piedras Negras; y finalmente, la “V” que cubre Reynosa y Matamoros. Esta política consistía en igualar el precio de la gasolina del lado mexicano con los precios prevalecientes en el otro lado de la frontera (en Estados Unidos) en cada una de las ciudades.
Esta política más la devaluación de finales de 1994, perjudicaron a los consumidores del lado mexicano por el precio de la gasolina en las ciudades fronterizas de Estados Unidos que multiplicado por el tipo de cambio, encarecía enormemente este bien para los mexicanos que lo adquirían en las gasolineras mexicanas. Por esta razón, en febrero de 1995, el gobierno mexicano igualó los precios de la gasolina Magna y Premium y del diesel en la frontera norte con los del resto del país.
Hacia 1997, nuevamente el precio de la gasolina en el mercado estadounidense experimentó un proceso deflacionario, lo que generó un incremento en el precio relativo de la gasolina mexicana respecto a la del mercado del otro lado de la frontera. Por ejemplo, si en 1998 la diferencia era del 8%, para 1999 ya era de un 62% hacia el año 2000, un incremento muy significativo en el diferencial de precios. Esta diferencia ocasionó un decremento en las ventas hacia 2001 con un 19.7% en promedio en comparación con las ventas durante 1997. La Gráfica 2 muestra el desarrollo de los precios de la gasolina para dos conjuntos de zonas.
Gráfica 2. Precio de la gasolina en la frontera norte del país por zonas.
Metodología
¿Qué factores pueden afectar las ventas de gasolina en la frontera norte del país? Uno de los factores que pudo haber afectado es el diferencial entre los precios de la gasolina en México y los Estados Unidos; a mayor precio relativo, menor demanda de gasolina en el lado mexicano de la frontera. El ritmo de la actividad económica en la región también puede ser un factor que afecte la demanda de gasolina, ya que a mayor actividad económica, mayor número de consumidores y más intensivo es el uso de medios de transporte y por lo tanto, de gasolina. El número de personas laborando y el ingreso que éstas perciben nos da una medida tanto de la población ocupada como del ingreso que perciben y por lo tanto, de la actividad económica.
Existen ciertas épocas del año en las que la actividad económica se dispara; por ejemplo, durante las fiestas decembrinas, las personas en situación de trabajo reciben aguinaldos y otras prestaciones que incrementan su ingreso, el cual utilizan para comprar un auto nuevo, regalos, remodelar la casa o pagar deuda. Es de esperase entonces que en estas fechas se incremente el gasto en distintos bienes, incluida la gasolina. Si expresamos estas relaciones mediante una ecuación matemática, obtenemos la siguiente relación:
Para definir cuál es el efecto de cada una de estas variables en las ventas de gasolina en la frontera norte de México, se puede hacer uso de técnicas estadísticas y econométricas que nos ayudan a determinar cómo afecta cada variable a las ventas. En este caso, se estimaron modelos de demanda de gasolina para cada sub-zona de la frontera con base en las metodologías econométricas y el paquete computacional EViews.
Donde Vit son las ventas de gasolina en la región i en el mes t, en miles de litros por mes1; Vi(t –1) es el rezago en un mes de esa variable; PRit es el precio relativo de la gasolina expresado en pesos por litro de la región i de México entre el precio de la región i en EU, en el mes t. RMit, son las remuneraciones promedio pagadas al personal ocupado en la industria maquiladora para el correspondiente estado de la región i, en pesos de 1994 y POit es la población ocupada en la industria maquiladora de exportación en la región i, en el mes t, en personas2. Finalmente, las variables Dj representan variables dicotómicas para capturar el efecto estacional y eit es una variable aleatoria.
La hipótesis a probar es que existe una relación inversa entre el precio de la gasolina en México y el correspondiente en Estados Unidos. Para probar esta hipótesis, se procedió a estimar las funciones de demanda de gasolina y probar estadísticamente que el precio relativo de la gasolina entre ambos países efectivamente tiene una relación inversa con la cantidad demandada de gasolina en cada sub-zona de la Frontera Norte. Después de esto, se estimaron las elasticidades de corto y largo plazo, con base a ellas se calculó el incremento porcentual que ocurriría si en algún año base (se tomó el año 2000), los precios de las gasolinas en la Frontera Norte de México fueran exactamente los mismos que el de sus vecinos estadounidenses. Es decir, si se hubiera regresado a la política de indizar los precios de la gasolina a los de las ciudades estadounidenses colindantes
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