El cine y sus efectos

EL CINE Y SUS EFECTOS

I. Introducción

        El cine, el séptimo arte, que muestra una serie de imágenes de forma tan rápida que nos crea la ilusión de movimiento, se ha vuelto algo tan popular que muchas personas destinan sus ingresos para consumirlas, producirlas, etc. En la actualidad se han hecho tantas películas alrededor del mundo que sería imposible verlas todas; a pesar de eso, siguen sacando más y más, porque, ¿quién no disfruta viendo una buena película? Claro, hay personas que gozan más de este arte que otras, y sienten tanto amor por el cine que pueden ver una misma película miles de veces y no cansarse, o recordar los nombres de actores, directores, músicos encargados de la banda sonora, etc. Claro, todos podemos disfrutar del cine; no obstante, ¿alguna vez se preguntaron si éste maravilloso arte trae efectos negativos consigo? En éste texto analizaremos un poco acerca de las consecuencias que traen las películas en la sociedad.

II. ¿El cine tiene una responsabilidad social?

         Existe una mentalidad en la que la sociedad espera que las películas, las series de televisión o cualquier expresión artística/cultural expresen un mensaje positivo. Esto puede representar un cierto problema, ya que el arte trata de hacer una representación de la realidad, y no siempre será un final feliz para todos. La vida no es como una de esas películas de Disney en las que la princesa, después de haber pasado por ciertos y pequeños infortunios, se queda con el príncipe azul. No, la vida es más fría y cruel que eso, además, hay que tener en cuenta que una buena historia es aquella que se acerque más a la realidad. Entonces se puede llegar a la conclusión de que el cine, al igual que otras artes, no tienen una responsabilidad social que cumplir; sin embargo, sí tienen consecuencias sociales.

III. Las consecuencias sociales

        Después de haber contemplado un largometraje en un cine o en la comodidad de tu casa, es normal que te deje cierta emoción o sentimiento en ti, ya sea de placer por un trabajo bien hecho; melancolía por algunas remembranzas; odio por haber perdido dos horas de tu tiempo viendo un asco de película; etc. Vuelvo a mencionar que esos comportamientos son completamente normales, haciendo énfasis en “normales”, pues ese es el fin del cine. También hay que agregar que nosotros como espectadores somos quienes le damos un sentido al film. Está bien, admito que los guionistas, el director, las actuaciones y demás equipo de producción, tienen un mensaje que transmitir con su obra; pero hay que recordar que cada uno de nosotros podemos darle un sentido completamente diferente al que ellos querían llegar. En adición a todo esto quisiera mencionar a los elementos de un proceso creativo que se pueden apreciar en el siguiente gráfico:  

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        Los directores de cine, al momento de realizar su obra, tienen que tener en cuenta el hecho de la realidad social en la que los espectadores vivimos. Juntando éste último elemento, nosotros podemos darle un significado propio a determinada película, pero, al fin y al cabo, la cinematografía no es un discurso cerrado en el que el director o creador de la historia te dicen de qué trata la película.

        Teniendo todo lo anterior en cuenta, hay que estar conscientes en que el cine puede tener, así como impresiones positivas que inspiren acciones positivas, también puede tener impresiones negativas que inspiren acciones perjudiciales contra los mismos individuos. Poniendo algunos ejemplos sobre lo ya mencionado, mencionamos a la película La Naranja Mecánica (1971) del director Stanley Kubrick —basada en la popular novela homónima de Anthony Brugess— que inspiró a varios jóvenes a actuar igual que Alex, el protagonista de la historia, y su banda llamada Drugos. Entre los registros de delitos basados en ésta película se pueden encontrar violaciones, el apuñalamiento de un estudiante por parte de su compañero, entre otras cosas. Pero también quiero resaltar que hay algunos de éstos crímenes que aparentan ser inspiradas por alguna película, tal es el caso de la infame Masacre de Aurora, en la que un hombre vestido de manera similar al Joker, entró a la función de la película Batman: el Caballero de la Noche Asciende e inició un tiroteo, dejando a bastantes fallecidos. En declaraciones posteriores, James Eagan Holmes, quien perpetuó tan terrible crimen, dijo que, a pesar de haber usado el traje del icónico antagonista de la anterior película de Batman, nunca se basó o inspiró en la película para realizar su crimen. Era tan sólo un enfermo mental con impulsos asesinos que realizó su cometido. Pero casos como ese, a pesar de que no tuvo que ver con ninguna película, nos abre la mente a pensar que en éste mundo hay varios psicópatas que podrían tener una gran inspiración en ciertos films para cometer atrocidades, y eso sin duda deja una gran preocupación; y a razón de eso, se creó una gran polémica alrededor de la película que está en boca de todos estos días. Estamos hablando por supuesto de la popular y taquillera película Joker o Guasón en Hispanoamérica. A pesar de que ha sido aclamada por la crítica y el público en general, se desarrolló un cierto temor de que ésta película pueda inspirar a personas que se identifiquen con el personaje de Arthur Fleck, y quieran cometer una masacre, caos, o cualquier otro acto criminal. Tal fue la preocupación que los familiares de la ya mencionada Masacre de Aurora, mandaron una carta a Warner Brothers —casa productora de la película— para que puedan promover la no violencia y construir una comunidad más segura libre de armas.

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