El hombre del ropero

DIAGNóSTICO  3°bcsh.a

Ciclo 2021                                Profesora: VERóNICA RANALDI

Alumno:

TEXTO 1

El hombre del ropero

Clive Staples Lewis fue reconocido por sus contemporáneos como uno de los grandes escritores de su época. Sus libros se vendieron por millones pues no sólo *era un erudito de prosa impecable y contenido profundo, sino que gustaban a todos. Hombres, mujeres, niños y adolescentes leyeron con pasión sus textos porque cautivaban a personas de diferentes edades.

Cuando Londres soportaba el bombardeo alemán, muchas familias mandaron a sus niños a residencias del interior del reino, a donde los aviones enemigos no llegaban.

Lewis y su hermano ofrecieron su casa para hospedarlos. Cuando fueron a recibir a los pequeños que arribaban a la estación de tren, se encontraron con varias criaturas muy nerviosas. Los chicos sólo preguntaban por sus padres y cuándo *iban a regresar a sus hogares.

Una vez llegados a la morada de los Lewis, el escritor les mostró sus habitaciones y su hermano les preparó el té. Mientras lo tomaban, les pidieron que se sintieran como si fueran los dueños del lugar.

Los niños entraban y salían de la mansión de Lewis mientras él trataba de preparar las clases. En el grupo había dóciles y también rebeldes, laboriosos y haraganes, soberbios y humildes. A veces, hacían llorar a la más pequeña a la que asustaban con un ropero que *temían abrir.

Un día, el escritor, los reunió en la salita; les advirtió que iba a contarles un cuento y que les pondría sus nombres a los protagonistas. Así nació “El león, la bruja y el ropero”, primer tomo de las “Crónicas de Narnia”, escrito para unos chicos inquietos que extrañaban el hogar.

Tarde tras tarde, cuando Lewis llegaba de las aulas, los niños lo esperaban junto al fuego para que les contara la historia que luego él pasaría al papel.

Editado el libro, a medida que los padres se lo leían a sus hijos, *fueron fascinados por el universo mágico en el que se desarrollaba la historia más vieja del mundo: la del héroe que se sacrifica por otros para renacer de su martirio.

Cristina Bajo, Revista Rumbos Nº 241, 6 de abril de 2008 (fragmento adaptado)

[pic 1]  [pic 2]

Estatua de C. S. Lewis, autor de Las Crónicas de Narnia.

Actividades para trabajar con el texto 1

1-Leer el texto 1 y pegar la fotocopia del texto y de las actividades que corresponden al mismo.

2-Buscar en el diccionario el significado de las siguientes palabras:

Contemporáneos:

Erudito:

Docilidad:

Haraganería:

Martirio:

3-¿Qué sinónimos se utilizan para no repetir las palabras:

Casa:

Niños:

Libros:

4-¿Con qué antónimos se caracteriza al grupo de niños?

5-¿Qué hiperónimo con sus hipónimos aparecen en el primer párrafo?

6-Se han señalado con un asterisco (*) las elipsis. Reponer las palabras omitidas.

7-Unir con flechas, en el texto, cada pronombre recuadrado con el sustantivo al cual sustituyen, así podrán comprobar el entramado de las relaciones entre palabras.

8-Copiar en tu cuaderno y analizar sintácticamente las siguientes oraciones.

Los niños entraban y salían de la mansión.

Lewis y su hermano ofrecieron su casa para hospedarlos,

Una vez llegados a la morada de los Lewis, el escritor les mostró sus habitaciones y su hermano les preparó el té.

9-Buscar en el texto y escribir una oración unimembre.

TEXTO 2

Los chicos no leen menos, sino de otra manera

Los resultados de una reciente encuesta mexicana sobre los índices de lectura entre los jóvenes dieron origen a nuevas preguntas. ¿Realmente los jóvenes leen menos o están leyendo en otros lugares, de otra manera y con fines distintos? ¿Qué valdría la pena que leyeran?

Tal como sostiene el antropólogo Néstor García Canclini, no existe hoy un solo modo de leer entre los jóvenes. Es imposible analizar la lectura- dice- sin explorar cómo conviven la escritura, la oralidad y la expresión audiovisual. La convergencia digital ha instaurado una integración multimedia. Y los hábitos actuales de los lectores- espectadores- internautas no permiten concebir como islas separadas los textos, las imágenes y su digitalización. Por eso –concluye- se usa la capacidad de leer no sólo en los libros, sino en revistas pantallas.

¿Qué sucede en Argentina? Según una encuesta recientemente realizada por el Ministerio de Educación de la Nación, los jóvenes usan la computadora para chatear, hacer la tarea, visitar sitios web, buscar información y estudiar. Todos estos usos requieren de la lectura y la escritura.

Pronto se estrenarán tres cortometrajes cuyas historias escribieron adolescentes de escuelas públicas de todo el país. Para sus narraciones leyeron novelas y cuentos, descubrieron autores y géneros, vieron cortometrajes que les sirvieron para construir sus propios textos.

Poco tiempo atrás, los lectores de diarios de todo el país se encontraron con notas y artículos escritos por estudiantes secundarios. Para hacerlo, leyeron diarios en papel y digitalizados, relevaron sitios web y miraron noticieros televisivos.

El libro sigue siendo clave pues nos abre a la primera alfabetización, la que posibilita el acceso a la cultura escrita y a las múltiples escrituras que hoy conforman el mundo de la informática y lo audiovisual.

Pero el joven de hoy está en contacto también con otras lecturas, escrituras y discursos.

Vivir en una sociedad multicultural no alude sólo a la convivencia de etnias y tradiciones, sino a la coexistencia de diferentes lenguajes: los de la cultura oral, la escrita, la audiovisual y la hipertextual.

Los medios no se desplazan entre sí: se complementan. Los chicos de hoy no son como los de antes. Sus formas de leer, tampoco.

Roxana Morduchowics, Clarín, 20-12-2006

Actividades para trabajar con el texto 2

1-Leer y pegar el texto 2 junto con el cuestionario.

2-Responder

a)¿Cuánto tiempo dedicas a la lectura?

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