El lado incoherente del feminismo radical

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El lado incoherente del feminismo radical

El problema de incoherencias que presenta el feminismo radical hoy en día.

La manera tan inconsciente en la que el feminismo radical cae es un asunto que desmerita totalmente al movimiento feminista. Comentarios, acciones, propuestas son varias las razones en las que el propio feminismo cae por su falta de sentido ético y común. Con base a estudios y opiniones se refutará en este ensayo el por qué el feminismo radical es incoherente en varios aspectos y como es que hace que el movimiento feminista pierda credulidad.

Para empezar, tenemos que el feminismo radical es aquella rama del feminismo que nos da como explicación que su base de lucha es gracias a la existencia de un patriarcado que de una u otra forma oprime a las mujeres.

Un comentario muy acertado para entender más esta rama del feminismo es el de Puleo (1992) el cual dice “Una de las corrientes del feminismo es la radical, que coge auge desde los sesenta y sostiene que la mayor contradicción social se produce en función del sexo y propugna una confrontación. Las mujeres estarían oprimidas por las instituciones patriarcales que tienen el control sobre ellas, y fundamentalmente, sobre su reproducción” pág. (5-199).

Bien, tomando en cuenta estos aspectos nos podemos dar una idea base de que conlleva toda esta rama del feminismo, pero el problema surge desde los mismos argumentos de esta. Uno de los argumentos que se han escuchado a lo largo de la historia de este movimiento es el de “buscar una igualdad de género”, pero recaemos en el mismo problema que ahora pesa ya en los masculinos, esto a que me refiero, me refiero a que el movimiento feminista radical en su lucha de tratar de buscar una igualdad en si lo que termina buscando es un poder de control más allá de lo que buscan, en este caso terminan tomando un control sobre los masculinos y esto, ¿en realidad es igualdad? Podemos tener como fundamento las palabras del escritor Agustín Laje (2016) que nos menciona:

Llegamos, pues, a una paradoja que ha de ser subrayada por la sociedad: las militantes feministas en cuestión, mientras se llenan la boca hablando contra la violencia de género, ellas mismas la practican cada vez que dejan traslucir en su discurso político un odio indisimulable para con el sexo masculino y cada vez que, por añadidura, atacan a hombres identificados falazmente como machistas por el hecho de rezar, o, peor: por el hecho de repudiar su violencia. (pag.1)

Estas palabras fundamentan el argumento previamente escrito, que gracias a esta valida una parte de nuestro ensayo. Otro problema que tiene el feminismo radical es la consideración de quienes o quienes no son “aliados”, que es una forma muy desconsiderada de tomar en cuenta a alguien. El problema en esta consideración se debe a la posición político-ideológica que tenga la mujer, porque por razón obvias al masculino se le deslegitima. Y muy claro nos lo dice Agustín Laje (2016) con este ejemplo:

Las chicas "autoconvocadas" (católicas que concurren a los talleres del Encuentro para fijar su posición) fueron también duramente agredidas. ¿La razón? No defender el aborto. Un caso —entre tantos— es el de Memé Moscoso, quien ha comentado que en uno de los talleres las militantes feministas le dijeron: "Vos no sos mujer, vos sos enemiga de la mujer, hasta que nosotras no podamos abortar, vos no vas a poder hablar". Es decir, para el feminismo, ser o no mujer depende de la posición político-ideológica que se tenga; una lógica claramente totalitaria, que no sólo deslegitima, sino que incluso desnaturaliza a las mujeres que opinan distinto. (pag.1)

Esto sin duda alguna nos deja mucho en que pensar, en un contexto de libertad esto desestima mucho las ideas del feminismo y hacen que por tu forma de pensar o tus formas de expresarte te excluyan o te denigren, esto nos deja una pregunta en la cual pensar, ¿entonces hay que apoyar ideas absolutistas para ser feminista?

Ahora bien, ¿cómo afecta esto a la sociedad?, pues mucho más de lo que parece. Primero hay que saber que la mayoría de las afectaciones las hacen las militantes feministas, aquellas feministas que protestan con fines totalmente antihumanitarios o fines no apegados a las ideas principales, esto en fin de cuentas mancha la imagen del feminismo. Ya explicado esto tenemos dos cuestiones muy importantes, una de la que hablaremos es la violencia contra las propiedad públicas o privadas (mejor conocido como vandalismo). Las militantes feministas requieren aquella técnica para expresar su desacuerdo contra el patriarcado o para liberar su frustración, gracias a una de las experiencias de Agustín Laje nos podemos dar cuenta que tan grave es la situación, Agustín Laje (2016) nos menciona:

La postal de la ciudad de Rosario tras las marchas del Encuentro Nacional de Mujeres es francamente patética. Los destrozos más importantes se dieron en el Centro. Paredes de edificios públicos y privados completamente arruinadas por las violentas pintadas de estos grupos: "Abortá al macho", "Machete al machote", "Muerte al macho", "Muerte a la yuta", "Somos malas, podemos ser peores", "Soy feminazi", "Abortá la heterosexualidad", "La Virgen María quería abortar", "Jesús no existe, María abortó", son algunos ejemplos. A eso hay que agregar vidrios reventados por doquier, varias iglesias atacadas, incendios con bombas molotov y, a esta altura ya un clásico: excremento humano utilizado a los efectos de ensuciar la ciudad. (pag.1)

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