El racismo: exclusión social. Perspectiva de un mexicano

Introducción

     Hoy en día, el racismo es un tema muy controvertido en todo el mundo. Mientras que en otros tiempos fue algo casi unánimemente aceptado, hoy en día su sola mención toca una fibra sensible en la mayoría de la población mundial. Su existencia se funda en la creencia de que los seres humanos se dividen en razas y que entre ellas existen jerarquías que determinan el nivel de unas frente a las otras.

     La posición jerárquica de cada cual se vincula con la subsistencia de características duraderas e inmutables que las distinguen entre sí, tales como "los rasgos físicos, las aptitudes y las actitudes sicológicas". Invariablemente, la combinación entre ellas provoca "un proceso de degeneración de las razas superiores" (Caballero, 2000), aunque políticamente se intente decir lo contario, elogiando el resultado de la mezcla, como sucedió con el discurso de la llamada mestizofilia, en la que abunda con suficiencia el libro de Agustín Basave: México mestizo: Análisis del nacionalismo mexicano en torno a la mestizofilia (1992).

     El racismo cruza la cotidianidad y moldea las sensibilidades y las relaciones sociales, políticas y económicas de todos los sectores de la población, a la vez que funge como un criterio que establece los parámetros de inclusión y exclusión, de privilegio y opresión, es la "distribución social de la muerte; como una gráfica actuarial, predice quien va a florecer y quien no" (Hartman, 2007)

     En México el racismo es una cuestión estructural ejercida a diario y de la que nadie escapa; sin embargo, al ser confrontados con esta realidad los mexicanos argumentan no ser racistas. Esta incapacidad para reconocerse es inducida, en gran parte, por los medios y el cine, pues dicha palabra les remite a películas como Mississippi en llamas, al apartheid en Sudáfrica o al genocidio nazi, pero poco reparan en el trato hacia los indígenas y afromexicanos, o hacia los inmigrantes centroamericanos o personas de tez morena.

El racismo: exclusión social

Perspectiva de un mexicano

     Ni teórica ni históricamente está resuelto el origen del racismo; algunos especialistas lo ubican como un asunto de la modernidad, otros han encontrado evidencias premodernas del fenómeno en los libros de Aristóteles que se refieren a la sociedad de la Grecia antigua; en los del Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia, o bien en casos singulares como el de la llamada “limpieza de sangre”, que tuvo lugar en el mundo español de la península ibérica entre los siglos XIV y XVII (Hering Torres, 2006).

     Desde el punto de vista histórico, en México ha existido desde la época prehispánica un sistema de estratificación social. Las “clases sociales” estaban relacionadas con aspectos religiosos y oficios, existiendo poca movilidad social entre estos niveles. Sin embargo, a la llegada y posterior conquista por parte de los españoles, esta estratificación adquirió matices raciales, dando lugar a las denomidas “castas”.

     Las castas se definen, según Giddens (2009):

…un sistema social en el que el estatus personal se adjudica de por vida, por tanto, en las sociedades organizadas por castas los diferentes estratos son cerrados y el individuo debe permanecer en el estrato social en el que nació. Las características que diferencian los distintos estratos sociales son: la raza, la religión, etc. que por accidente adquiera al nacer y con lo cual no puede cambiar.

     Estas castas correspondían a las diversas mezclas que existían entre las tres principales “razas puras”: la indígena mexicana (mayas, aztecas, zapotecas, etc.), la europea (principalmente españoles) y la africana (esto como resultado de la trata de esclavos procedentes de África).

     El Imperio español impuso un sistema de castas en sus colonias de América y Filipinas. Para emigrar a América los españoles ingresaban al sistema de limpieza de sangre, se trata de un sistema de discriminación de base teológica y aristotélica. Algunos estudiosos han considerado que el sistema de castas del Imperio Español aplicado entre los siglos XVI y XIX, fue uno de los antecedentes del racismo europeo moderno científico, surgido en el siglo XIX.4​5​ Otros investigadores han negado que la doctrina española de la limpieza de sangre tuviera alguna influencia en el racismo europeo. (Yerushalmi, 1993)

     Algo digno de mención es el hecho de que en México la discriminación racial se ha enfocado a través de la inclusión, muy contrario a la segregación que existe en otras regiones del mundo.

      Cómo se mencionó en la introducción, los mexicanos tienden a negar los problemas raciales que existen en la sociedad, escudándose detrás de la idea de “todos los mexicanos somos mestizos”. Suelen hacer mención del racismo y xenofobia existente en los Estados Unidos de América y en Europa, convenciéndose a sí mismos de que no es un problema existente en México.

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