El sainete

El sainete es una breve pieza jocosa (graciosa, festivo) en un ACRO, casi siempre de carácter popular, que aparecía como intermediario en una función o al final de la misma.

El sainete sucede al entremés de los siglos XVI y XVII.

Entremés: Es el origen de catalán del siglo XV que viene de la pantomima (representación dramática que viene de la mímica) que se hacia en los banquetes cortesanos.

El sainete se proyecta hasta la época moderna como una de las más expresivas representaciones del teatro menor y del teatro cómico. Como todo teatro cómico, están ligados a épocas determinadas, su valor documental es muy grande, para ilustrar el fondo cultural y, el mismo lenguaje con la variabilidad de recursos cómicos.

En el siglo XVIII las representaciones de sainete suelen todavía acompañar, en ocasiones, a otras piezas mas largas y a veces son únicas lo que con el tiempo se ira acentuando.

Lo esencial del sainete como antes lo fue, del paso y entremés, en su brevedad y sus rasgos cómicos.

Máximos exponentes del Siglo XVIII: Gaditanos y Madrileños, estos son los autores más reconocidos:

Gaditanos: Luis Monzin, Juan Ignacio Gonzales del Castillo

Madrileños: Ramón de la Cruz, Sebastián Vázquez

Sainete Valenciano: Viene de la comunidad valenciana (España) de estos siglos. Sus características recurrentes es que los personajes hablan valenciano y son lo de las clases bajas, los extranjeros, los miembros dela burguesía o todo aquel que tenga voluntad de no ser criticado o aparentar más educación o buen posición económica, la crítica de esta presunción es meramente moral.

Sainetes paródicos: Enlazan con el grupo anterior. El más importante es Manolo (1769), subtitulado Sainete para reír o tragedia para llorar. Se desarrolla en dos partes y está escrito en romance heroico, demostrando el autor una gran soltura en el manejo de los versos y un elevado sentido de la teatralidad

Sainete Criollo: En Argentina, la combinación del sainete con las formas las del circo, dio como resultado “Sainete Criollo”, el cual reflejaba las costumbres de la vida en los conventillos con elementos humorísticos, un conflicto sentimental y una tragedia. Esta forma teatral se afianzo durante la década de 1920 (inmigración).

Sainetes Teatralizados: La trama argumental es escasísima, pero se manejan elementos de segura comicidad, como los personajes que hablan en francés y en italiano, e incluso ese asturiano que se expresa en un bable de pega. Otra obra de este tipo llena de ingenio -donde precisamente era María Ignacio Ibáñez la actriz principal- es Las tertulias de Madrid o el porqué de las tertulias. El dueño de casa sufre una súbita y grave enfermedad, pero la tertulia continúa.

Sainetes costumbristas: Este último grupo ha consagrado la gloria de

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