El trabajo infantil en el Perú

TRABAJO INFANTIL EN EL PERÚ

Definimos el trabajo infantil, según precisa la Organización Internacional de Trabajo (OIT), como “todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico”. En el Perú existen más de un millón de casos de niños entre los 5 y 17 años que son laboralmente activos acorde con los resultados de la Encuesta Nacional Especializada de Trabajo Infantil del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI, 2015). A su vez, es preciso mencionar que el Perú cuenta con la mayor tasa de trabajo infantil en Sudamerica (Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, 2018) . Esta realidad se comprueba día a día en las zonas urbanas, pues en nuestras calles podemos ver a niños vendiendo golosinas o lustrando botas. Por otro lado, en el interior del país podemos verlos trabajar principalmente en los siguientes sectores: agrícola, minero y textil. A continuación, para analizar este tema profundizaremos tanto en las causas como los efectos que este ocasiona; además, ejemplificaremos un caso relacionado al tema a desarrollar.

Existen diversas causas que fomentan y mantienen el trabajo infantil. En primer lugar, la pobreza, la cual es una condición socioeconómica que impide que las personas vivan de manera digna, pues al carecer de los recursos económicos necesarios sufren de muchas necesidades básicas (Haughton y Khandker, 2009). Esto lleva a los padres a tomar medidas extremas, por lo que mandar y en muchos casos obligar a sus hijos a trabajar es visto como una actividad normal. En segundo lugar, otro factor vinculado con la normalización del trabajo infantil es la cultura, ya que en las zonas rurales y agrícolas del Perú, no consideran esta labor como una acción contraproducente para los infantes, más bien la observan como una tradición necesaria para cubrir las carencias económicas que sufren día a día (OIT, 2003). Por último, otro motivo es la tolerancia social que existe en el Perú frente al trabajo infantil, porque muchas personas lo ven como un método de supervivencia, y a su vez como un aprendizaje necesario para que los infantes adquieran diversas habilidades entre ellas la autonomía (OIT, 2007).

Asimismo, en respuesta a las causas presentadas acerca del trabajo infantil, por lo general se manifiestan diversas consecuencias negativas. Según el Ministerio de Educación (2016), las principales consecuencias del trabajo infantil en el Perú se ven reflejadas en tres ámbitos: físicos y psicológicos; social y moral; y el área económica. En el primer ámbito tenemos los problemas como el agotamiento físico, presencia de enfermedades crónicas y abusos psicológicos. Esto genera un bajo rendimiento académico por falta de una buena alimentación y horas de sueño, ya que acorde con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (2015) estos niños pasan un promedio de 14 horas laborando en las calles semanalmente. En el segundo ámbito se presentan complicaciones como la violación de los derechos humanos fundamentales de la infancia y la adolescencia, la perdida del autoestima, la aceleración del proceso de maduración y la falta de acceso a una educación adecuada. Esta última es la mas grave para el desarrollo intelectual de los niños. Por último, las consecuencias negativas dentro del ámbito económico se presentarán en la adultez del infante. Estas pueden ser, por ejemplo, la falta de un salario digno o de oportunidades laborales por no tener acceso a una educación idónea. Todo lo mencionado anteriormente evitará que los niños logren un óptimo desarrollo en los aspectos psicofísicos, sociales y económicos.

Finalmente, un ejemplo de esta problemática

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