Empresarios agrícolas explotan a niños
Enviado por Karolay Ramírez • 21 de Agosto de 2022 • Trabajo • 787 Palabras (4 Páginas) • 66 Visitas
Actividades
(...) pero en este mundo yo siempre soy y seré partidario de los pobres. Yo siempre seré partidario de los que no tienen nada y hasta la tranquilidad de la nada se les niega.[1]
Con estas palabras F. G. Lorca toma partido a favor de los pobres, contra las diferencias sociales que los condenan a una existencia “negada”.
La pobreza, las injusticias sociales, las discriminaciones raciales, han sido y, en determinadas realidades geográficas, siguen siendo un problema todavía actual. Las víctimas más frecuentes de estas situaciones son los más débiles, los más indefensos, los últimos anillos de la cadena social, como las mujeres y sobre todo los niños.
¿Qué te sugieren las imágenes, los titulares y los recortes periodísticos que van a continuación?
¿Sabíais algo sobre estas realidades? ¿Qué?
¿Conocéis otras situaciones parecidas? ¿Cuáles?
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Empresarios agrícolas explotan a niños
MEXICO, D.F., 25 de mayo (NTX).- La Cámara de Diputados reveló que al menos cinco millones de menores, principalmente indígenas, trabajan en el sector agrícola mexicano, la mayoría en condiciones de explotación extrema. [2]
José Mª Caballero
"Rehabilitar niños soldado es traer paz a Sierra Leona"
En la guerra de Sierra Leona, 20.000 niños y niñas fueron reclutados como soldados. (…)
Estos niños han sido secuestrados y entrenados como soldados. Algunos han estado en la selva 8 ó 9 años. (…)
Las niñas han sido violadas hasta con 7 años. De cada 100 niños que salen de la selva, 20 son niñas.[3]
Ahora vamos a escuchar dos canciones: la primera es la versión musicada de la composición poética de Miguel Hernández, El niño yuntero, la otra es Niño soldado, del grupo madrileño de los SKA – P en su CD Que corra la voz [4].
Escúchalas.
¿Te parece que comentan coherentemente las imágenes y los titulares e informes que acabas de ver? ¿Por qué?
El niño yuntero | Niño soldado |
Carne de yugo, ha nacido más humillado que bello, con el cuello perseguido por el yugo para el cuello. Nace, como la herramienta, a los golpes destinado, de una tierra descontenta y un insatisfecho arado. Entre estiércol puro y vivo de vacas, trae a la vida un alma color de olivo vieja ya y encallecida. Empieza a vivir, y empieza a morir de punta a punta levantando la corteza de su madre con la yunta. Empieza a sentir, y siente la vida como una guerra, y a dar fatigosamente en los huesos de la tierra. Contar sus años no sabe, y ya sabe que el sudor es una corona grave de sal para el labrador. Trabaja, y mientras trabaja masculinamente serio, se unge de lluvia y se alhaja de carne de cementerio. A fuerza de golpes, fuerte, y a fuerza de sol, bruñido, con una ambición de muerte despedaza un pan reñido. Cada nuevo día es más raíz, menos criatura, que escucha bajo sus pies la voz de la sepultura. Y como raíz se hunde en la tierra lentamente para que la tierra inunde de paz y panes su frente. Me duele este niño hambriento como una grandiosa espina, y su vivir ceniciento revuelve mi alma de encina. Le veo arar los rastrojos, y devorar un mendrugo, y declarar con los ojos que por qué es carne de yugo. Me da su arado en el pecho, y su vida en la garganta, y sufro viendo el barbecho tan grande bajo su planta. ¿Quién salvará a este chiquillo menor que un grano de avena? ¿De dónde saldrá el martillo verdugo de esta cadena? Que salga del corazón de los hombres jornaleros, que antes de ser hombres son y han sido niños yunteros | Fui a nacer donde no hay nada Tras esa línea que separa el bien del mal Mi tierra se llama miseria Y no conozco la palabra libertad Fui secuestrado en una guerra Torturado y preparado pa’ matar Me han convertido en una bestia Soy sólo un niño que no tiene identidad Me han obligado a disparar Me han enseñado cómo asesinar Me han obligado a mutilar En un infierno terrenal Eh no tu indiferencia no tiene perdón ¿Quién te robó el corazón? No te levantes del sillón Apaga la televisión Una pistola en mi cabeza Me está obligando a asesinar a mi papá Soy una máquina de guerra Mi dedo aprieta ese gatillo sin mirar |
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