Ensayo Del Matadero
Enviado por carolmontelpare • 13 de Diciembre de 2012 • 902 Palabras (4 Páginas) • 605 Visitas
Dicotomía orden-caos en “El Matadero” de Esteban Echeverría.
Aproximación
¿Por qué Esteban Echeverría no publicó “El Matadero”? Es una pregunta que nos puede llevar a un sinfín de hipótesis y conjeturas más o menos demostrables o sólidas. Lo cierto es que el texto vio la luz en 1871 de la mano de Juan María Gutiérrez en la Revista del Río de la Plata y luego fue incluido en la edición de las Obras Completas de Echeverría en 1870-71 (Cfr. Prólogo de la edición Capítulo de “La cautiva. El matadero. Ojeada retrospectiva”) . Su fecha probable de elaboración es entre 1838 y 1840. Es, justamente, en la década de 1830 y en la ciudad de Buenos Aires donde sucede el relato, en plena cuaresma y escases de carne:
“Diré solamente que los sucesos de mi narración pasaban por los años 183… […] en Buenos Aires...” (Fragmento de "El Matadero" .
Pero no nos importa aquí más que situarnos y adentrarnos en la historia del relato, por lo que deberemos dejar de lado la jugosa crítica que realiza Echeverría en el primer momento, que es donde construye la situación.
Nuestro interés radica en la descripción que se realiza del matadero hasta la aparición del unitario, pues en éste segmento encontramos una dicotomía extra a las que se barajan tradicionalmente. Es decir que, a las dicotomías civilización–barbarie y unitarios–federales deseamos agregar una nueva que no hará más que profundizar las anteriores. Tal dicotomía podría ser expresada como lo dionisíaco y lo apolíneo, pero consideramos que tales conceptos exceden nuestro poder de análisis, por lo que optamos por orden–caos.
Como punto de partida debemos seguir el consejo de Noé Jitrik y posicionarnos desde la perspectiva del narrador. Es el narrador el que logrará organizar y pintarnos la descripción del matadero, dado que los personajes son difusos y grotescos, y, menos que palabras, emiten sollozos, gemidos y gritos:
“… lo que se va viendo es el narrador quien lo resume y lo liga, es él quien dosifica los materiales y los va presentando con ese “orden” sin el cual no los podríamos entender...” (JITRK, Noé. Forma y significación en “El Matadero”. Pág. 19) .
Dicho de otro modo, la única posibilidad que tenemos como lectores de conocer y de entender lo que acontece o no dentro del matadero es por medio, y gracias a, un narrador que logra de algún modo organizar la vorágine de impresiones.
Lo primero que se nos cuenta sobre el matadero es una especie de fiesta de la carne, una fiesta al mejor estilo dionisíaco; un festejo, incluso, con una ofrenda de tipo ritual: se le ofrecerá al Restaurador, un todopoderoso, el primer novillo que se mató luego que éste dispusiera ingresar en el matadero entre 250 y 300 novillos gordos para paliar la carestía de carne; el novillo es llevado
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