Ensayo: “La desigualdad del sistema educativo preescolar en México”
Enviado por eunice_glvn • 3 de Abril de 2022 • Ensayo • 1.420 Palabras (6 Páginas) • 126 Visitas
Ensayo: “La desigualdad del sistema educativo preescolar en México”
Eunice Galván Pérez
Taller de arquitectura 2-A DIA51
Trimestre 21-O
Según la Secretaría de Bienestar de México (SEDESOL), un Jardín de niños se define como un inmueble en el que se establece una o dos escuelas del nivel preescolar, en diferente turno de operación, y en el cual se imparten conocimientos básicos para estimular la formación de hábitos, aptitudes, habilidades y destrezas, a grupos de alumnos con 4 y 5 años de edad, con duración variable de uno a tres años de estudio, que para cumplir con sus funciones cuenta con aulas didácticas, aula cocina, salón de usos múltiples (cantos y juegos), dirección, bodega, intendencia, sanitarios, plaza cívica, estacionamiento, área de juegos, áreas verdes y libres, se recomiendan módulos tipo de 9 y 6 aulas. Su dotación se considera indispensable en localidades con 2,500 habitantes y más. Es decir, es un espacio compartido donde los niños y las niñas tienen la oportunidad de aprender y convivir.
Se reconoce que la educación preescolar, también denominada educación infantil, puede contribuir a mejorar las oportunidades de desarrollo futuro de las personas, incluidas las de aprendizaje escolar, a lo largo de la vida. Esta afirmación adquiere relevancia cuando se trata de niños que viven en condiciones socioeconómicas desfavorables, ya que esta educación representa una opción de desarrollo que sus familias no siempre están en condiciones de brindar.
Por estas razones en este ensayo hablaré de algunas de las desigualdades que existen en la educación preescolar en México, es importante visibilizarlas debido a que en estos tiempos de pandemia se han hecho más evidentes el no poder tener acceso a una educación digna y de calidad, podremos sensibilizarnos y proponer en nuestros proyectos que incluyan a toda la población, porque todos tenemos derecho a recibir una educación básica, donde sea accesible y asequible.
La educación preescolar en México se ofrece a niñas y niños de entre 3 y 5 años de edad. Reconociendo la enorme variedad de características sociodemográficas, lingüísticas y culturales en el país, este nivel educativo se imparte en tres tipos de servicio: general, indígena y comunitario.
El preescolar general es el más extendido en todo el país y lo ofrecen la Secretaría de Educación Pública (SEP), los gobiernos de las entidades federativas y los particulares, tanto en el medio urbano como en el rural. El servicio indígena está dirigido a niñas y niños que viven en las comunidades indígenas existentes en el país, y debe impartirse por profesores con conocimientos de la lengua que se habla en cada lugar. La educación que se imparte en los preescolares comunitarios depende del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE). Por lo regular, este tipo de escuela se establece en localidades de menos de 250 habitantes, con alto o muy alto grado de marginación, con un máximo de 29 niños, así como para estudiantes migrantes que residen en campamentos agrícolas o albergues. El servicio lo ofrecen jóvenes sin formación profesional docente que reciben una capacitación para trabajar con grupos multigrado.
En el ciclo escolar 2016-2017 había 88,939 escuelas de preescolar, 234,635 docentes y 4,931,986 alumnos de este nivel educativo (INEE, 2018). En 2009 se estableció la obligatoriedad de cursar tres años de preescolar como nivel educativo gratuito para todas las niñas y los niños en territorio nacional. Se tiene un importante rezago para garantizar el acceso a educación preescolar, especialmente para todos los niños de 3 años. Suele concentrarse en las niñas y los niños de edades más cercanas al ingreso a la escuela primaria, y la atención educativa a los menores de 4 años es aún insuficiente, lo cual evidencia que para este nivel educativo la disponibilidad y la accesibilidad a los servicios educativos aún son temas pendientes, sobre todo para los más pequeños y quienes viven en localidades rurales marginadas.
Es así como de manera sistemática, en condiciones de desigualdad que por lo general afectan a las modalidades que operan en los contextos más precarios, tanto en el medio urbano como en el rural. Es decir, ahí donde la oferta educativa debería estar especialmente enriquecida, es precisamente donde se advierten las principales carencias; los déficits que se pueden inferir a partir de las variadas fuentes que informan los referentes para la evaluación de los que echa mano este estudio.
Por otra parte, los beneficios de la educación preescolar sólo son posibles cuando ésta se ofrece con calidad. Para ello se requiere de condiciones materiales, humanas y organizativas, así como de procesos pedagógicos acordes con las necesidades de aprendizaje y desarrollo de las niñas y los niños. La educación preescolar, por ofrecerse a temprana edad, representa el cimiento del desarrollo.
integración de las dimensiones de pertinencia y relevancia; eficacia interna; eficacia externa a corto plazo; eficacia a largo plazo o impacto; suficiencia; eficiencia; y equidad”. Ninguna dimensión es suficiente por sí sola para definir la calidad.
Lograr una mejor calidad de nuestra educación preescolar no es tarea sencilla; pero si creemos que el futuro de este país está puesto en sus niños y sus jóvenes, es tiempo de apuntalar los cimientos de su trayectoria escolar y de vida.
Así, por ejemplo, las poblaciones de contextos socioeconómicos desfavorables asisten a planteles ubicados en espacios improvisados o con una menor cantidad de instalaciones, y con un espacio insuficiente en las aulas en relación con el número de alumnos que asisten a ellas. Ahí, la enseñanza está a cargo de docentes que no cuentan con la preparación especializada que se requiere, aun cuando cumplan con los requisitos para ejercer esta función.
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