Ensayo sobre la eutanasia
Enviado por mizcrackeria • 7 de Noviembre de 2021 • Ensayo • 1.365 Palabras (6 Páginas) • 133 Visitas
Ensayo sobre la eutanasia Nicolás Fernández Tle A
El siguiente ensayo es una reflexión personal acerca de la eutanasia. La eutanasia es la intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura, y en términos médicos una muerte sin sufrimiento físico. Por lo tanto, se analizará los argumentos a favor y en contra de esta práctica de manera a invitar al lector a elaborar sus propias conclusiones.
En Sobre la Eutanasia, el abogado John Reymon Rúa Castaño afirma que no debe recurrirse al debate público como una forma de determinar los planes de vida de cada uno y que estas decisiones deben quedar reservadas exclusivamente a cada ciudadano. En el mismo sentido, dice que así como los planes de vida de cada uno no se deben someter al debate público, los planes de muerte tampoco, porque esa decisión es exclusiva del ciudadano. Coincido con lo manifestado, ya que considero que cada persona posee el libre albedrío de decidir lo que considere pertinente concierne a su vida. Al fin y al cabo, es esta persona la que está viviendo esa vida y su cuerpo no le pertenece a nadie más que a ella, así que lo que decida hacer con él recae exclusivamente en su responsabilidad. Asimismo, cuando hablamos de eutanasia se debe tener en cuenta el concepto de calidad de vida, porque el derecho a la vida supone que esta debe ser digna y constructiva y cuando esto no es posible, se abre la posibilidad de un derecho a la muerte. Por ejemplo, Peces-barba considera que una vida que carece de razones que permitan una “vida digna” de ser vivida, y que carezca de la posibilidad de recuperar esas razones, se convierte en una vida “no digna”, que no está protegida por el derecho constitucional a la vida, toda vez que lo que la Constitución protege es la vida digna. Vida digna es la de un ser humano que puede ser titular de derechos y obligaciones en la vida social y que libremente puede desarrollar su vocación humana y su autonomía e independencia moral. Por lo tanto, la vida es un valor esencial y debe ser protegida por el Estado con todos los medios posibles, pero no podemos dejar de lado la parte humana del tema y ser honestos al señalar que la muerte debe ser lo menos traumática y dolorosa posible y esta alternativa que ofrece la eutanasia, que está lejos de ser un crimen, tiene motivos de misericordia tanto para que el que sufre como para aquellos que lo rodean. Además, también surge la duda que si al prolongar artificialmente la existencia de una persona a cualquier costo ¿estamos hablando realmente de vida o sólo de una existencia biológica? No debemos olvidar los motivos humanitarios frente al sufrimiento innecesario de un enfermo terminal ya que solo se alarga su agonía y no su vida.
Desde otro punto de vista, en Reflexión moral sobre la eutanasia, Rafael Termes distingue tres tipos de eutanasia, la voluntaria, la no voluntaria y el suicidio profesionalmente asistido, y considera que ninguna de estas tres clases de practicar la eutanasia son éticamente correctas ya que la muerte y el homicidio son acciones intrísecamente malas. Considero contradictorio el hecho de que Termes considere el acto de inducir deliberadamente la muerte como inmoral y que no estime como una obligación moral el acto de acabar con el sufrimiento de pacientes terminales o padecientes de enfermedades mental y físicamente drenantes y desgastantes. De hecho, se me hace más intrínsecamente malo dejar a un ser humano sufrir sabiendo que éste cuenta con el recurso de la eutanasia a su disposción y por nombre de la moral, otro ser humano juzgue pertinente negarle ese derecho. Del mismo modo, las personas exteriores a la enfermedad o padecimiento del involucrado nunca serán capaces de comprender el dolor rutinario con el que la persona vive a diario y nunca serán capaces de ponerse en sus zapatos y saber el porqué poner fin a su vida es el único alivio que le puede ser proporcionado. Sin embargo, estoy de acuerdo con Termes que la eutanasia no voluntaria, es decir aquella en la que alguien exterior da consentimiento para finalizar la vida de un paciente, puede ocultar un propósito egoísta de liberarse de las molestias que ocasiona el enfermo. Es por eso que pienso que la eutanasia sí debe ser legalizada pero bajo algunas regulaciones y limitaciones que permitan comprobar la voluntad del paciente de someterse al procedimiento, y si este es incapaz de dar su consentimiento por razones médicas, entonces que la familia tenga la responsabilidad de tomar la decisión solo si el paciente se encuentra en condiciones graves o terminales que le impidan el normal desarollo de su vida.
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