Escuadron 731

Escuadrón 731

. Durante la segunda guerra chino-japonés en territorios de Manchukuo se establecieron diferentes campos de concentración con el objetivo de encontrar formas de contrarrestar la influencia de los enemigos.

Murieron alrededor de 440,000 chinos dentro de ellos prisioneros de guerra y familias. A finales de febrero de 1945 Shiro Ishii intento participar en la guerra del pacifico pero fracaso.

El protagonista de esta política de eliminación sistemática fue el Ejército Imperial Japonés y, más concretamente, el escuadrón 731. Comandado por el general Shiro Ishii, la eufemísticamente llamada Unidad Anti epidémica de Suministro de Agua 731 se instaló en la región china de Harbin durante 1931 e inició una serie de investigaciones destinadas a probar la eficacia de diferentes armas biológicas así como analizar la resistencia del cuerpo humano en situaciones extremas. Se calcula que Japón mató a más de 6 millones de chinos, mongoles, coreanos y occidentales durante la guerra, de los cuales cerca de 300.000 murieron por los experimentos de shii. En el centro de experimentación que la 731 tenía en la ciudad de Pingfang, en los meses de mayor producción se llegaban a elaborar más de 80 toneladas de diferentes patógenos y armas bacteriológicas. El general Ishii se enorgullecía sobretodo de su granja de pulgas contaminadas con peste bubónica que eran diseminadas en amplias zonas de China con el fin de causar el mayor número de muertes entre la población civil y militar. Asimismo, los científicos japoneses inoculaban a los prisioneros de guerra y a civiles chinos todo tipo de enfermedades como meningitis, tuberculosis, botulismo, ántrax, tétano y les hacían pasar todo tipo de pruebas para comprobar cómo se comportaba el organismo ante ciertas circunstancias.

En este sentido, se obligaba a los prisioneros infectados a correr alrededor del campamento hasta que caían muertos, se les sometía a temperaturas cercanas a los -40 grados para analizar el comportamiento de los virus en climas fríos y, lo que es más macabro, se les practicaban vivisecciones para determinar los efectos de los virus en diferentes órganos. Precisamente, estas autopsias en vivo se ejecutaban porque los militares japoneses consideraban que la putrefacción del cuerpo podría adulterar los resultados y creían que ésta era la mejor manera para obtener unas óptimas conclusiones

Lo más grave de todo es el desenlace que tuvieron los responsables de todas estas investigaciones, en especial el general Ishii. Contrariamente a lo que hubiera sido razonable, el general Mac Arthur ofreció a todos los que conformaban el escuadrón 731 inmunidad absoluta si compartían en exclusiva con el ejército norteamericano todos los datos recabados durante la guerra. Obviamente, todos aceptaron y posteriormente acabaron dando clases en universidades y escuelas japonesas o, como en el caso de Ishii, trabajaron para los EEUU en la investigación y desarrollo de nuevas armas. De hecho, hasta principios de los 90', al ejército americano se le ha acusado de utilizar varios tipos de bacterias con el fin de probar su eficacia, principalmente inoculándolas en granjas de zonas africanas y de latino américa. En este sentido, el ejército americano niega cualquier tipo de actuación y apunta que su Centro Nacional de Investigación Biológica de Fort Derryck, Maryland, sólo sirve para investigar ciertas enfermedades para poder desarrollar defensas que pudieran proteger al pueblo americano en el supuesto caso de ataque bacteriológico.

Los experimentos eran realizados sin ningún tipo de anestesia. Entre estos destacan: Vivisecciones Las vivisecciones fueron realizadas a prisioneros

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