“Estudio de caso: el colapso del Rana Plaza”

ETICA PROFESIONAL

“Estudio de caso: el colapso del Rana Plaza”

Durante el último tiempo la “moda rápida” se abrió camino en varios países del mundo, incluso en Chile. Este concepto tiene como estrategia, introducir colecciones de ropa que siguen las últimas tendencias de moda pero que han sido diseñadas y fabricadas de forma rápida y barata. De esta manera, ofrecen al consumidor medio la pasibilidad de acceder a las novedades del mundo de la moda a precios bajos. (D. Charpentier, BioBioChile) Para lograr este modelo de negocio, se deben minimizar los costos de producción instalando talleres de producción en países con salarios bajos y leyes laborales menos estrictas. Uno de estos países es Bangladesh, donde los salarios de la industria textil, donde la principal mano de obra son mujeres, no superan los cincuenta mil pesos chilenos al mes. No solo los salarios son precarios en Bangladesh, sino que las condiciones laborales también lo son. Esto está demostrado por el derrumbe del edificio Rana Plaza en el 2013, en donde murieron más de mil cien personas, de las cuales la mitad fueron trabajadoras de fábricas de textil, incluidas niñas menores de edad, lo que da a entender que los derechos humanos también son vulnerados. El día anterior al derrumbe del edifico Rana Plaza un ingeniero determino que este, era inseguro para que la fabrica de textil siguiera funcionando, pero el dueño obtuvo un permiso municipal para hacerlo de todas formas. El poner en riesgo la vida de miles de personas indica que tanto a las autoridades como al dueño del edificio y al dueño de la fábrica, era más importante el seguir generando ingresos y que las grandes empresas contratistas no dejaran de disponer de sus servicios. Es en este punto, donde nos preguntamos ¿Qué pasa con los derechos humanos?, si bien la declaración universal de los derechos humanos en 1948 genero un listado especifico de estos y cuenta con varias ONGs las cuales tienen un papel necesario, en el caso de la catástrofe Rana Plaza se han enfocado en concientizar a personas de países más desarrollados que visten prendas fabricadas en Bangladesh, que hacer algo más eficiente referente al abuso laboral que sufren los trabajadores en el país mencionado. Una de las campañas es “la campaña de ropa limpia”, la cual consiste en mejorar las condiciones laborales en la industria textil y calzado. En mi opinión en el caso del derrumbe del edificio Rana Plaza y sus efectos en todo el sector textil de Bangladesh evidencia que las ONGs debería tender a la especialización y que suelen resultar más eficaces las que actúan en ámbitos materiales especializados, que las que con una conciencia generalista pretenden estar presentes en cualquier situación en que se pongan en cuestión los derechos humanos. En general todas las industrias de Bangladesh deberían trabajar en la incorporación de medidas de seguridad en las fábricas de textiles. Las circunstancias descritas en el caso derrumbe Rana Plaza demuestra que el papel de las autoridades de Bangladesh no ha sido, ni seguramente va a ser, determinante en la adopción de medidas que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores del sector textil. Una situación como la descrita no permite aventurar cambios en el gobierno de Bangladesh respecto a las condiciones laborales en el sector textil que pasarían por instrumentar cambios que es improbable se produzcan. La estructura social, demográfica, sociológica, y cultural del país dificulta notablemente los cambios en el sistema político que pudieran mejorar las condiciones de vida de los trabajadores del sector textil. Nosotros como consumidores somos el último eslabón en la cadena de producción que comienza en Bangladesh y termina en las vitrinas de las tiendas en las que solemos comprar. Aun así en lo que a mi respecta entro a una tienda y si me gusta una prenda y la puedo costear, la compro sin importar en que parte del mundo haya sido fabricada, esto debido a que solo me fijo en la talla y no donde se fabricó, quizás evitar ver la procedencia de la prenda se deba a que sabiendo lo que ocurre en fábricas de varios países como Bangladesh, es como coloquialmente se dice “tapar el sol con un dedo” ya que si no se de dónde viene, no me siento culpable con lo que pueda pasar a los trabajadores de dichos países. Las grandes empresas como zara, HyM entre otras, son el primer eslabón en la cadena de producción de textiles y los principales responsables de contratar mano de obra barata, como empresa saben qué condiciones laborales tienen las fábricas textiles que ellos contratan, eso los hace en parte responsables de lo que pase éticamente en dichas fábricas. Pero legalmente no tienen responsabilidad por eso lo siguen haciendo. Si debiesen seguir contratando estas fábricas ya que es en parte la base laboral de Bangladesh, pero deberían pagar mejor por el trabajo para que así los trabajadores tuvieran mejor salario y mejores condiciones de vida. En los países más desarrollados se cuenta con la implantación de lo que se llama regímenes de opinión pública los gobiernos democráticos deben ayudar a formar a la opinión pública en valores éticos que redundan en la mejor convivencia social; los gobiernos lanzaran campañas dirigidas a orientar a los consumidores en cuanto a la selección de ropa que cumpla los estándares de producción y promoviendo la conciencia sobre la compra. No es fácil decirlo, pero seguramente la ropa debe ser más cara en países en los que se compran prendas de vestir fabricadas en países subdesarrollados, si con ello se contribuye al desarrollo vital de millones de personas en países como Bangladesh.

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