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Explique las características de la política económica durante la gran depresión (O ´Connell)


Enviado por   •  4 de Febrero de 2019  •  Trabajo  •  1.812 Palabras (8 Páginas)  •  117 Visitas

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1. Explique las características de la política económica durante la gran depresión (O ´Connell)

Además de los efectos de algunas medidas de política económica, la principal fuerza motriz de la recuperación fue, una vez más, el impacto externo. Se trató de un aumento de los precios de exportación  en medio del mismo período de la Depresión. Para la misma época los términos de intercambio para la Argentina mejoraron. En 1937 los términos del intercambio para la Argentina habían vuelto al nivel de 1928. Los volúmenes de exportación no muestran cambios significativos,  pero, debido al aumento de los precios, los valores de exportación se incrementaron. Este aumento de precios se explica por la baja de la oferta de bienes agrícolas a nivel mundial, a partir de una sequía prolongada que atacó a las zonas productoras de granos de EEUU, Canadá y Australia. A su vez, el capital privado, estimulado por la recuperación, fluye una vez más hacia el país, pero al ser de corto plazo vuelve a abandonar el país a mediados de 1937, cuando finaliza la fase ascendente del ciclo. Impelida por estas fuerzas externas, la actividad económica comienza su tendencia ascendente a partir de 1933. Entonces, la recuperación y posterior recaída a partir de 1937 de la economía argentina puede atribuirse primordialmente a las fuerzas del ciclo económico, inducido desde el exterior. En relación a la política económica, el grado de intervención estatal en los asuntos económicos del país se expandió radicalmente. La introducción del control de cambios y la creación de distintos entes oficiales de comercialización, como la Junta Reguladora de Granos, son sólo dos ejemplos de tal fenómeno. La vulnerabilidad externa de la economía argentina determinaba límites  bastante estrechos a la autonomía de la política económica para contrarrestar el ciclo. La Depresión fue un caso particularmente agudo. Paulatinamente, fue quedando en claro que las exportaciones ya no podrían ampliarse y que los mercados de capital, por lo menos en el corto plazo, estaban  prácticamente cerrados. El gobierno argentino y los intereses británicos definieron una estrategia  para salvar sus problemas de pagos externos. Tal estrategia comportaba en primer lugar asegurar la repatriación a Gran Bretaña de las ganancias sobre inversiones en el exterior. En segundo lugar, se  pretendía que parte de las industrias en dificultades pudiesen seguir colocando su producción en otros mercados, además de los del la Commonwealth británica. En el dominio de la política comercial propiamente dicha el hecho más significativo durante la década del 30 fue la puesta en marcha del bilateralismo. El acuerdo más importante firmado durante la Depresión fue el acuerdo Anglo-Argentino de mayo de 1933 (el Tratado RocaRunciman). La principal cláusula del acuerdo preveía la adjudicación completa de divisas originadas en la compra de productos argentinos. Tal principio contrariaba frontalmente la estructura triangular del comercio y los pagos externos de la Argentina. Más adelante se incluyó adicionalmente reducciones o consolidaciones de aforos y aranceles aduaneros para más de 300 ítems de especial interés para el comercio británico. En cuanto a la política fiscal y monetaria no fue nada heterodoxa, si bien se introdujeron algunas innovaciones técnicas importantes. Después de la experiencia de 1930, en la que el déficit alcanzó el 40% del gasto, la política fiscal se volvió restrictiva. Se crearon nuevos gravámenes o se aumentaron los ya existentes, al mismo tiempo que se redujeron los gastos, de modo que en 1933 se lograba llegar cerca del equilibrio fiscal, en el medio de la peor época de la Depresión. Fue sólo desde comienzos de 1935, una vez iniciada la recuperación basada en el auge de la exportación de cereales, que el gasto gubernamental comenzó su marcha ascendente. Es en el ámbito monetario donde se introdujeron las mayores innovaciones con la creación del Banco Central y del Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias. También la política monetaria fue primordialmente restrictiva hasta 1935. Como en el caso de las medidas fiscales, estaba muy  presente la amenaza de un auge en las importaciones y de la consiguiente crisis en la balanza de  pagos de intentarse una expansión. La creación del Banco Central constituía un ensayo de política de estabilización del ciclo clásico de clásico de la economía argentina. Además la centralización de las reservas en el Banco Central, junto con los requisitos de rigurosa liquidez en la política de créditos, estableció una barrera contra cualquier nueva inmovilización de las carteras bancarias.

 2. Cuáles fueron para O ´Connell las principales consecuencias de la Gran Depresión en la Argentina.

La Depresión aceleró el advenimiento de una nueva fase en la división internacional del trabajo y acarreó con ella toda una etapa en la que las transacciones internacionales perdieron importancia. La Argentina, en tanto economía abierta, tuvo que soportar sin atenuantes el impacto de la crisis y a su vez encarar ciertos cambios básicos para adaptarse a este nuevo orden internacional. La primera víctima de la Depresión fue el mismo ritmo de crecimiento, ya que en los 30 el mismo fue más lento. En segundo lugar, a raíz de la retracción general del comercio y el advenimiento de una nueva división internacional del trabajo en el sector agrario, las exportaciones  perdieron parte de su importancia. También se redujo el coeficiente de importación: la caída fue  particularmente fuerte en la importación directa de bienes de consumo. El capital extranjero privado de largo plazo, prácticamente, dejó de invertir en la Argentina. Sin embargo, basándose en otras fuentes de financiamiento, el capital extranjero jugó un papel importante en la expansión de la industria manufacturera a través de empresas transnacionales y capital europeo migratorio. En tercer lugar, el lento crecimiento de la producción y de los ingresos iba de la mano con bajas tasas de inversión. Dentro del grupo de los exportables hubo un desplazamiento significativo desde los cereales y el lino hacia la carne. Dentro del sector ganadero también hubo un desplazamiento hacia el engorde de ganado más refinado, dado que las cuotas de exportación mantuvieron el mercado de carne enfriada pero redujeron apreciablemente el de la carne congelada. Una consecuencia de este desplazamiento relativo de la agricultura hacia el engorde extensivo del ganado es la expulsión de mano de obra. El crecimiento de la actividad manufacturera fue mayor que el del PBI, pero no fue excepcionalmente alto para la mayoría de los rubros. El crecimiento industrial fue muy desparejo. Para muchos rubros fue negativo o bien ínfimo. Dos de los sectores de mayor crecimiento aumentaron su producción sobre la base de plantas fabriles que habían sido instaladas gracias a decisiones tomadas antes de la Depresión. El crecimiento en la industria era de tipo intensivo en mano de obra. En gran medida el crecimiento se basó en un uso intensivo de plantas ya existentes. Por lo tanto, el crecimiento manufacturero dejó para el futuro varios problemas decisivos sin resolver, siendo de ellos los más importantes la obsolescencia de los equipos y la acumulación de  problemas en el frente obrero ya que los salarios durante esta época fueron declinando  progresivamente. Entonces, durante los 30 tanto el ingreso nacional como la actividad industrial crecieron a un ritmo muy lento. Que pese a una situación relativamente holgada de balanza de pagos  – desde 1934 hasta 1937- el crecimiento industrial haya sido mas lento que en otros países no puede desligarse del clima de cautela que dominó la política económica de la época y de alguna de las restricciones externas específicas.

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