Explotación Infantil.

Ver niños trabajando en las calles de la ciudad de Guatemala es algo común para los ciudadanos que día con día se han vuelto insensibles, muchos de estos niños y niñas lo hacen conscientemente otros no tienen ni idea que están haciendo.

La mayoría de infantes son obligados por los padres a trabajar o pedir limosna, el dinero recaudado es entregado a los adultos que muchas veces solamente vigilan que el niño haga bien las tareas que se le encomendaron.

Casi un millón de niños y niñas trabajadores entre los 7 y 14 años de edad, el trabajo de los niños en la ciudad capital es lo que más sobresale, pero sin embargo es el área rural donde se ve más niños trabajando. Los que trabajan en la agricultura no recibe ni un centavo de su trabajo, muchos lo hacen por ayudar a sus familias.

Los niños y niñas que no van a la escuela son los que trabajan más, alrededor de 58 horas semanales, y los que si logran estudiar trabajan por lo menos 40 horas a la semana.

La gran parte de los niños y niñas que trabajan se dedican a la agricultura, trabajos de riesgos (coheterías), labores domésticas, muchos de estos niños trabajan y no reciben un salario como el de un adulto, y tampoco cuentan con prestaciones laborales.

La pobreza es la principal causa por la que los niños y niñas tienen que trabajar; que sus padres reciban salarios muy bajos obliga a otros miembros de la familia a trabajar.

El crecimiento económico del país es inminente, pero aun así en algunas zonas del país la pobreza sigue presente, la falta de oportunidades en el país, la desigualdad, la discriminación, provocan que la sociedad guatemalteca atraviese por problemas de pobreza y pobreza extrema. En el área de la provincia del país se dan los casos más graves de pobreza, sin embargo no solo es ese el problema la falta de la ayuda social genera los índices más altos de desnutrición infantil de Latinoamérica, varios niños que trabajan no tienen acceso a una buena alimentación a pesar que les toca que trabajar como adultos y devengar un sueldo que lamentablemente no lo pueden usar para su beneficio por tener que entregarlo a sus padres.

En la ciudad capital la mayoría de niños y niñas que trabajan son traídos por adultos a que vendan dulces, limpien vidrios y en ocasiones hasta hacer malabares en los semáforos; estos infantes son traídos con la única intención de generar lastima y que las personas les den dinero.

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