FAMILIAS MONOPARENTALES.
Enviado por Lilian Ibeth Zalazar Castañeda • 27 de Junio de 2016 • Monografía • 4.030 Palabras (17 Páginas) • 369 Visitas
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INTRODUCCIÓN
En el siglo XXI el Bienestar se vincula al disfrute de un trabajo remunerado y el poder contar con redes de apoyo personal. Por el contrario el malestar surge cuando las personas carecen de trabajo remunerado y se empiezan a agravar las situaciones de apoyo interpersonal.
Siendo el bienestar social de naturaleza abstracta, compleja e indirectamente medible, por lo que admite múltiples orientaciones y definiciones variadas.
Se centrará en conceptos claves como Calidad de Vida que comprende tanto la satisfacción material de las necesidades como los aspectos de la vida relacionados con el desarrollo personal, la autorrealización y un ecosistema equilibrado.
Se detallará el devenir histórico de del bienestar social que se distingue principalmente tres etapas, la edad media, moderna y contemporánea. Y una cuarta etapa que vendría a ser la actualidad definiéndose como Estado de Bienestar.
El estado bienestar se define como el conjunto de actividades desarrolladas por los gobiernos que guardan relación con la búsqueda de finalidades sociales y redistributivas a través de los presupuestos del Estado. Y se detallará su origen, las características que presenta, su evolución descrita en tres estados: asistencial, providencia y de bienestar; y para finalizar se verá la crisis que presentó.
A través del cual se relaciona el trabajo social y las políticas que se ha tenido que desarrollar en relación de estos temas.
FAMILIAS MONOPARENTALES Y RECONSTITUIDAS EN EL PERÚ
CAPITULO I: FAMILIA Y SOCIEDAD EN EL PERÚ SIGLO XXI
Durante el siglo XXI en el Perú la familia ha sido reconocida y protegida por el Estado ya que este ha creado políticas de gobierno para garantizar la formación, socialización, cuidado y protección económica de sus miembros. Además El Estado Peruano reconoce que las familias constituyen grupos sociales organizados que tienen funciones diversas que pueden representar instituciones fundamentales para promover la cohesión social, el desarrollo económico y la gobernabilidad democrática del país.
Todas las personas crecen y se desarrollan en diferentes formas de organización familiar (nucleares, extensas, compuestas, ampliadas, monoparentales ...), siendo importante para el Estado fortalecer las funciones de las familias para que generen vínculos primarios saludables y democráticos entre sus miembros.
Es por ello que en el Perú se ha creado El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) para que sea el ente rector en materia de fortalecimiento de las familias encargado de formular, planear, coordinar, dirigir, ejecutar, supervisar y evaluar las políticas públicas en la materia, de acuerdo a lo establecido en la Ley Nº 28542-Ley de Fortalecimiento de la Familia y por el Decreto Legislativo Nº 1098 en las que se aprueba la Ley de Organización y Funciones del MIMP; que viene asumiendo las funciones de formulación, articulación, coordinación, supervisión, monitoreo y evaluación de las políticas, planes, programas y proyectos en materia de familias, haciendo especial énfasis en las familias que se encuentran en situación de pobreza, extrema pobreza o riesgo social, con un enfoque de derechos humanos, de género, de intergeneracional y de intercultural.
En este marco, teniendo en consideración el reconocimiento de los derechos humanos y fundamentales establecidos en la Constitución Política del Perú y en los tratados internacionales, en relación al respeto de la dignidad y garantía de la igualdad, libertad y justicia de las personas; desde el año 2004, se contó con una herramienta de gestión que articulaba las acciones del Estado en forma intersectorial, intergubernamental e interinstitucional en aras de fortalecer a las familias para que puedan cumplir plenamente sus funciones en beneficio del desarrollo integral de sus miembros: el Plan Nacional de Apoyo a la Familia 2004-2011, el cual sentó las bases para la consolidación de las políticas públicas de familias mediante la Ley Nº 28542-Ley de Fortalecimiento de la Familia.
A partir de esta experiencia de institucionalización de las políticas públicas de fortalecimiento de las familias, el Estado ha elaborado el nuevo Plan Nacional de Fortalecimiento a las Familias 2013-2021, el cual reconoce la diversidad socio-cultural de las familias, la importancia de fortalecer las capacidades de sus miembros para asumir las funciones de formación, socialización, cuidado y protección económica. Asimismo, promueve políticas que protejan el principio de formar y vivir en familia de todas las personas, la generación de condiciones para que las personas puedan conciliar su vida familiar y laboral, la prevención de la violencia y el fortalecimiento de la economía familiar. Cabe mencionar que el Plan Nacional de Fortalecimiento a las Familias 2013-2021 toma en cuenta las lecciones aprendidas del anterior Plan Nacional y considera el nuevo escenario de la gestión descentralizada orientada a la creación y fortalecimiento de servicios públicos.
CAPITULO II: APROXIMACIÓN A LAS FAMILIAS MONOPARENTALES EN EL PERÚ
El núcleo familiar puede ser monoparental (con sólo un padre, habitualmente la madre) o biparental (con ambos padres). En el caso del núcleo familiar monoparental, siempre existirá por lo menos un hijo presente. En cambio, los núcleos familiares biparentales pueden tener hijos o no tenerlos
Familias Monoparentales en América Latina y la pobreza
Aunque los hogares nucleares biparentales son los más numerosos, desde comienzos de los años noventa están aumentando los monoparentales, habitualmente con jefatura femenina. Los hogares con más de un aportante corresponden con mayor frecuencia a familias en las que ambos padres están presentes, así como a las extendidas y compuestas. Por el contrario, la proporción de hogares con más de un aportante es menor en las familias monoparentales, ya que ese segundo ingreso es el que generan los hijos que se incorporan al mercado laboral (Arriagada, 2001). Esta situación indica que existe una mayor probabilidad de que los hogares biparentales se ubiquen por encima de la línea de la pobreza. En un estudio para Costa Rica, Gindling y Oviedo (2008) concluyen que el incremento del número de hogares monoparentales y con jefatura femenina contribuyó directamente a mantener la tasa de pobreza, puesto que estos hogares tienen mayores probabilidades que otros de ser pobres. Al comparar las características de los hogares monoparentales y las de los jefes de hogares biparentales encabezados por hombres, se observa que es más probable que las jefas de hogares monoparentales carezcan de trabajo, trabajen a jornada parcial o lo hagan por cuenta propia. Barros, Fox y Mendonca (1994), en un estudio de los hogares urbanos en Brasil, encontraron que los hogares con jefe de hogar mujer constituían un grupo heterogéneo. Aunque la mayoría no eran pobres, una gran parte de los pobres, especialmente los niños, vivían en estos hogares; en otras palabras, los niños pobres urbanos tendían a vivir en hogares con jefatura femenina. En este mismo estudio, se encontró que los hogares muy pobres con jefe de hogar mujer son sumamente vulnerables. Aunque menos de la mitad de los hogares con jefe mujer incluían niños dependientes, se encontró que, cuando existían niños en los hogares con jefatura femenina, especialmente en los hogares donde el jefe era madre sin pareja, la brecha de ingreso era mayor que en otros hogares.
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