FORMACIÓN DOCENTE

La formación del profesorado fue considerada como una profesión libre durante el periodo de 1821-1866; los ayuntamientos se encargaban de autorizar permisos a escuelas particulares, corporaciones civiles y el clero para que realizaran la práctica educativa. En 1867-1884 la educación dio un giro cuando los liberales asumen el poder, en este periodo recayeron las escuelas particulares y el control de la educación recae en los ayuntamientos quienes empleaban a los maestros, aunque todo el personal que ingresaba no contaban con el perfil adecuado, su preparación era muy escasa, su conducta moral era poco edificante, en razón de no contar el personal con un perfil adecuado se plantea una transformación del magisterio mediante la profesionalización y surgen reformas encaminadas a consolidar la enseñan publica laica, obligatoria y gratuita.

En el periodo de 1885 y 1910 surgen unos cambios muy notorios en la educación estatal, cuando se intenta unificar y centralizar la instrucción primaria en el país, así como la unificación de planes y programas de estudio para la educación primaria y normales, como se deseaba, pero si se logro suprimir la compañía lancasterianas, con ello surge la necesidad de profesionalizar a los docentes y nacen las primeras escuelas normales, en las que se formarían nuevos maestros con la fin de servir a la reforma pedagógica y como medio para centralizar y uniformar la educación.

Los normalistas surgieron como un grupo profesional diferenciado de los otros grupos y con una creciente influencia en los asuntos del país, con todo el poder que se le confiere a los normalistas se dejaron ver los tratos de los profesores no normalistas ya que los normalistas ocupaban los mejores espacios, con ello se provocando conflictos o enfrentamientos entre maestros no normalistas.

Las escuelas normales y lo que actualmente se denomina “normalismo”, tienen su origen en México a partir de la independencia de este país, es desde entonces que se inicia una serie de acciones que paulatinamente fueron creando más y más fuerza, sobre todo en los últimos 20 años, en los cuales las instituciones formadoras de docentes, entre ellas y principalmente las normales, han experimentado transformaciones que son realmente importantes e históricas, por la magnitud de los impactos realizados.

Desde el punto de vista histórico, estas transformaciones son en la actualidad tan importantes como la creación de las primeras escuelas normales realizadas a principios del siglo XIX, mismas que son referidas por Arturo Vega Martínez de la siguiente manera:

La primera normal que se fundó fue la Normal Lancasteriana en 1823 en la ciudad de México a través de la iniciativa privada. Es hasta 1825 cuando se considera el surgimiento formal del concepto de `normalismo` (Ayala 1994). De esta forma se empiezan a crear normales en diversos estados de la república, surge así “La escuela normal mixta” de San Luís Potosí en 1849, en Guadalajara del mismo año se crea La Escuela Normal del Estado. Al mismo tiempo, en 1866, Michoacán, Querétaro y Veracruz, en Puebla en 1879 y Nuevo León en 1887.

La revolución mexicana trajo consecuencias positivas y negativas en el ámbito educativo de manera en especial en la docencia: tales como las suspensiones de salarios, despidos de personal, clausura de escuelas así también el aumento en la participación de los maestros en las organizaciones como yen zonas rurales llegaron a ser líderes de los campesinos y obreros, con todo eso después de la revolución surge la centralización y multiplicación de las normales rurales y se inician programas de nivelación profesional y de mejoramiento, también se puedo

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