FORMADOR DE FORMADORES

FORMADOR DE FORMADORES

Entre la teoría y la práctica educativa hay que mencionar que la última tiene una fuerte conexión con lo social, ya que el docente, tiene la capacidad, no solo de funcionar como un puente de conocimientos para el educando sino también para buscar una relación entre su realidad y la interpretación de los problemas de la vida cotidiana y por este medio generar lo que Freire (1971) llama la “conciencia crítica”, es decir, la representación de los hechos tal y como suceden en lo empírico y en esta forma se explican los hechos por medio de las relaciones causales y no a través de pensamientos mágicos o de consciencia ingenua. Empoderando al educando a través de ejercicios reflexivos y no sólo bajo los estatutos de la educación tradicional, que se dedicaba a hacer al alumno memorizar. Así la educación se convierte en un espacio de poder, en el que se puede hacer del alumno un agente de cambio en la sociedad.

De esta forma, a la educación se le dota de un carácter emancipatorio, que ha de generar no solo conciencia de elementos lógicos y científicos sino también de generar un proceso de transformación que permita reconstruir lo social, siendo lo anterior mencionado parte de la pedagogía crítica la cual es importante incluir en la práctica educativa para lograr alumnos críticos, reflexivos, juicioso y analíticos. (Bonafé, 1996)

Pero un apoyo fundamental para la potenciación de la calidad educativa radica en los profesores, que son promotores directo de la misma, ya que depende de las estrategias, métodos, competencias y todos los conocimientos que utilizan para una acción educativa efectiva, las cuales aprende de forma teoría y son ellos quien se encarga que toda información que abordan a lo largo de su formación como docente, las aterrizar a la práctica, en la cual debe considerar muchos aspectos tanto del entorno de la escuela, los alumnos hasta de los padres de familia, para poder llevarlas a cabo, pero conforme a sus experiencias, practicas y problemáticas que se les vaya presentando, el maestro va eligiendo de una manera más o menos consiente, el estilo de enseñanza aprendizaje que ira dando durante sus clases. Es por ello que es un fundamental que el docente tenga una formación inicial, estabilidad y permanencia, nivel formativo, formación continua, actitud, salud laboral, experiencia profesional, liderazgo educativo y autosatisfacción profesional, (Philippe Perrenoud, 2007), para saber aplicar el conocimiento y el procedimiento adecuado a la situación concreta integrando el saber y el saber hacer.

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