Factor Social
Enviado por DiegoRodeo • 23 de Noviembre de 2012 • 901 Palabras (4 Páginas) • 610 Visitas
Un poco de historia
Mucho antes de que fuera fabricado el primer desodorante, hace 5.500 años, todas las civilizaciones importantes han dejado rastros de sus intentos por fabricar desodorantes o cualquier sustancia que solucionara el problema del olor corporal. Los antiguos egipcios, por ejemplo, recomendaban un baño aromático y, tras él, una aplicación de aceites perfumados en las axilas, también descubrieron algo que los científicos han acabado constatando: que la eliminación del vello de las axilas reduce considerablemente el olor corporal, porque el pelo incrementa la posibilidad de que las bacterias vivan, proliferen y se descompongan, produciendo los malos olores, los hombres del Imperio Romano también tenían sus propias fórmulas para conseguir sus mismo efectos. Así, después de lavarse se colocaban en las axilas unas almohadillas con sustancias aromáticas, sacadas de las recetas egipcias. Varios siglos después, a finales del S. XIX, surgió el desodorante como producto de higiene personal gracias a una mezcla de sulfato de potasio y aluminio.
Pero fue tras la segunda guerra mundial cuando su uso se generalizó prácticamente en todos los países occidentales. La marca Odorono fue la que lanzó al mercado el primer desodorante, que al principio se vendía sólo en las farmacias.
En la sociedad
En general se mantiene niveles de aceptación ligados a factores sicosociales para relacionarse, el relacionamiento depende de varios factores, entre los cuales se encuentran las costumbres, los valores y también factores visibles como la higiene son fundamentales para insertarse en la sociedad actual. Con todo esto se puede entender una preocupación social colectiva por mantener los niveles de mal olor corporal en control. Esto se encuentra ligado a la sensación de seguridad y protección que son de vital importancia en desenvolvimiento de los individuos en la sociedad.
Además de esto los hábitos de compra actuales mantienen una preocupación por ciertos productos de higiene personal que se presentan como indispensables y que presentan un alto grado de diferenciación, lo que ha generado una mayor asociación a producto de primera necesidad y no de uso exclusivo como los perfumes.
En época crisis realizamos ciertos sacrificios con tal de poder pagar la hipoteca o los préstamos que hemos solicitado. Pero de todos modos no sacrificamos algunos lujos; como el papel de baño suavecito o la pasta de dientes que además de blanquear tiene menta extra. Lo mismo ocurre con el desodorante. Lo cual no es difícil de entender; después de todo, la publicidad te hostiga con la idea de que si alguien te huele la axila sin perfumar, sufrirías una humillación indescriptible. En el caso de los hombres, la cita con esa chica sería un desastre, y en el caso de las mujeres, si acuden a una boda no serán capaces de atrapar el ramo con confianza.
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