Familias Separadas
Enviado por EsterCallejas98 • 12 de Octubre de 2016 • Informe • 2.829 Palabras (12 Páginas) • 197 Visitas
Familias separadas
15 de Julio del 2016
Jorge Archila
15 años
“Se reunieron con el coyote a la una de la mañana, pero al momento de empezar a partir se escucharon pasos…”
Jorge Archila de tan solo 15 años relata como su padre atravesó la frontera y las experiencias que este pasó para lograr llegar al otro lado (EE.UU), y cómo él se sintió al vivir esto.
Jorge expresa que un día desesperado, su padre decide irse a Estados Unidos, sin embargo por el hecho de que habían negado la visa después de varios intentos, el padre de Jorge, Pablo, decide irse de “mojado” para lograr tener una mejor oportunidad de trabajo y ayudar mejor a su familia. Es así como empieza armando su plan de cómo va a atravesar la frontera sin ningún problema.
“Era demasiado pequeño, no entendía que estaba pasando” fueron las palaras que usó Jorge, para expresar lo que sintió el último día que vio a su padre. Con el transcurso del tiempo, Jorge se percató de la ausencia de su padre y que este no tenía planeado volver en un futuro cercano, su madre le explica que el cruzar la frontera no es cosa de un día y que hay muchos riesgos al hacerlo, es así como el se entera de la historia de su padre.
Pablo el día que se fue de la casa, se fue sabiendo que era muy probable que fuera agarrado por la policía extranjera, y que algo podría salir mal en su plan. Cuando por fin logra reunirse en el camino con el coyote junto a un grupo de gente (ya estando en su viaje hacia el otro lado) para entregar papeles, se escucharon unos
pasos y perros, era la una de la mañana cuando la gente empezó a correr, cada uno a diferente lugar todos buscando el modo de no ser atrapados por la policía, uno de toda la multitud al verlo perdido en todo lo que estaba pasando, lo jalo y le indico que debía meterse en unas cajas que estaban en los costados y no hacer bulla, Pablo al momento de estar encerrado en una caja junto a un desconocido, solo podía escuchar golpes y gritos de sufrimiento y él sabía en ese momento que si salía de la caja él estaría sufriendo las mismas consecuencias que todos los de afuera.
Esta y más experiencias que pasó Pablo, fueron narradas por Jorge quien hoy en día, quisiera haber pasado más tiempo con su padre, el cual se fue del país para lograr encontrar un mejor trabajo y poder darle a su hijo mejores oportunidades. Se encontraron hace 5 años y 1 año después Pablo murió.
Así como Jorge y Pablo, se pueden encontrar más casos de igual búsqueda sin embargo no todos los que intentan cruzar la frontera pueden lograrlo así como Pablo, la mayor parte de la gente que intenta cruzar, termina muerta, asesinada, deportada o simplemente desaparecida. Cada año gracias a la búsqueda de nuevas y mejores oportunidades 2 de cada 10 familias tienen la necesidad de separarse.
Por María Fernanda Cacheo
“Más de veinte años para volver a verte”
22 de Junio del 2016
Madre de Familia
72 años
La madre de una joven de tan sólo 23 años, relata cómo el deseo de su hija de querer partir a Estados Unidos para tener una mejor calidad de vida, se convirtió en la razón por la que madre e hija permanecieron separadas por mucho tiempo.
Esta joven, decidió ir en busca de una vida mejor, tanto para su madre, como para ella. Sin tener la posibilidad de tramitar una visa o un pasaporte, optó por irse ilegalmente a Estados Unidos, teniendo el deseo de regresar pronto con su madre.
Teniendo una vida casi hecha allá, la joven conoce a la que vendría siendo la próxima causa de sus problemas: un muchacho mucho más grande que ella. Por situaciones desconocidas, estos dos muchachos comienzan a envolverse en una relación amorosa, sin saber, por parte de la joven, las consecuencias que esto traería consigo.
Esta joven tuvo un hijo con el muchacho, pero cuando éste se vio en la complicada situación de cuidar y mantener una familia, y ser básicamente la cabeza de ésta, decidió simplemente deshacerse del problema, abandonando a su hijo y a la madre de su hijo, dejando a la joven en la penosa situación de estar sola, en un país en donde no encontraba ningún apoyo.
Ya en la desesperación de no saber qué hacer, decidió volver a su país, con su hijo y la intención de reunirse con su madre. Con lo que esta joven no contaba, era con que su hijo, por ser menor de edad, no le permitirían cruzar la frontera sin ningún documento y la
autorización de sus dos padres. Pero como era de esperarse, el padre del niño nunca se presentó ante la joven para arreglar el inconveniente que él mismo le había provocado.
“Pasaban los días y ella no me llamaba, ni me escribía, ni nada. En serio me preocupé mucho, porque siempre fuimos muy unidas y nos lo contábamos todo. Después de los dos meses, supe que algo no andaba bien, pero tampoco podía hacer nada, tenía que esperar a ver qué pasaba.” Fueron las palabras de la madre al no recibir ninguna señal de su hija. Por supuesto, la madre de esta joven no sabía que tenía un nieto en otro país, muy lejos de ella.
Así que a la joven no le quedó otra opción, más que esperar a que una alternativa accesible se le presentara para que ella y su hijo pudieran regresar a su país. Mientras tanto, ella tenía que conseguir un lugar en donde vivir, y un mejor trabajo para sostener esa necesidad y las necesidades básicas de ambos.
Cuando ya había logrado establecerse, con una vivienda y trabajo, logró comunicarse con su madre, después de un largo tiempo. “Pasamos horas hablando, sabía que iba a gastarme el sueldo del mes, pero necesitaba escuchar a mi madre después de tanto.” Fue lo que le dijo la joven a su madre.
En esa llamada, la joven contó a su madre la trágica situación que había vivido poco tiempo después de haber llegado a Estados Unidos, incluyendo la noticia de que tenía un nieto, que posiblemente no conocería en mucho tiempo.
“Cuando mi hija llamó y me contó todo por lo que había pasado, deseé que nunca se hubiera ido, pero ya no podía hacer nada, por lo que tuve que vivir con el hecho de que mi hija y mi nieto, al que no conocía, no iban a estar conmigo en mucho tiempo.” Dijo la madre.
Fueron pasando los años, y con ellos, las esperanzas de la joven de regresar a su país. Pero como el tiempo vuela, llegó el día en el que el hijo de la joven cumpliría los 21 años, edad en la que se convertiría en mayor de edad. Con esto, éste ya podía decidir por sí solo si irse con su mamá a su país natal, o quedarse en Estados Unidos. Ya no necesitaba ningún permiso de sus padres para poder retirarse.
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