Feminismo afgano

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El islam es la segunda religión más importante del mundo. Un quinto de la población lo representa y se basa en el libro “Corán”, el cual contiene la palabra de Alá, la cual es traspasada a Mahoma, el último profeta de Alá. La mayor cantidad de musulmanes se encuentran en África del norte, África occidental, Asia central y medio oriente, los cuales han sido enormemente influidos por esta religión.

El islam está dividido en 2 ramas: Por un lado, se encuentran los chiitias, que creen en una interpretación abierta del Corán y consisten en un 10% de los musulmanes. Por otro lado, están los sunnitas, que constan en el 90% de los musulmanes. Su rama del islam es la más tradicional y ortodoxa y ha sido controlada por el estado todos estos años mediante la Shura.

Luego de la guerra de Afganistán finalizada en 1992, la cual fue parte de la Guerra Fría, comenzaron a surgir varios movimientos islámicos.

“Los males y la situación de decadencia y subdesarrollo que padecen los países musulmanes es consecuencia de la acción de Occidente —Estados Unidos y sus aliados— y el apoyo que da a los regímenes prooccidentales, antimusulmanes y corruptos de Arabia Saudita, Egipto, Argelia, etcétera. La respuesta también era simple pero de gran impacto:  para acabar con esta situación no hay otra solución que el islam, en su versión más rigorista e inflexible. El ejemplo paradigmático fue el Afganistán de los talibanes.”^[1] 

Los talibanes son extremistas islámicos, los cuales siguen el islam de una visión sunní.

Cuando aparecieron los talibanes en Afganistán, se radicalizaron los hábitos islámicos y su conducta fundamentalista. Se comenzaron a iniciar una serie de normas islámicas extremadamente estrictas, sobre todo para las mujeres. Los talibanes se conforman por estudiantes del islam.

“La situación de la mujer bajo el gobierno talibán supuso su reducción a las meras tareas del hogar. Las prohibiciones iban hasta regulaciones de aspectos tan privados como lo proclamó una regulación en 1997, que, prohibían a las mujeres usar tacón alto, hacer ruido con los zapatos al andar y maquillarse15, e inclusive se les prohibía reír en voz alta pues ningún extraño debía oír la voz de una mujer. En general no se les permitía a las mujeres salir de sus residencias y si requerían salir en casos extremos deberán cubrirse de acuerdo con la Sharia islámica. Entre otras prohibiciones se encuentran: la prohibición de trabajar y la prohibición de estudiar y la obligación de utilizar burka hasta los pies. Un edicto de 1997, establecía: que se prohibía a las mujeres trabajar para las agencias de ayuda humanitaria occidentales excepto en las del sector médico. Las que trabajen en este sector, no se sentarán en un vehículo al lado del conductor.”^[2]

Mediante esto, se puede observar la cantidad de reglas represivas hacia la mujer que plantearon los talibanes, causando una mayor distinción entre sexos a la que existía previamente en los años 60, en los cuales a las musulmanas hasta se les permitia utilizar ropa occidental.

En este ensayo voy a dar a conocer las razonas por las que creo que, de aquí a 20 años, los movimientos feministas islámicos en Afganistán darán frutos y cambiarán el sistema social.

El pensamiento feminista islámico comenzó en el siglo XIX, al mismo tiempo que se comenzó a ver el feminismo en Inglaterra y Estados Unidos, ya que recibían discriminación sólo por su sexo. Se basaron en el islam, explicando que las enseñanzas del islam tenían que ser separadas entre religiosas y tradicionales, ya que las costumbres estaban en constante cambio.  Aunque comenzaron a quitar la tradición del velo, esto acabó rápidamente con el surgimiento de movimientos políticos islámicos. Se logró que las niñas comenzaran a ir a la escuela y se educasen, pero para los hombres esto era un gran problema. Era muy peligroso el tener mujeres educadas. Por eso, esto se quitó cuando llegaron las intervenciones militares.

Primero que todo, como se ve en el documental Shura^[3], existe una motivación por parte de las mujeres a cambiar las cosas. Están tratando de educarse y de modificar a la sociedad afgana. Ellas saben que lo que está ocurriendo no está bien. Las enseñanzas del islam cambian con el tiempo, y el fundamentalismo no es el mismo que hace 100 años. Las mujeres tienen el derecho tanto de trabajar y de estudiar como los hombres, y ellas lo saben. Ellas hablan de que quieren educarse, para luego con su conocimiento, ser capaces de aportar a la sociedad. Existe una motivación que las está impulsando a avanzar, debido a que el silencio solo impulsa el apoyo hacia estas prácticas.^[4] Una gran cantidad de mujeres musulmanas, las cuales han tenido la oportunidad de estudiar, están en proceso de enseñarle a grupos de mujeres sus derechos, y como ellas son víctimas de esta situación machista que se vive en el islam, debido a que varias cosas dictadas en el Corán son mal interpretadas, o puestas en un contexto histórico erróneo.

 “El islam es una práctica cuya “letra” es el Corán. En consecuencia, el lugar del actual concepto del yihad, en el marco de un mundo musulmán discursivamente cuestionado, puede conducir a sucesos terribles e impensados. La comprensión de ciertos preceptos exige una lectura “histórica”, igual que el resto de los textos religiosos.”^[5]

Esto quiere decir, que las personas ya se están dando cuenta de que las ideas que presenta el islam, están mal interpretadas según el contexto histórico que se está viviendo actualmente como siglo XXI, en comparación con la época en la cual se comenzó a escribir el Corán, a eso del año 632, por lo que la reivindicación religiosa es el siguiente paso a la libertad de la mujer^[6], lo cual se está comenzando a dar a conocer.

“Los recién nacidos cada vez más reciben nombres preislámicos, mientras que el número de alumnos que se inscriben en los cursos de árabe están en franco descenso.”^[7]

El amor a la patria y a la religión está decayendo, en pos de que, sobre todo las mujeres, le encuentran poco sentido a la discriminación sexual que se presenta en la interpretación de los escritos religiosos, en comparación con el siglo en el que vivimos. Muchas mujeres se preguntan el porqué de la discriminación hacia la mujer, en relación a la religión.

Mediante la paz y el amor, las personas pueden volver a ser ellas y así evitar la violencia.^[8] 

Ya existen varias asociaciones dedicadas al apoyo hacia la mujer afgana, brindándoles ayuda para que logren salir adelante en diversos aspectos. Uno de ellos es el de Kabul que llevó a cabo Inge Missmahl, una psicóloga alemana que creó un lugar, en el cual las afganas tienen la posibilidad de atenderse con un psicólogo, alrededor de 6 minutos por consulta. Aquello hace que las mujeres superen sus traumas y miedos hacia el hombre, pudiendo así enfrentarse a las injusticias que existen en su país. Al entregarles amor y no más odio, las mujeres cambian su forma de pensar, a una forma de pensar más social, y motivante para así cambiar las injusticias.

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