Fundamentos Sociopoliticos

Dentro del proceso de organización de la sociedad venezolana actual, es meritorio señalar algunos aspectos de vital importancia para su estudio. Entre los mismos, se encuentra el espacio geográfico, como una categoría de la sociedad que lleva implícita la acción de los grupos humanos. En consecuencia, su contenido y estructura cambia con la historia. De acá se deduce que es un producto social, síntesis del quehacer de los grupos humanos sobre el medio ambiente, para su necesaria conservación y reproducción en condiciones históricas determinadas. El espacio geográfico actual de Venezuela expresa, en su dinámica, un proceso de formación de lo agrícola rural a lo petrolero.

Cabe destacar que en Venezuela, desde lo espacial, el desarrollo desigual se expresa a través de los desequilibrios espaciales, puesto que la estructura espacial dominante desde 1950 es la centralizada, a raíz de la transferencia del ingreso petrolero. En este sentido, la conformación del espacio venezolano ha sido el resultado de una dinámica histórica, la cual ha estado determinada por el capitalismo mundial que ha tenido una inigualable influencia dentro de la misma.

Por otro lado, la conformación de la estructura espacial de Venezuela, reproduce los intereses del capitalismo, dentro de la cual se han localizado tres manifestaciones históricas esenciales: mercantilista, de libre comercio y monopolista, que surgen a medida que se va dando la transición de la Venezuela agraria (Espacio regionalizado) a la Venezuela petrolera (Espacio centralizado).

Atendiendo a lo antes señalado, cabe destacar que el espacio en el período agrario, estaba seccionado o regionalizado, ya que el dominio de la producción agrícola se basaba en el café y el cacao, en estrecha relación con el mercado europeo. Así, el espacio venezolano, caracterizado por lo rural con relaciones de producción precapitalistas, respondía a las exigencias del mercado mundial.

De manera similar, luego se da el paso de la Venezuela agraria a la Venezuela petrolera, desde 1950 aproximadamente, hasta la actualidad, en donde el espacio centralizado, se plantea como un proceso de transformación de una estructura a otra, pasando de una economía agro-exportadora a una economía esencialmente petrolera.

Lo anterior, trajo como consecuencia que la inversión extranjera se acentuara y se localizara en las áreas que presentaban mejores ventajas, es decir, en las cercanas a los puertos de importación, quedando el resto del país prácticamente en situación de estancamiento. Así, al no ser ya la actividad agrícola el sustento para la población, ésta emigra de los espacios rurales a los urbanos, generando un crecimiento anárquico y descontrolado de la ciudad.

En referencia a lo antes expuesto, desde el punto de vista geográfico, el desarrollo desigual se expresa a través de los desequilibrios espaciales, el espacio venezolano se ha organizado respondiendo a los intereses de las inversiones extranjeras bajo las exigencias del capitalismo mundial, lo cual se traduce en un éxodo masivo de la población a las ciudades y, por ende, el incremento de la pobreza y la marginalidad.

En este sentido, queda claro que el desarrollo económico y social de un país, no puede verse separadamente de su concreción territorial, puesto que la vida de las personas y las actividades de las empresas, tienen un fuerte soporte en el espacio. De este modo, la dinámica poblacional de Venezuela ha dependido, fundamentalmente, de la confrontación de la natalidad y la mortalidad, pues las migraciones externas han sido, en general, muy reducidas.

Sin embargo, la combinación del elevado ascenso gradual de la natalidad; producto de las modificaciones

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