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Futbol, Amores, Pasiones y Negocios


Enviado por   •  5 de Abril de 2021  •  Ensayo  •  3.925 Palabras (16 Páginas)  •  107 Visitas

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Universidad Nacional de La Matanza

Licenciatura en Historia

Historia de la Cultura Argentina

Prof.: Amendola Tamara

Alumno: Torres Cristian A. D.

El fútbol en nuestro país, desde sus inicios, fue un motor movilizador de masas que rompió con las diferencias de clases sociales, etnias, rivalidades políticas, religiosas o distancias físicas. –

Índice:

Introducción: 1

Albores de la pelota: 2

Amateurismo: Inicio del negocio y amateurismo marrón: 4

La pasión, la vida por los colores, el aguante: 6

Profesionalismo ¿Una huelga lo impulsó?: 8

Periodismo y manipulación: 11

La primera Copa del Mundo y El Boicot Europeo: 12

Conclusión: 14

Introducción:

El fútbol es el deporte más popular en la Argentina. Su dinámica genera en los aficionados pasión, desencantos, odios, llanto y decenas de sensaciones que lo convierten en un negocio perfecto para quienes lo ven y utilizan de esta manera. A lo largo de la historia ha sido una herramienta fundamental para descentralizar la discusión política apoyado en contratos fraudulentos, coimas y chantajes que se esconden detrás de una veintena de jugadores y el rodar de una pelota.

Entendiendo esto, podemos afirmar que el football o el castellanizado “fútbol” es una de las pasiones argentinas que agruparon y unieron corazones en todo el país y más allá de este también. Podemos reafirmar lo referido a este fenómeno social entendiendo que un habitante de Tierra del Fuego puede tener la misma pasión futbolera que un residente de La Quiaca.

En muchos casos, el amor por una casaca referente de un equipo también venía íntimamente relacionada con el barrio, con la cuadra, con “la esquina” donde las amistades se forjaron en pos de un mismo amor. Entendiendo esto, podemos decir que, un amigo de “la cancha” es en forma indefectible un amigo para toda la vida. Una frase popular que puede explicar este sentimiento es la siguiente: se puede distanciar de sus hijos, separar de su esposa y pelear con sus padres, pero nunca podrá cambiar la pasión por su cuadro de fútbol.

Como hecho cultural y claro exponente de la globalización, el fútbol ha sido tratado desde distintas ópticas y en distintas regiones del mundo. Se ha observado como reflejo de determinadas dinámicas sociales y también como generador de las mismas. Las preguntas que se han planteado en torno a él lo vinculan con aspectos que no son estrictamente deportivos: la conexión con el mercado mundial, las relaciones de poder, la comunicación de masas, o la visión del mundo. Y por su capacidad de convocatoria, su persuasión y facilidad para activar emociones, sabemos que, además de deporte, se trata de un fenómeno social de enorme calado en los últimos tiempos. (Acuña Gomez & Acuña Delgado, 2016, pág. 32)

Podemos afirmar que, el real amor eterno, es aquel que se da en derredor de un campo de juego con veintidós protagonistas, dos arcos y un balón de fútbol. El barrio, los jugadores, los hinchas, la parrilla de la esquina o la pizzería de la vuelta son parte de este folklore inentendible para muchos e irrefrenable para otros.

Albores de la pelota:

Si nos remontáramos en el tiempo para tratar de comprender cómo este fenómeno ingresó a nuestro territorio nacional tendríamos que situarnos a mediados del siglo XIX. Mientras Bartolomé Mitre estaba cerca de culminar su presidencia, que junto con la de Domingo F. Sarmiento y Nicolás Avellaneda se denominó “Organización Nacional”, el primer partido documentado se disputaba el 20 de junio de 1867.

La cantidad de inmigrantes europeos, sobre todo ingleses, que llegaban en aquellos tiempos a nuestro país fomentaban esta práctica que ya era una verdadera revolución deportiva en suelo británico. El escenario elegido fue el Buenos Aires Cricket Club, ubicado en Palermo, más precisamente en donde hoy se ubica el Planetario. El diario The Standard realizó una convocatoria impulsada por dos inmigrantes Ingleses Thomas y James Hogg quienes invitaron, a través de un aviso en el periódico mencionado, a una reunión para intentar propulsar la práctica del fútbol en nuestro país. Así fue que el 9 de mayo de ese mismo año se creó el “Buenos Aires Football Club” lo que vendría a ser la primera institución organizativa relacionada a la práctica de este deporte. De este modo, en los albores del fútbol moderno, ni los miembros de ese primer encuentro que el diario mencionado señaló que se disputó entre Colorados y Blancos (por los colores de las vestimentas) el cual se disputó a las 12:30 y contó con 8 jugadores por equipo, ni los integrantes de esta organización eran conscientes de lo que se generaría en poco tiempo en la población ni mucho menos podrían haber pensado que iban a calar tan hondo en el sentido de pertenencia de un país que poco a poco lo iba formando.

A partir de allí el fútbol empezó a practicarse en colegios de formación inglesa, y su crecimiento fue exponencial, a tal punto que desde 1875 se produjo una catarata de fundaciones de Clubes. El primero fue el Club Mercedes en mayo de ese año. Asimismo, el primero de los clubes modernos en abrir sus puertas fue Gimnasia y Esgrima La Plata, el 3 de junio de 1887. Siguiendo con la cronología, en 1891 se creó la primera Asociación del Fútbol en Argentina. La masividad emergente de la práctica del deporte necesitaba de una liga nacional que articulara con las incipientes instituciones. La misma no duró mucho y su existencia fue efímera, aunque tuvo la potestad de organizar la primera liga nacional. Dos años más tarde, se volvió a crear la asociación fundada por el deportista y docente escocés Alejandro Watson Hutton, considerado el padre del fútbol en nuestro país. Esta Asociación llevó el mismo nombre que la de 1891, que luego de distintos cambios de nombre, se bautizó como Asociación de Fútbol Argentino (AFA).

Cuando los deportes ingleses se pusieron de moda y su práctica era considerada deseable, especialmente entre los jóvenes, se crearon numerosas instituciones a tal efecto. La élite contaba con entidades como el Club del Progreso, con sus propias instalaciones deportivas. (Frydenberg J. D., 2011, pág. 45)

Amateurismo: Inicio del negocio y amateurismo marrón:

Las primeras dos décadas luego de la fundación oficial de la liga fueron muy populares. El deporte se practicaba cerca de las escuelas y clubes de inmigrantes británicos. El carácter del deporte era amateur, es decir, los jugadores no cobraban dinero por defender las camisetas de los clubes dentro del campo de juego. Sin embargo, el proceso, la presión popular y la utilización de la pelota como herramienta de distracción, sobre todo en las clases

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