FÓRMULAS INFANTILES
Enviado por astrid1609 • 5 de Junio de 2014 • Examen • 1.231 Palabras (5 Páginas) • 214 Visitas
FÓRMULAS INFANTILES
Leche modificada
Es la leche de vaca que ha sido
sometida a procesos de
industrialización dirigidos a
modificar su contenido nutricional
o a mejorar sus características
organolépticas.
En general, las leches infantiles son
mezclas de grasas emulsificadas,
proteínas, carbohidratos, vitaminas,
minerales y oligoelementos.
Leche de vaca
La leche de vaca comparada con la
leche humana, varía
significativamente en su
composición así: la leche de vaca
contiene mayor cantidad de
proteínas, fósforo, calcio y sodio,
pero tiene menor cantidad de
carbohidratos y grasas.
Tabla 1. Composición del la leche materna y la leche de vaca
En 100 ml Leche materna Leche de vaca
Proteínas (g)
Caseína/lactoalbúmina
Grasas (g)
Ácido linoleico (g)
Ácido alfalinolénico (g)
Carbohidratos (g)
Lactosa (g)
Minerales (g)
Relación calcio/fósforo
Hierro (mg)
Osmolaridad (mOsm/L)
Carga renal de solutos
(mOsm/L)
1.4
40/60
3.8
0.3
0.05
6.8
7.0
0.2
2/1
80
270
75
3.3
80/20
3.7
0.5
0.001
4.9
4.7
0.7
1.1/1
4
280
218
El exceso de proteínas crea el
riesgo de sobrecarga para la
excreción renal de solutos,
especialmente cuando existen
temperaturas altas, fiebre y vómito.
La proteína de la leche de vaca
posee una proporción entre la
caseína y la lactoalbúmina de
80:20, mientras que en la leche
humana es de 40:60. La caseína
forma coágulos muy gruesos, de
difícil digestión y absorción,
además, en la leche de vaca existe
mayor cantidad de beta-lactoalbúmina, proteína que tiene
un poder alergénico importante
que, probablemente, pueda ser la
causa de una pérdida oculta de
sangre en las heces de los niños
menores de seis meses, este
proceso disminuye hasta hacerse
indetectable a los 21 meses de
edad, pero dicha pérdida no ocurre
en los niños amamantados o en los
alimentados con fórmulas
infantiles.
En la grasa de la leche de vaca
existe un predominio de los ácidos
grasos saturados frente a los
insaturados, la cantidad de ácido
linoleico es considerablemente baja
y, además el porcentaje de
absorción es mucho menor
comparado con el de la leche
humana. Fomon encontró que los
lactantes sanos alimentados con
leche de vaca pueden excretar entre
33 y 36% de la grasa ingerida.
La leche de vaca tiene un contenido
menor de carbohidratos que la
humana, lo cual trae grandes
desventajas porque la lactosa
incrementa la acidez intestinal,
favorece la absorción del calcio, el
fósforo, el magnesio y otros
minerales, y evita, además el
crecimiento de bacterias
patógenas.
La leche de vaca contiene la misma
cantidad de hierro que la leche
humana, pero su biodisponibilidad
es de 1% frente a 49% en la
segunda, la biodisponibilidad
disminuida del hierro en la leche de
vaca y las pérdidas fecales
inducidas por sus proteínas,
aumentan la prevalencia de anemia
en los niños alimentados con ella.
Así mismo, algunos nutrientes
están presentes en cantidades
mínimas, como el zinc, el cobre,
algunas vitaminas y los ácidos
grasos esenciales.
Estas observaciones y algunos
datos según los cuales la
alimentación con la leche de vaca
se asocia, en los niños más
pequeños, con la aparición
posterior de diabetes tipo I,
enfermedad de Crohn, colitis
ulcerativa y anemia, han hecho que
la Academia American de Pediatría
(AAP) y la Sociedad Europea de
Gastroenterología de Pediatría
(ESPGAN) se pronuncien y definan
las desventajas de su empleo en el
primer año de vida y establezcan
las precauciones necesarias para
evitar su uso.
Leches industrializadas
La industria ha logrado producir
fórmulas infantiles muy similares a
la leche materna, aunque no ha
podido reproducir sus cualidades
inmunes y de digestibilidad. Ellas
se han convertido en parte
importante del régimen alimetario
durante el primer año de vida,
porque pueden suplir todos los
requerimientos de energía y
nutrimentos durante los primeros
seis meses y han sido probadas
con éxito en condiciones
experimentales y clínica. Las
fórmulas infantiles están indicadas
en los siguientes casos:
1. Cuando la madre no puede o no
desea alimentar al seno.
2. Como sumplementos cuando la
producción de la leche materna es
insuficiente.
3. Cuando la madre sufre
infecciones por los virus de la
hepatitis B, la inmunodeficiencia
humana, la varicela y el
linfocitotrópico humano, u otras
infecciones como tosferina, la
tuberculosis activa y la mastipatía
herpética o sidilítica.
4. Cuando el niño padece errores
congénitos en el metabolismo que
le producen intolerancia a los
componentes de la leche humana.
5. Cuando la madre usa
medicamentos que puedan hacer
daño al niño.
Fórmulas de iniciación
Indicadas en niños sanos entre los
cero y los seis meses, son fórmulas
cuya composición es tan similar a
la leche materna como ha sido
posible.
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