GLOBALIZACIÓN Y DESARROLLO CIENTÍFICO Y TECNOLÓGICO: EL GRAN RETO PARA LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS.

En la actualidad y con el fenómeno de la Globalización que velozmente progresa a nivel mundial y principalmente en los países desarrollados e industrializados, un factor importante que aún falta por incorporar completamente dentro de las naciones en vía de desarrollo es el tecnológico y el científico. Si bien es cierto que dichos países exportan productos, materias primas y manufacturas de poca tecnología, no es suficiente para la economía global ni tampoco interna de los países. Desafortunadamente, ese elemento importante en la globalización no genera una buena competitividad económica, política, además de pérdida de oportunidades y beneficios para las naciones.

Es claro que el acceder a las nuevas tecnologías es costoso y en esta época es casi inaccesible pues gran parte de los países industrializados son quienes lo abarcan. Sin embargo, para que un país que actualmente se encuentra en vía de desarrollo pueda aportar y empezar a generar tecnológica y científicamente a la economía global, es necesaria la unión y planeación de aptitudes y emprendimiento de sus habitantes, tal y como lo expresa Rubén D. Utria “… para los países subdesarrollados el único camino serio a seguir para competir es el desencadenamiento de un esfuerzo endógeno, acumulativo y planificado de desarrollo científico y tecnológico nacional, entendido éste como un proceso sociocultural de generación, adaptación, perfeccionamiento, copia, asimilación y aplicación de conocimiento, basado en la educación, la investigación científica, la asociación academia-productores, la transferencia tecnológica (…)Todo ello como parte de un gran propósito político nacional (…) y la movilización de toda una sociedad y su talento y capacidad creadora.”.

La poca participación de los países en vía de desarrollo de tecnología y ciencia, debilita su gobierno y economía, pues al no tener las condiciones aptas y necesarias para lograr un intercambio comercial lo altamente competitivo a nivel técnico-científico, obliga a importar bienes y servicios que ya vienen con la tecnología necesaria desplazando y reemplazando los productos internos. En este sentido, no se logra generar una competencia leal ni un avance en procesos y conocimientos científicos internos de dichos países y que puedan exportarse, permitiendo así a las grandes multinacionales y trasnacionales enriquecerse más, pues son quienes poseen el más rico y poderoso conocimiento de la ciencia.

El avance de la ciencia y la capacidad tecnología en los países desarrollados ha permitido que los productos que un día eran importados, ya sean generados internamente a través de la consolidación tecnológica; situación que como se explicó anteriormente, atenta contra la producción y progreso de países en vía de desarrollo al no permitir generar ingresos a sus naciones por medio de la exportación. Así mismo las naciones industrializadas buscan personas capacitadas (científicos) engendrados en los países subdesarrollados que aporten a su causa, generando así un daño y competición desleal a los países que necesitan de su talentosa población.

Al hablar de países industrializados, lo primero que se viene a la cabeza es América del Norte, Europa y los “Tigres asiáticos”, pues con cifras, se demuestra que son los líderes en avances tecnológicos y científicos a nivel mundial. Esto en contraste con América Latina, que a pesar de tener tantos recursos naturales, presenta un bajo nivel de progreso y atraso en desarrollo social y económico y en igualdad. Asia demuestra los índices más altos de crecimiento en todos los ámbitos.

Según Rubén D. Utria, el proceso de desarrollo científico y tecnológico nacional “se genera y sustenta por la vía del desarrollo del talento humano y su capacidad creadora; la educación y la capacitación profesional, la movilización consiente, deliberada y participativa de la sociedad; el reconocimiento y la exaltación de los valores profesionales y éticos de quienes se dedican a los quehaceres de la ciencia y la tecnología (…)” Es por esto que los países de América Latina y otros en vía de desarrollo deben explotar el potencial y destrezas de sus habitantes, pues es la base de un sólido crecimiento tanto económico, político y social, que contribuiría a que la nación tuviera el mismo nivel de competencia que los países industrializados.

Es de mencionar que la gran diferencia que existe entre los países desarrollados y países tercermundistas es la utilización de su recurso humano y su capacidad intelectual. La inversión de dichos países en el desarrollo intelectual de la población es lograr un avance en los objetivos de crecimiento económico, científico y tecnológico, tal como lo expresa Rubén D. Utria “Detrás del progreso científico y tecnológico de los países considerados hoy desarrollados se esconde —a manera de sustrato e infraestructura— un complejo y dinámico proceso sociocultural de dominio del conocimiento científico y tecnológico y sus correspondientes destrezas intelectuales, ingenieriles y manuales”

Sin embargo, es de vital importancia que los países tengan en cuenta las condiciones de vida de sus habitantes, pues eso ejerce gran influencia en el desarrollo y crecimiento económico del que tanto se ha venido hablando. Factores como la equidad, la igualdad y la participación ciudadana tanto de hombres como mujeres, permiten alcanzar los objetivos sociales, políticos, económicos, éticos, etc., de un país.

Por ejemplo, en países como Colombia, es importante lograr una equidad social, lograr igualdad de género, superar los problemas de educación, salud y seguridad, entre otros servicios. Es un desafío, pues de debe realizar una búsqueda de soluciones que se logran con compromiso de cada uno de sus habitantes.

Una vez se logren y se superen todos estos factores, se puede comenzar a desarrollar el avance científico teniendo en cuenta que dicho cambio debe ser de ámbito socio-cultura, económico y político. En este sentido se alcanzará el desarrollo tecnológico deseado y se planteará como objetivo perseverar en los avances cumplidos, así como también la adaptabilidad de la población en el desarrollo tecnológico.

No obstante y ya inmersos en el juego de la globalización por ser innegablemente una situación que está sucediendo en nuestros días en el mundo entero y que de una forma casi obligada todos los seres humanos del mundo hacen parte de esta, es importante evaluar los posibles caminos que un país en vía de desarrollo debe seguir para no permitirse ser castigado con la desigualdad de comercio y economía en el marco de la globalización, ya que no se puede permitir que el poder que sostienen los países industrializados

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