Habitantes en situacion de calle; Una realidad paralela
Enviado por Andrés Nicolas Mathias • 31 de Agosto de 2022 • Ensayo • 3.866 Palabras (16 Páginas) • 70 Visitas
Sociedad
Habitantes en situación de calle.
“Una realidad paralela”
Por: Andrés Nicolás Mathias Botero Melo
Isabela Valencia Betancourt
En el instante en que el mundo se paralizó a causa de la COVID-19, las calles que anteriormente estaban llenas de gente se convirtieron en un desierto silencioso, debido a las cuarentenas obligatorias pactadas por el gobierno en cada país para combatir la pandemia. Aquellos que tenían la posibilidad de quedarse en casa y laborar de manera virtual, lo hicieron, pero ¿Qué pasó con quiénes no? con las personas que su hogar son las calles. En este momento su situación es crítica, debido a que el trabajo con que devengaban su sustento ya no existe. Entre estas personas se incluyen los vendedores ambulantes, quienes entraron a estar en condición de calle al no tener recursos monetarios para subsistir, por lo que su única alternativa era estar en los andenes, para solventar sus necesidades a través de lo que se podía.
Primero que todo, es necesario aclarar que la condición de habitante de calle no es por sí misma una problemática, no lo es en todos los casos. Se configura como una problemática cuando particularmente se presentan factores psicosociales que vulneran los derechos del habitante de calle, que ponen en riesgo su integridad y/o la de terceras personas. Además, existen múltiples factores que pueden llevar a una persona a tomar la calle como su modo de vida, tales como la pobreza, la falta de educación, el consumo de sustancias alucinógenas, la falta de oportunidades, entre otras causas.
Según la Ley 1641 del 2013, se denomina habitante de calle a “Toda aquella persona sin distinción de sexo, raza o edad, que hace de la calle su lugar de habitación, ya sea de forma permanente o transitoria y, que ha roto vínculos con su entorno familiar”.
Adicionalmente, existe una importante diferencia entre el habitante de calle y el habitante en situación de calle. Por una parte, para afirmar que alguien es habitante de calle, se deben cumplir con ciertas características que van incluso desde la apariencia física, hasta el tiempo que ha transcurrido esta persona deambulando por las calles. Para ser considerado habitante de calle, debe llevar por lo menos cinco años en las mismas circunstancias, además de tener condiciones físicas, relacionales y psicosociales acordes a la cultura de la calle. “El habitante de la calle ya tiene totalmente adoptadas las prácticas de la calle. No tiene relación con su familia, se alimenta, duerme y hace todas necesidades en la calle”. Afirma Beatriz Consuegra, Coordinadora Técnica de la Fundación Samaritanos de la Calle. Con respecto a su aspecto físico, normalmente tienen la ropa muy curtida y sucia al igual que su piel, que se torna de apariencia muy quemada por la exposición constante al sol. Siempre se observa que caminan con un costal, una bolsa o una maleta encima. Así mismo, el deterioro del habitante de calle se percibe a simple vista, debido a características notorias como el estado de sus dientes, de sus uñas, su aspecto físico un poco sucio y rasgos como la forma de hablar y expresarse. Los habitantes en situación de calle generalmente, buscan un sitio donde resguardarse como aleros o debajo de escaleras, y deambulan normalmente solos. “Ellos todavía no son habitantes de calle”, afirma Beatriz y agrega: “El habitante de calle está donde están otros habitantes de calle, pues estos son muy solidarios y crean redes de apoyo entre ellos, se comparten desde lo que consumen hasta lo que comen y se ayudan unos con otros cuando hacen vínculos”.
Según José Manuel Hernández, psicólogo egresado de la Universidad Católica de Colombia, estos habitantes de calle le dan una resignificación a la calle y convierten esta “En un espacio de permanencia cotidiana y en un espacio para realizar actividades relegadas a la esfera privada como el aseo personal, la sexualidad, entre otras.
Los factores que llevan a la situación de calle son múltiples. Hay un pensar imaginario en la gente que relaciona la drogadicción directamente como la única causa que genera la situación de calle; existen diversos factores, tales como los problemas mentales, emocionales y familiares. De hecho, según estudios de fundaciones que apoyan a esta población, la expulsión familiar es uno de los factores más recurrentes en la habitabilidad de la calle, así mismo las investigaciones determinan que aproximadamente un 15% de estas personas nunca ha consumido droga.
De acuerdo con el psicólogo Malcolm Benavidez Arias, egresado de la Universidad Javeriana y Docente de la Universidad Católica de Cali, el aumento de habitantes de calle se debe a múltiples razones causales, “desde factores macrosociales como es el caso de los altos índices de pobreza y situación de exclusión social en la que viven la mayoría de colombianos; hasta factores microsociales como el ambiente familiar en el cual se han desarrollado estas personas durante su infancia y adolescencia”, afirma Malcolm, las razones por las cuales un individuo puede adoptar la condición de calle.
Por ello, al convertirse en habitantes de calle, las oportunidades laborales y de cualquier tipo son escasas, el acceso a las necesidades básicas como un techo, un plato de comida o una ducha es muy difícil de encontrar, puesto que no hay medios económicos para adquirirlo. “El rebusque” se convierte en el modo de sustento diario de este sector de la población; desde la venta de dulces y el reciclaje, hasta la mendicidad son los medios utilizados por ellos para lograr sobrevivir. De hecho, el último Censo Nacional de Población que se realizó en el 2019, arrojó que “el principal sustento de los habitantes de calle en Cali son el reciclaje (45,2 %), limpiar vidrios o cuidar carros (22,4%) y la mendicidad (11%)”.
En la calle habitan tanto hombres como mujeres, niñas y niños, lo convierten en su espacio vital bien sea por decisión propia o como último recurso y alternativa. La calle trae consigo una cultura integrada por prácticas, hábitos y valores totalmente distintos a los de la gente que no está bajo esa condición. Según el psicólogo Hernández: “La cultura de la calle ha sido fuertemente estigmatizada y poco conocida, lo que se ha constituido en un impedimento para encontrar verdaderas vías de solución”.
No obstante, la ciudad de Cali tiene la segunda población más grande de habitantes de calle. Según cifras del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), se registran 4.749 personas, superada por Bogotá con 9.538. De los 4.749 habitantes de calle censados, el 87.9% son hombres (4.175 personas) y el 12.1% son mujeres (574 personas). Estas cifras son bastante curiosas, pues se puede analizar que son más los hombres que están en situación de calle que las mujeres. Esto se debe a que las mujeres tienen más opciones para conseguir dinero, y no necesariamente como trabajadoras sexuales, por el simple hecho de ser mujeres las personas les dan dinero con más facilidad. Sólo el 15% de mujeres están en situación de calle.
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