INTERACCIONES EN LAS FILAS DE LA COOPERATIVA

*MEDIO-CLASICO-MIXTO-OFICIAL-C.T.-MAÑANA

*ABRIL 9 DE 1999 - 10:00-10:30 A.M.- N° 18

*D.M.

*DESCANSO - CHICAS DE 10° Y 11° JUGANDO BANQUITAS

*SALIENDO DE LA MISA

El timbre para dar inicio al descanso coincidió justamente con la culminación de la eucaristía en memoria del chico de décimo grado que se suicidó en días pasados. Salí del auditorio acompañado de la orientadora Helena Pinilla cuando ya se estaban poblando de estudiantes los patios de recreo. Me percato de que está lloviznando y que la cancha de voleibol está rodeada de una cinta que impide el paso al personal estudiantil, seguramente es para que no ensucien el piso del corredor de la cooperativa.

Esta cancha se ubica en el tercer patio del Colegio, entre el corredor de la cooperativa (costado occidental del patio) y el bloque donde quedan el aula múltiple y el auditorio donde se celebró la misa.

Helena me comentó que el chico suicidado era muy despierto y aplicado pero que por otra parte tendía a ser un muchacho ensimismado y retraído de los demás compañeros: "él tenía pocos amigos, se le veía casi siempre solo en los descansos". Al pasar por las filas de la cooperativa principal me extravié de la orientadora, la perdí atravesando la multitud.

*INTERACCIONES EN LAS FILAS DE LA COOPERATIVA

En medio de la gente puedo observar la manera como se aglutinan los y las estudiantes en la barra de la cooperativa para comprar los alimentos. Observo a dos chicas de octavo (aproximadamente) que utilizan sus brazos para impedir que tres chicos de décimo (aproximadamente) que están recibiendo su pedido, se les vayan encima; una de ellas dice: "¡Oiga! No se me eche encima, me está pisando, tenga más cuidado mijito".

Al salir de la montonera, uno de los tres chicos de décimo derrama unas gotas de su gaseosa sobre una de las chicas. Al darse cuenta de lo que hizo el chico se ríe diciendo: "Eso le pasa por metida, ve que estoy tratando de salir de esta mierda y se me echa encima". La chica lo único que atina a decir es: "¡oiga tenga cuidado, usted lo hizo de aposta, ¡guache!".

Otro de estos tres chicos, que ahora me doy cuenta que son cuatro, derrama un poco de su gaseosa sobre el pantalón de un chico que aparenta ser de once; este último le reclama de la siguiente manera mientras lo empuja: "¡No sea marica! Mire lo que hizo por güevón". El chico de décimo le responde: "Que pena, no ve que me empujaron, fue sin culpa güevón. Además, no le pasó nada". Se miran y continúan su camino.

También observo una chica y un chico que aparentan ser de último año y que acaban de llegar a comprar en la cooperativa. Ella se queda esperándolo afuera de la multitud, mientras él ingresa a la fila abriéndose paso con sus brazos. Después de que el chico logra comprar lo que necesitaba, sale con una gaseosa en cada mano y un sánduche entre el bolsillo del pantalón. Ella lo recibe diciéndole: "¡Ay! Muchas gracias, tan lindo"; él le sonríe y dice: "No te preocupes, vamos al patio".

Ahora observo a dos chicas que aparentan ser de décimo grado, acaban de llegar a la cooperativa. Una de ellas ve hacia la multitud y dice: "¡Freddy, Freddy! Hazme el favor de comprarme un paquete de papas y una chocolatina". El chico la voltea a mirar y le responde: "Pero pásame la plata, porque no me alcanza. ¡Rápido! Porque ya me dieron lo mío". Ella le pasa un billete y le dice: "¡Me guardas las vueltas por fa!".

*UBICACIÓN DE LOS Y LAS ESTUDIANTES ALREDEDOR DE LA CANCHA DE BANQUITAS

En el costado oriental del patio donde se encuentra la cancha de banquitas me encuentro con dos chicos y una chica de once seis, los y la saludo y les pregunto la razón por la que hay tanta gente amontonada en este lugar. Uno de los chicos me responde que están jugando un partido de mujeres: "Lo que pasa es que hoy juegan las viejas de uno de los décimos contra las de once tres y verlas jugar es muy vacano porque no dan ni una". La chica agrega: "¡Uy! Si, esas viejas todas boletas, dizque jugando fútbol".

Entonces decido meterme en la multitud de estudiantes avanzando hasta las escaleras y bajando un par de escalones. Solamente encuentro espacio para ubicarme en la esquina norte del costado oriental, del lado de la cooperativa. En este lugar descienden unas escaleras desde el corredor de la cooperativa hasta la cancha de banquitas. Estas escaleras sirven de gradería para este tipo de ocasiones, los y las estudiantes se agrupan sentados en las escaleras desde el borde de la cancha hasta arriba el piso del corredor. Hay aproximadamente diez escalones.

Observo que las escaleras están completamente colmadas de estudiantes sentados, la llovizna ha hecho que los y las estudiantes se agrupen en los corredores del Colegio, aprovechando este lugar para divertirse viendo el partido de banquitas. Las escaleras tienen una longitud de quince a veinte metros aproximadamente lo que me permite calcular que hay unos doscientos estudiantes sentados en estas escaleras. La mayoría de los/as estudiantes están siguiendo el partido de banquitas, los/as demás conversan y comen.

Adicionalmente, a la gente que permanece sentada en las escaleras, hay dos filas de estudiantes parados en el piso del corredor de la cooperativa, detrás de la última fila de estudiantes sentados/as. También observo que en el costado sur de la cancha de banquitas hay unos cien estudiantes parados/as que siguen atentos el partido.

En este momento solo caen unas pocas gotas de lluvia y la gente sigue ubicada alrededor de la cancha de banquitas. Un cálculo aproximado de los espectadores hombres equivale al sesenta por ciento, mientras que el porcentaje de las mujeres que permanecen alrededor de la cancha de banquitas se aproxima a cuarenta. El cálculo del porcentaje es aproximado.

*PARTIDO FEMENINO DE BANQUITAS

En la cancha de banquitas hay diez chicas, todas vistiendo pantaloneta medias largas y tenis. Algunas usan camiseta manga larga y otras manga corta; todas llevan puesto encima de la camiseta un peto de color que las diferencia en dos equipos. Las chicas del peto verde son del grado décimo y las de azul del once tres. Las chicas de verde conducen el balón de sur a norte para meter el gol, mientras que las de azul atacan en sentido contrario. El suelo está mojado y las chicas también se ven mojadas.

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