Implicaciones Ambientales
Enviado por menesesbarrios • 11 de Noviembre de 2014 • 1.751 Palabras (8 Páginas) • 376 Visitas
La globalización y sus dilemas constituyen un aspecto fundamental del mundo contemporáneo. La globalización designa a un tiempo de mercados globales y calentamiento global, con una brutal y creciente división entre los ricos y los pobres y con una progresiva difusión de la preocupación ambiental. La amplitud de la crisis ecológica y su creciente reconocimiento mundial luego de la llamada "Cumbre de la Tierra", realizada en Río de Janeiro en 1992, han puesto sobre la escena mundial la posibilidad de percepción de un destino común, signado por amenazas que no reconocen fronteras ni nacionalidades.
Para algunos vivimos una comunidad de destino (Boff, 1994): el destino de la especie humana está asociado estrechamente al destino de la biosfera. El alcance de los peligros que acechan a la vida humana en el planeta es revelado de manera minuciosa por informes, diagnósticos, prospecciones, estadísticas y escenarios que tienen como base un sofisticado despliegue tecnológico de detección y evaluación de desequilibrios. La sorprendente precisión de los modelos climáticos aumenta rápidamente poniendo en evidencia patrones de deterioro ambiental en todo el ámbito planetario. Las percepciones de ciertos riesgos ambientales se globalizan; fenómenos como el calentamiento global (efecto invernadero), el deterioro de la capa de ozono, la reducción de la biodiversidad convergen en una atmósfera aparentemente favorable a la conformación de una "conciencia común cosmopolita" (Beck, 1998: 66) ante los peligros globales.
Con el despliegue de la preocupación ambiental global la imagen de la "astronave Tierra" parece más popular que nunca. Ciertamente ésta es una imagen muy difundida y en buena parte plasmada en el imaginario de grupos que muestran interés y preocupación por la situación del ambiente. Se trata de una idea asociada a las nociones de supervivencia y seguridad del globo que dependen de los cambios que han inducido en la gente la percepción de que todos los humanos estamos en una gran nave espacial. Y la difusión de ésta imagen ha propagado simultáneamente la idea de que en toda astronave}, como ocurre con los autobuses, aviones, barcos y trenes, la mayoría de las personas son meramente pasajeros cuyo destino y seguridad descansa en las manos de una élite (expertos, hombres y mujeres de ciencia, tecnócratas); este último aspecto había ya había sido advertido por Hans Magnus Enzerberger a finales de los años ochenta (Enzensberger, 1988). Además, siendo que el propósito fundamental de un grupo de personas que están abordo de una nave espacial es el de sobrevivir, la calidad de una vida culturalmente significativa pasa a un segundo lugar como objetivo
Agreguemos la consideración de que, dadas las limitaciones y condiciones de una nave espacial (incluso la de un artefacto sofisticado como los que podemos observar en ciertas películas de ciencia-ficción), la metáfora de ambiente y naturaleza asociada a la nave refiere a un ámbito simplificado y uniforme refractario a la posibilidad de diversidad natural y cultural. Esta focalización en los problemas globales ha generado imágenes distorsionadas de los problemas ambientales regionales y locales, presentándolos como problemas de interés global que afectan a un patrimonio común de la humanidad y, en consecuencia, deben ser abordados y manejados globalmente (Gudynas,1993). La distorsión permite omitir el hecho de que el ambiente es primaria y eminentemente local, que la Naturaleza se diversifica creando nichos, entrelazando lo local en su propia red. De la misma forma se ignora que las intervenciones y adaptaciones humanas permanentes en esos ámbitos son también fundamentalmente locales e incluyen instituciones, prácticas sociales, formas organizativas y universos simbólicos diversos.
En este contexto ha surgido un discurso identificado con un globalismo ambiental cuya expresión más difundida se resume en la fórmula del desarrollo sustentable Si a comienzos de los años setenta del siglo pasado, ante la amenaza percibida en un crecimiento desmesurado de la población, la avidez de recursos y la inadecuación ambiental de la tecnología, el objetivo de salvar al mundo se pretendía alcanzar a través de una fórmula simple, drástica y radical : la imposición de límites al crecimiento (Behrens, 1973); a mediados de los ochenta la idea de sustentabilidad fundamentada en una buena gestión de los recursos naturales y una economía "respetuosa de la biosfera" surgió como una opción atrayente, menos traumática. No obstante, a pesar de su amplia aceptación y recurrente uso el lema del desarrollo sustentable muestra signos de desgaste.
Popularizado por el "Informe Bruntdland" (CMAD, 1987) y legitimado en la Cumbre de la Tierra, el desarrollo sustentable fue definido como un proceso de cambio en el cual la explotación de los recursos naturales, la dirección de las inversiones, la orientación del desarrollo tecnológico y el cambio institucional se encuentran todos en armonía, permitiendo así incrementar el potencial presente y futuro necesario para la satisfacción de las necesidades y aspiraciones humanas. Esto supone la adopción de ajustes dinámicos en relación a factores institucionales (tales como el estado, la comunidad y el mercado), factores económicos (que incluyen las inversiones) y factores científico tecnológicos, pero por sobre todo la definición plantea una distinción entre necesidades y aspiraciones. Dichas necesidades son referidas al contexto de la pobreza en el mundo y las aspiraciones a los patrones de vida básicos. Igualmente se establece como elemento normativo la idea de garantizar la satisfacción de las necesidades de las generaciones presentes y futuras.
El proceso de cambios que se deriva de esta idea incluye
...