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Lutero y los precursores de la Reforma Protestante

Resumen:

La Reforma protestante que se gestó en Europa durante el siglo XVI no fue un movimiento realizado de un día ara otro sino que fue una serie de complejos antecedentes los que dieron pie a separar la cohesión religiosa que había en Europa occidental durante la edad media. John Wycliffe en Inglaterra y Jan Hus en Bohemia fueron importantes precedentes en el movimiento de Lutero.

Conceptos claves: Precursores, influencia, Vicios, Ruptura.

Uno de los episodios más trascendentes para la historia del cristianismo lo fue la llamada Reforma Protestante, llevada a cavo en el siglo XVI cuyo principal personaje es Martín Lutero. Lutero quiso realizar cambios de gran relevancia mundo eclesiástico, desafiando la autoridad que el papa ejercía sobre éste. Este Cambio significó la conformación de una rama independiente del cristianismo la cual en nuestros días cuenta con un número bastante grande de fieles.

Analizando el contexto durante el cual se desarrollo la Reforma Protestante, además de hechos que se vienen dando desde hace bastante tiempo antes, nos encontramos con una iglesia Católica llena de vicios y corrupción. Esto había llevado a que el sacerdocio ya no tuviera el prestigio que había tenido anteriormente, sino que el surgimiento de la burguesía y con ella el mundo urbano traía consigo una confusión entre lo sagrado y lo profano, donde ejemplos claro de esto es la espera de potenciales clientes que hacían prostitutas en la misma iglesia. También, era común que los mismos sacerdotes se dedicaran al comercio de licor, y otras costumbres que para muchos eran incompatibles con su ocupación.

Los malos monjes a quienes no se respetaba, las riquezas de la iglesia que podrían parecer excesiva y parcialmente inútiles, los obispos y los curas que no residían en sus lugares de apostolado, pero que acumulaban los cargos eclesiásticos, los papas que se comportaban como príncipes seculares y que por ello tenían cada vez menos influencia –espiritualmente hablando- sobre los soberanos, el dinero de los cristianos, utilizado por Roma con fines puramente terrenales, las excomuniones lanzadas a veces sin otro motivo que proteger intereses materiales muy concretos, contribuyeron a desprestigiar al sacerdote y a arrojar sobre él no sólo el descrédito, sino también la duda, lo que es mucho más grave. (Jean Delymeau. 19. 1985).

El Gran Cisma de Occidente a finales del siglo XIV provocó que hubiese una desconfianza aun mayor hacia la Iglesia. En una época de disturbios en la ciudad de Roma fue elegido papa Urbano VI, cosa que no agradó a un amplio sector del clero que definió como invalida la elección y prefirió elegir un nuevo papa, Clemente VII. Ambos se excomulgaron mutuamente y el último se fue a Avignon, contando con el apoyo del rey francés. Intentando solucionar el conflicto se eligió a un tercer papa, lo que dividió aun más el clero. Con el concilio de Constanza se solución el conflicto, eligiendo a un papa reconocido de forma universal, Martín V.

Es importante señalar que desde tiempo atrás se libraba en Europa un conflicto que enfrentaba al papado con los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico respecto de los poderes que correspondía ejercer a cada uno. Aunque la contienda la ganó el papado, la situación no quedó resuelta del todo, sino que creó una rivalidad entre las partes. Inglaterra por su parte también entró en conflicto con la autoridad papal, aunque con más suerte que lo sucedido en el Sacro Imperio, ya que si bien en ese entonces Inglaterra siguió siendo católica se suprimieron varios tributos impuestos por el pontífice. Aquí comienzan los precursores de la Reforma protestante, entre ellos de gran importancia lo es el reformador John Wycliffe, quien criticaba los bajos niveles morales de sus sacerdotes, una interpretación dudosa de la Biblia además de la venta de indulgencias (esto es la venta de la salvación y eximición de culpas). Tradujo la vulgata, (la biblia usada en aquel entonces) al inglés, para predicar en su idioma y no en latín. Otro aspecto de vital importancia es el hecho de no admitir los sacramentos y por tanto la iglesia jerárquica. Fue condenado a la hoguera después de morir al considerarse que sus escritos eran heréticos. Al describir a este personaje nos viene de inmediato a la mente la imagen de Martín Lutero, con el que guarda bastante parecido en cuanto a manera de actuar que mostró frente al poder del papado y la religión católica. Además, Lutero se inspiró mucho en la persona de John Wycliffe y nunca negó su deuda con el Inglés.

Después de Wycliffe fue el turno de jan Hus de Bohemia, quien fue influido en cierta medida por el anterior. Hus estaba convencido de que se debía predicar en la lengua de los oyentes y no en latín como era de costumbre, tomando en cuenta que el latín era dominado

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