Interculturalidad Y Educación
Enviado por Elizalng • 6 de Julio de 2011 • 1.869 Palabras (8 Páginas) • 3.917 Visitas
“Términos como el multiculturalismo y diversidad social son utilizados como términos descriptivos en el discurso contemporáneo para destacar la presencia del ´Otro´. Si las relaciones interculturales y la igualdad van a convertirse en realidad, entonces estos grupos deben ser tratados como parte de la corriente dominante de la sociedad, más que de la marginal. Parte del problema es la exclusión institucionalizada, el racismo y la xenofobia dentro del propio sistema educativo”.
Vivimos en una sociedad caracterizada por la diversidad cultural, una sociedad en continuo cambio, que en algunas personas crea el miedo a la reconstrucción de identidades. Corremos el riesgo de identificar a los individuos según su pertenencia a una comunidad u otra, y de que la sociedad se fragmente en agrupaciones de culturas como experiencias particulares incomunicables.
Debemos buscar un equilibrio entre las culturas propias y las ajenas, para encaminarnos hacia un pluralismo cultural. La diversidad debe ser entendida como enriquecimiento, y no como barrera entre las personas de distinta procedencia.
La institución con más poder a la hora de crear estas barreras, es la escuela, y a la vez, la institución con más poder para romperlas. Por tanto, voy a centrar mi reflexión en la educación como derecho básico de todo ser humano, y como herramienta fundamental de lucha contra la discriminación entre personas, facilitando la integración social de todos los individuos y un acceso igualitario de oportunidades para eliminar las desigualdades derivadas de la heterogeneidad de las sociedades.
La diversidad cultural en España es una realidad a la que todavía, no sabemos enfrentarnos a pesar de la evolución del país hacia una apertura al entorno. Según Fernández Enguita, todos los poderes políticos utilizan la escuela para homogeneizar la sociedad, creando la cultura. Detrás del currículo se esconden intereses políticos, detrás de cada ley educativa que enfatiza la igualdad, el objetivo es totalmente antagónico. La escuela jerarquiza la sociedad, en individuos aptos o no, para la consecución de unos objetivos educativos impuestos, temporalizando su consecución, y categorizando personas a través de sus logros o fracasos, que vienen dados por las incorrectas evaluaciones realizadas.
Encontramos estos intereses políticos disfrazados de interés por la igualdad en las diversas leyes educativas españolas de los últimos años como la Ley General de Educación de 1970, la LODE, la LOGSE, la LOCE, o la actual ley en vigencia, la LOE. ¿Realmente existen oportunidades de igualdad, como estas leyes pretenden? Creo que analizando el sistema educativo en profundidad, podemos afirmar con certeza, un “no” rotundo.
Según María García-Cano Torrico, la cultura es entendida como algo inmutable que la educación o la interacción entre los grupos no puede modificar, siendo esto un grave error, ya que la cultura es dinámica y posee una gran capacidad de interpretación y re-construcción. Por tanto, debemos entender que no es la cultura la que crea a las personas, sino nosotros/as somos creadores de cultura, teniendo en nuestras manos la capacidad de reconstruirla y modificarla. Cada ser humano es una cultura diferente, entonces, ¿por qué rechazar las diferencias y arraigarnos a una cultura común para sentirnos parte de un grupo que nos ofrezca seguridad? Orientando este tema de nuevo hacia la educación, es fundamental hablar de educación inclusiva, como prevención para la exclusión social. Según Gerardo Echeita, los sistemas educativos son la primera fuente de exclusión social, dando soluciones educativas asimilacionistas: los que están fuera deben adaptarse a la nueva situación, sin participar ni formar parte del nuevo grupo, sino como simple espectador en silencio.
Tomando en cuenta las aportaciones de Miquel Ángel Essomba, actualmente entendemos que el sujeto central de los procesos innovadores lo constituye el profesorado. Según el autor, el profesorado ha sido poco sensible a la diversidad cultural porque ésta no ha estado presente en su formación inicial y permanente y tampoco ha formado parte del entorno social como un valor positivo. Además, añade que para construir una escuela intercultural inclusiva debemos, por una parte, transformar el currículo y las prácticas escolares en términos de posmodernidad, y por otra, combatir el etnocentrismo propio del currículum actual. Para conseguir un cambio, debemos empezar por la raíz del problema, siendo en este caso, la formación que el profesorado recibe. Desde los estudios universitarios, se deben introducir contenidos referidos a la diversidad cultural, y a las respuestas que se le deben dar, y no simplemente como una teoría a interiorizar, sino más bien, a través de prácticas educativas que sensibilicen al profesorado respecto a este tema, para ser capaz de enfrentarse a la realidad escolar, y saber poner solución a la exclusión social hallada en la comunidad educativa.
Retomando la idea de Miguel Ángel Essomba de que la diversidad cultural no ha formado parte del entorno social como un valor positivo, lo podemos relacionar estrechamente con la idea planteada por Jagsish Gundara, de la necesidad de que las sociedades desarrollen políticas inclusivas para asegurar que en términos legales y legislativos, todas las personas tengan voz, aspecto que el sistema educativo ha sido incapaz de proporcionar a los jóvenes o a las comunidades marginadas. Si el multiculturalismo se entiende como término para destacar la presencia del “otro”, esto es parte del problema de la exclusión institucionalizada, el racismo, y la xenofobia dentro del propio sistema educativo. Según Gundara, las sociedades poco o mal educada políticamente, distorsionan la complejidad de la realidad de los seres humanos, ofreciendo soluciones simplistas a la diversidad. Esto debe cambiar hacia una educación política adecuada para promover el aprendizaje y el entendimiento intercultural. En este sentido, la educación debe aportar a las personas una visión crítica y reflexiva que les permita analizar la realidad desde unos posicionamientos diferentes e innovadores, que tengan en cuenta los derechos humanos.
Otro aspecto a analizar, además de la diversidad cultural, es la diversidad lingüistica en las aulas de España. En el artículo de Ignasi Vila, Angel Huguet y Josep Maria
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