LA CULTURA COMO SIMULACRO EL FIN DE LO SOCIAL.

BAUDRILLARD, J. 1978. LA CULTURA COMO SIMULACRO

EL FIN DE LO SOCIAL.

Lo social no es un proceso claro y unívoco. Las instituciones qué marcaron los “progresos de lo social” se puede decir que producen y destruyen lo social en el mismo movimiento.  Sí lo social está hecho de las instancias abstractas qué se edifican sobre las ruinas de las sociedades anteriores, entonces esas instituciones producen más y más. El proceso se acelera con los medios de comunicación. Sí lo social está la vez destruido por lo que produce y reabsorbido por lo que produce ya no analiza nada ni designa nada. No solamente es superfluo e inútil, abstracción y residuo e incluso simplemente simulación.

El término “relación social” es enigmático: falsa evidencia. Lo social es instantáneamente relación o contacto, lo que supone ya una seria abstracción.  Las ciencias sociales vinieron a consagrar esa evidencia y esa eternidad de lo social. Hubo sociedades sin social tal como hubo sociedades sin historia. La energía de los social le llegó de la desterritorialización y de la concentración bajo instancias cada vez más unificadas.

Todo lo que se trama en ese escenario de lo social no tuvo jamás importancia en profundidad. Las cosas no funcionaron jamás socialmente sino simbólicamente. Es lo que se sobreentiende en la fórmula: el capital es un reto a la sociedad.  Esa máquina perspectiva panóptica no tiene finalidad objetivan y razón, es antes que nada una. No le importa el capital cómo lo social en su definición a la vez solidaria y antagonista.

No hay contrato hecho entre instancias distintas según la ley. No hay nunca más qué retos. El reto qué es una estructura plena, es un proceso de exterminación de la posición estructural de cada termino. Abandona con ello toda posición contractual que pueda dar lugar a una relación.

La lógica ya no es la del intercambio de valor, es la del abandono de las posiciones de valor y de las posiciones del sentido. El protagonista del reto está en una posición de suicidio, pero de un suicidio triunfal. Solo esa reversión puede poner fin al poder puesto que entra en una relación polar binaria estructural que recrea por definición un nuevo espacio de sentido y de poder.  Aquí son posibles varias hipótesis.

1. Lo social, en el fondo, jamás existió. Jamás hubo relaciones sociales. Nada funcionó jamás socialmente. No hubo otra cosa que simulación.
2. Lo social existió efectivamente, existe incluso más y más. Lo inviste todo y no hay más que eso. Triunfa la realidad de lo social. Pero lo social mismo es residuo y si triunfó en lo real, es justamente en tanto que real. Residuo creciente y pronto universal.

Está claro que no se puede decir que lo social muere puesto que ya en este momento es la acumulación de lo muerto. Desperdicio y reciclado así sería lo social a imagen de una producción cuyos ciclos han salido de las finalidades sociales para llegar a hacer una nebulosa espiral que se ensancha en cada una de las revoluciones que describe. A medida que se fortalece la razón social, es la colectividad entera la que se convierte pronto en residual y por tanto es lo social lo que se extiende.

La integración simbólica es remplazada por una integración funcional: unas instituciones funcionales toman a cargo los recibos de la desintegración simbólica, una instancia social aparece allí donde no la había. Las relaciones sociales proliferan.

Inmigrantes, delincuentes, mujeres designados cómo residuales en el horizonte de lo social están destinados encontrar su lugar en la socialidad. Cuando está todo socializado la máquina se detiene y es el sistema entero que se convierte en residuo. Lo social se designa a el mismo cómo resto.   Sí lo social no es más que resto ya no es el lugar de un proceso o de una historia positiva, ya no es más que el lugar de apilamiento y de la gestión de la muerte.  En esta perspectiva lo social puede aparecer hoy en día cómo lo que es: un derecho, una necesidad.

Estos residuos se gestionan en lo social como ecosistema: especie de espacio letal de seguridad que viene a subvenir por todas partes a la dificultad de vivir proporcionando por todas partes la calidad de vida.  Así para nosotros la figura de lo social es otra figura de la muerte.

EXKURS: LO SOCIAL, EL DESGLOSE FUNCIONAL DEL RESTO.

Lo social lo es al doble título de: producir resto y a aniquilarlo. Para ello, el aumento de la riqueza arruina el orden social ya que no permite la acumulación de resto, este resto sea demográfico, económico o lingüístico debe ser liquidado.

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