LA EDUCACION: AGENTE DE CAMBIO PARA AFRONTAR LOS NUEVOS DESAFIOS DE LA HUMANIDAD
Enviado por yaraesbonika • 17 de Agosto de 2021 • Tesis • 3.850 Palabras (16 Páginas) • 98 Visitas
[pic 1]
LA EDUCACION: AGENTE DE CAMBIO PARA AFRONTAR LOS NUEVOS DESAFIOS DE LA HUMANIDAD
[pic 2][pic 3]
La educación representa un proceso por medio del cual el ser humano adquiere distintas herramientas para su inserción en la sociedad y su realización personal. En este proceso intervienen distintas disciplinas con el propósito de facilitar su comprensión, guía y estudio.
El papel de la educación en la formación de los individuos y en el desarrollo de la sociedad es incuestionable. A través de ella se transmite a través de generación en generación, conocimientos, cultura, prejuicios, valores, entre otros. Y podemos transmitir, compartir, comunicarse y manipular información para la educación y/o trabajo, también por medios de los ensayos podemos organizar la información. También podemos decir que las escuelas de ahora son muy diferentes a las de antes ya que en las escuelas de antes los libros de consulta y texto traían contenido para la fácil interpretación y utilización, los alumnos estaban en contacto con sus compañeros ya que a veces le pasaba las mismas situaciones y las secuencias del conocimiento se adquieren muy simple pero muchas veces al no tomar en cuenta las capacidades y habilidades particulares de cada alumno hacían que perdiera su identidad y el maestro no siempre estaba preparado para controlar a los alumnos ya que estos en muchas ocasiones le imponían la presencia del maestro en frente del grupo de clase, mientras en las escuelas modernas hay la utilización de métodos activos y técnicas grupales pero poca orientación y control, espontanéismo de la enseñanza y problemas de la estructuración de contenido, pero el alcance de derecho a la educación, dar prioridad al desarrollo de la población rural a partir de la educación, entre otros. Son los desafíos a los que el país se debe enfrentar para lograr mejorar la educación y también tratemos de mantener esas tradiciones familiares, actuar consciente de lo que hemos hecho, transmitir los buenos valores y dejar de pensar con egoísmo y por el beneficio propio y cambiar nuestra forma de ser, debemos ser diferente, ser amable y lo principal es ser responsable
El Día de los Derechos Humanos se celebra cada 10 de diciembre, conmemorando el día en que, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En 1950, la Asamblea adoptó la resolución 423 (V), invitando a todos los Estados y organizaciones interesadas a que observen el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos. En 2017, el día fue dedicado al lanzamiento de una campaña de un año de duración para conmemorar el 50 aniversario de los dos pactos internacionales de derechos humanos: el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que fueron adoptados por la Asamblea General el 16 de diciembre de 1996. La Asamblea General proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto individuos como instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, así como el cumplimiento de sus obligaciones, y a su vez, mediante medidas progresivas de carácter nacional e internacional, se asegure su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de Estados miembros como entre los de los territorios dispuestos bajo su jurisdicción. En este punto, Como respuesta ante el nuevo escenario que ha irrumpido en nuestras vidas, es cuando resurge el mundo on-line como modo alternativo a la educación presencial, ganando la credibilidad que durante muchos años se le ha negado al presentarlo como algo ajeno al ámbito educativo y cuyo uso se debía limitar a escasas actividades en línea. Casi nadie parecía concebirlo como algo que abre un sinfín de posibilidades para un desarrollo pleno del proceso educativo de los estudiantes.
Obligados por las circunstancias, los docentes empezaron a lanzar las primeras clases on-line, contando únicamente con su creatividad y su querer hacer las cosas bien, a pesar de que muchos nunca habían experimentado la docencia en un entorno fuera del presencial. Y así, de manera paulatina, se han ido sumando otro tipo de actividades de carácter extraescolar, de entretenimiento o de juego, con fines educativos o no, que pretenden aportar su granito de arena en este duro proceso por el que estamos pasando. Una vez que todo está en marcha, empiezan a surgir nuevas dudas razonables donde lo académico pasa a un segundo plano y comienza a adquirir importancia la valoración de las desigualdades que esta nueva realidad podría estar provocando. Encontramos que cada colegio, instituto, universidad y Comunidad Autónoma establece su propio plan de actuación, diferentes entre ellos, y que limitan su proceso de adaptación. Los más avanzados consiguen adaptarse a la nueva realidad y mantener, aunque sea de una manera distinta a la habitual, un ritmo “normalizado” de clases, tareas y exámenes, mientras otros, más anclados a estructuras presenciales, quedan atrás. En este caso, se establece una primera desigualdad que no permite que en todo el país se avance de la misma manera ni al mismo ritmo, dando lugar a un importante malestar social, especialmente dentro del ámbito educativo.
Vivimos en una sociedad en que la ciencia y la tecnología ocupan un lugar fundamental en el sistema productivo y en la vida cotidiana en general. Parece difícil comprender el mundo moderno sin entender el papel que las mismas cumplen. La población necesita de una cultura científica y tecnológica para aproximarse y comprender la complejidad y globalidad de la realidad contemporánea, para adquirir habilidades que le permitan desenvolverse en la vida cotidiana y para relacionarse con su entorno, con el mundo del trabajo, de la producción y del estudio. Las Ciencias de la Naturaleza se han incorporado en la vida social de tal manera que se han convertido en clave esencial para interpretar y comprender la cultura contemporánea.
Por lo tanto, ya no es posible reservar la cultura científica y tecnológica a una elite. La sociedad ha tomado conciencia de la importancia de las ciencias y de su influencia en temas como la salud, los recursos alimenticios y energéticos, la conservación del medio ambiente, el transporte y los medios de comunicación, las condiciones que mejoran la calidad de vida del ser humano. Es necesario que amplios sectores de la población, sin distinciones, accedan al desafío y la satisfacción de entender el universo en que vivimos y que puedan imaginar y construir, colectivamente, los mundos posibles. Es importante acceder a los conocimientos científicos por muchas y múltiples razones, pues como dice Claxton (1994) «importan en términos de la búsqueda de mejores maneras de explorar el potencial de la naturaleza, sin dañarla y sin ahogar al planeta. Importan en términos de la capacidad de la persona para introducirse en el mundo de la Ciencia por placer y diversión. Importan porque las personas necesitan sentir que tienen algún control sobre la selección y el mantenimiento de la tecnología que utilizan en sus vidas ... e importan porque la Ciencia constituye una parte fundamental y en constante cambio de nuestra cultura y porque sin una comprensión de sus rudimentos nadie se puede considerar adecuadamente culto, como dijo C.P. Snow hace muchos años». La adquisición de una metodología basada en el cuestionamiento científico, en el reconocimiento de las propias limitaciones, en el juicio crítico y razonado, debe insertarse en todo proyecto de desarrollo de la persona y colaborar en la formación de un ciudadano capaz de tomar sus propias decisiones, ya que prepara y favorece una actitud crítica, razonable. Como dice Gil (1996), «la influencia creciente de las ciencias y la tecnología, su contribución a la transformación de nuestras concepciones y formas de vida, obligan a considerar la introducción de una formación científica y tecnológica (indebidamente minusvalorada) como un elemento clave de la cultura general de los futuros ciudadanos y ciudadanas, que les prepare para la comprensión del mundo en que viven y para la necesaria toma de decisiones». Esta convicción nos conduce a reivindicar la incorporación de la educación científica a la educación obligatoria. Pero esta reivindicación debe estar unida a un nuevo enfoque de la enseñanza de las ciencias que permita asegurar una educación científica de calidad con equidad, es decir, no reservada sólo a unos pocos. Debemos en primera instancia reconocer que dicha enseñanza debe situarse en un enfoque más general de la educación. Una educación que se comprometa a formar y preparar a todos para afrontar su vida posterior. Cuando nuestros países optaron por una educación general obligatoria de mayor duración, respondían a una necesidad ineludible, impuesta por las exigencias de la vida social y política. Una sociedad democrática requiere un alto nivel de participación, que sólo es posible si se les brinda a los ciudadanos la formación necesaria para alcanzarla efectivamente por otro lado, las medidas de distanciamiento social pueden causar una reducción significativa en la actividad física durante el período de confinamiento y conducir a un aumento de la mortalidad prematura. De hecho, algunos estudios ya apuntan a un descenso de entre un 20 y un 30% en el ejercicio entre la población. La actividad física es muy importante para la salud física y mental, incluyendo el sistema inmunitario. El desarrollo de ejercicio en el hogar puede mitigar algunos de estos efectos. Con el objetivo de promover la actividad física, se han producido llamamientos para permitir caminar y andar en bicicleta como parte de los programas de confinamiento en el hogar. Aunque es razonable, la pregunta es cómo incorporar esta medida sin aumentar el riesgo de contagio. Ciertamente, en las primeras semanas, es aconsejable no salir al aire libre, pero a mediano y largo plazo se deben permitir actividades físicas al aire libre como parte de cualquier restricción mientras tanto el dibujo es una de las actividades que más les llama la atención a los niños. Además de ser entretenido, el dibujo contribuye a desarrollar numerosas funciones cognitivas y psicomotrices. A través del dibujo, se consigue la destreza de coger con los dedos objetos como las pinturas y de manejarlas con precisión para dar lugar al dibujo, y para esto es necesario tener un determinado nivel de desarrollo de la coordinación óculo-manual y la motricidad fina. Dibujar, también favorece el desarrollo de la imaginación y capacidades creativas, pero también implica el uso de funciones perceptivas complejas y de la memoria o la inteligencia espacial. El dibujo se ha utilizado tanto para evaluar y diagnosticar problemas afectivos, como para intervenir en multitud de casos en los que no es fácil el uso del lenguaje verbal. Por lo que el dibujo tiene gran importancia para los niños para poder afrontar situaciones adversas regulando sus emociones. Cualquier medio de expresión artística puede ayudar en la mejora de conflictos internos y en un conseguir un mayor autoconocimiento. No se necesita saber dibujar o pintar, el objetivo no es crear una obra de gran valor artístico, sino que a través del proceso que esto implica, se pueda tomar conciencia de las estrategias con las que cada persona cuenta para enfrentarse a los obstáculos que se le presentan con la utilización de diversos medios artísticos una persona de cualquier edad, capacidad artística y cultura puede revisar sus procesos internos, involucrándose en un camino que lo conducirá al crecimiento personal.
...