LA POBLACION Y CALIDAD DE VIDA EN COLOMBIA
Enviado por carlosdiaz0621 • 24 de Enero de 2014 • Tesis • 8.357 Palabras (34 Páginas) • 481 Visitas
LA POBLACION Y CALIDAD DE VIDA EN COLOMBIA
La población
Al finalizar el siglo XIX, la población colombiana reflejaba el impacto de largos periodos de guerras civiles, inestabilidad política y estancamiento económico, estaban sumidos en la completa ignorancia. La población en Colombia creció de una forma desenfrenada por diferentes factores como lo eran un control natal era nulo se tiene que en tan solo 22 años se duplicaba la población, lo que normalmente se demoraba 50 años así se pudo establecer que menores de 15 años era el 47% de la población algo nunca antes visto hasta esta fecha y se percataron que Colombia era un país de niños.
Surge otra problemática que fue el desorden social, la marginalidad y con ella el inconformismo. Surge también la violencia que siempre ha existido en este territorio y por la época de 1951 al 1973 desplazan a más de cuatro millones de campesinos a zonas urbanas es decir si buscamos el porqué de la sobrepoblación de las ciudades tenemos la respuesta que ha sido siempre huyendo de la violencia y así mismo más de medio millón de Colombianos emigraron a otros países como Venezuela, ecuador, estados unidos entre otros.
Calidad de vida de los colombianos
Iniciando el siglo XX, las condiciones de vida y de salud de los colombianos eran sumamente precarias para la inmensa mayoría de los habitantes del país. No menos del 90% de la población residía en el campo o en pequeños pueblos, en donde los servicios de salud gubernamentales eran prácticamente inexistentes. Los centros urbanos importantes carecían de servicios públicos básicos: agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, mataderos públicos, plazas de mercado y servicios asistenciales. Los bajos ingresos, el pobre nivel educativo, los hábitos alimentarios y de higiene, las endemias y las enfermedades infecciosas y parasitarias, entre otras patologías, daban cuenta de los elevados índices de mortalidad general e infantil de la época.
Por este motivo un colombiano tenía un promedio de vida de 28 años.
Para la década de los 30 los estudios reflejan el grado de atraso de nuestro país: en Bogotá había una cama de hospital por cada 439 habitantes. En el choco y bolívar una por cada 4.300 habitantes
De 807 municipios colombianos, 556 carecían de acueducto; El resto de la población carecía de agua potable. Apenas el 3% de la población tenía alcantarillado. La ausencia de higiene se reflejaba en los más altos índices de mortalidad infantil. Fue el gobierno de Santos al que le correspondió construir escuelas, construir viviendas, construir hospitales.
El decreto 200 de 1939 creó el Instituto de Crédito Territorial y lo autorizó para hacer préstamos hipotecarios con treinta años de plazo. Que junto con el Banco Central Hipotecario constituyen el esfuerzo más agobiador para mejorar la calidad de vida de la población.
En el transcurso de las tres primeras décadas, la esperanza de vida se incrementa en ocho años, llegando en 1930 a 36 años en promedio. La mortalidad infantil desciende a 200 defunciones por cada 1.000 nacimientos y la mortalidad general a 27 defunciones por cada 1.000 habitantes.
Entre 1940 y 1960, la mortalidad se reduce en un 50%, pasando de 22 a 11 defunciones por cada mil habitantes.
La década de los sesenta encuentra, una Colombia diferente, con mejoras sustanciales en la calidad de vida de sus gentes: el índice físico de calidad de vida, se eleva de del 64 al 71, el gasto público per cápita en educación y salud, medido en moneda constante, crece al 12% anual; la capacidad instalada en energía pasa de 580 MW a 2.078; el consumo per cápita de energía se incrementa de 65 KWH a cerca de 150 KWH; el parque automotor total del país se ve adicionado durante el período en 190.000 vehículos.
Entre 1950 y 1960 el número de habitantes por médico pasó de 6.919 a 3.789, mientras que el número de establecimientos educativos aumentó de 13.000 a 23.600 entre 1951 y 1964. El número de abonados al acueducto pasó de 123,3 (por mil) a 132,5 entre 1953 y 1960.
Para 1960, las condiciones de vida no eran aceptables para la mayoría de la población, pero eran en todo caso mejores que quince años atrás.
Al fin de 1970 el país es urbano con un mercado de clase media importante, que elimina las restricciones de tamaño, vigentes diez años atrás. Para 1970, los retos que plantea el desarrollo son los típicos de una sociedad urbana en rápido crecimiento, que ve crecer su fuerza laboral urbana a tasa muy elevadas, fruto de los altos índices de natalidad vigentes en el pasado, de la mejora en la atención de salud y de in proceso migratorio interno campo-ciudad creciente y selectivo.
Terminando la década de los 90s, la dinámica demográfica nacional ciertamente había contribuido a la solución de muchos de los agudos problemas que afrontaba el desarrollo económico y social del país hace apenas dos décadas. Las perspectivas eran bastante optimistas para la creación de condiciones de vida más favorables para la inmensa mayoría de la población. La reducción del crecimiento demográfico, la disminución del tamaño de las familias, la promoción social de la mujer, el descenso de las tasas de dependencia demográfica, el incremento de la esperanza de vida, la baja de la mortalidad infantil, la redistribución espacial de la población y la desaceleración del ritmo de urbanización constituyen en conjunto factores particularmente propicios para alcanzar en el futuro inmediato niveles de crecimiento mayores y una más amplia apertura de oportunidades para los sectores tradicionalmente rezagados.
A pesar de las buenas perspectivas que se tenían al finalizar la década de lo 90s , también se tenían interrogantes por el progresivo envejecimiento de la población, sin la adecuada infraestructura económica y social para responder apropiadamente a sus inminentes demandas.
SECTOR PRIMARIO EN COLOMBIA
Entre 1880 y 1920 comienza en Colombia un despegue lento debido los impulsos propiciados por el café. A partir de 1920 l inicia un período de aceleradas transformaciones en el orden económico, motivadas por los acontecimientos externos favorables que lograron canalizar las fuerzas económicas y sociales internas, alcanzando resultados sorprendentes. La “prosperidad al debe”, como se llamó al progreso de estos años, se vio limitada por la gran crisis de 1929-1930, la cual, si bien en lo inmediato se tradujo en una paralización del aparato productivo y en una marcada inestabilidad, acabó a la postre transformando el escenario económico, social y político, e impulsando un proceso de modernización económica cuyo resultado más visibles fue sin duda la industrialización.
El surgimiento
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