LA TOLERANCIA Y LA SOLIDARIDAD
Enviado por Lorena Calderon • 4 de Diciembre de 2015 • Apuntes • 2.860 Palabras (12 Páginas) • 253 Visitas
Taller 07 del artículo académico
Primer borrador: LA TOLERANCIA Y LA SOLIDARIDAD
Nombres de los estudiantes:
LORENA CALDERÓN SALAS SABRINA LANASCA MARICARMEN SOLIS
NATY TORRES FELIPE TRUJILLO
Sección: W Docente: HELÍ CORDOBA Fecha de presentación: 26/10 al 31/10
LA TOLERANCIA Y LA SOLIRADIDAD
Autores: LORENA CALDERÓN SALAS SABRINA LANASCA MARICARMEN SOLIS
NATY TORRES FELIPE TRUJILLO
Resumen
La verdadera solidaridad, es aquella que está llamada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada principalmente en la igualdad universal que une a todos los hombres. Esta igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido. El mundo se caracteriza por su diversidad, la intensificación de la intolerancia y de los conflictos representan una amenaza potencial para todas las regiones. Esta amenaza es universal y no distingue en ningún país en particular. Por tal razón, el valor de la Tolerancia se hace esencial para el diario de vivir, aprender a respetar a las demás personas como también sus diferencias y pensamientos sin importar que sean diferentes a los nuestros. Nunca se insistirá lo suficiente en la gran importancia que tiene la Tolerancia, como bien se sabe, no se dispone sino de un mundo para todos los seres humanos, por todo esto, la educación en la Tolerancia debe constituirse en un pilar fundamental de la sana convivencia.
Palabras clave
Tolerancia, Respeto, Pensamientos, Solidaridad, Proyectos, Ser Humano, Extinto.
Resumen en inglés
True solidarity is one that is bound to boost the real winds of change that support the development of individuals and nations, is based mainly on universal equality that unites all men. This equality is a direct and undeniable derivation of the true dignity of the human being, which belongs to the intrinsic reality of the person, regardless of race, age, sex, creed, nationality or party. The world is characterized by diversity, escalating intolerance and conflicts represent a potential threat to all regions. This threat is universal and does not distinguish in any particular country. For this reason, the value of Tolerance is essential for daily living, learn to respect others as well as their differences and regardless thoughts that are different from ours. Never insist enough on the great importance of tolerance, as is well known, it is not available but a world for all human beings, for all this, education in tolerance should become a cornerstone of healthy coexistence.
- LA INTRODUCCIÓN
La Tolerancia es el valor que se les da a las demás personas sin importar su raza, su credo, sus costumbres, sus pensamientos o sus proyectos aunque estos no sean como los nuestros. La Tolerancia nos lleva a reconocer que hay muchas formas del ser humano
Y nos ayuda a entender a los demás.
En la medida en que nos conozcamos, entendamos y aceptemos que el hombre es lo que es y no lo que nosotros queremos que sean, podrá surgir la clave a la tolerancia.
La solidaridad es un valor que está en alza. A nivel individual se ha desarrollado de forma importante el voluntariado, que en muchos casos ha perdido el matiz religioso que ha tenido a lo largo de la historia. A nivel institucional las empresas, a través de sus fundaciones, cooperan con proyectos humanitarios y así lo hacen saber a la opinión pública. Los países destinan parte de su P.I.B. a la ayuda al desarrollo, aunque en opinión de muchos esta cantidad es aún muy pequeña. Todavía queda mucho por hacer, sin embargo existe una mentalización generalizada de que hay que ser solidarios y que no es posible quedarse de brazos cruzados ni los ciudadanos, ni las empresas, ni los estados.
- (título que inicia el cuerpo del artículo)
Pero hay algo más que la sola tolerancia, en cuanto ésta supone una cierta indiferencia ante el otro es un “tolerar” al otro con una cierta pasividad del que se desentiende de su destino; es un no asumir responsablemente la imposibilidad que pudiera tener el otro en el aceptar las razones. Y, más aún, fuera ya de la mera pretensión de verdad y validez, en referencia al cumplimiento de una pretensión de justicia, cuando alguien opina que obra lo que hace con o por el otro justamente. La solidaridad con las víctimas es el tema de una filosofía transmoderna, crítica, mundial, de liberación. De una filosofía que crece en la oscuridad de los excluidos, que sin embargo luchan en la esperanza de otro mundo, de un altermundismo que se desarrolla ante nuestros ojos, que se manifestó en el “¡que se vayan todos!” del 21 de diciembre de 2001 en la Argentina despojada, o en los millones en cientos de ciudades de todo el mundo del 15 de febrero de 2003 ante una guerra injusta, intolerante, falta de toda solidaridad para con los pobres, los condenados de la Tierra. La tolerancia y la solidaridad son valores morales que se van practicando día a día, y los cuales son considerados una “virtud”
Pero hay algo más que la sola tolerancia, en cuanto ésta supone una cierta indiferencia ante el otro es un “tolerar” al otro con una cierta pasividad del que se desentiende de su destino; es un no asumir responsablemente la imposibilidad que pudiera tener el otro en el aceptar las razones. Y, más aún, fuera ya de la mera pretensión de verdad y validez, en referencia al cumplimiento de una pretensión de justicia, cuando alguien opina que obra lo que hace con o por el otro justamente. La solidaridad con las víctimas es el tema de una filosofía transmoderna, crítica, mundial, de liberación. De una filosofía que crece en la oscuridad de los excluidos, que sin embargo luchan en la esperanza de otro mundo, de un altermundismo que se desarrolla ante nuestros ojos, que se manifestó en el “¡que se vayan todos!” del 21 de diciembre de 2001 en la Argentina despojada, o en los millones en cientos de ciudades de todo el mundo del 15 de febrero de 2003 ante una guerra injusta, intolerante, falta de toda solidaridad para con los pobres, los condenados de la Tierra. La tolerancia y la solidaridad son valores morales que se van practicando día a día, y los cuales son considerados una “virtud”.
El hombre debe conocer y poner en práctica los valores que están integrados en su ser para poder ser justo, tomando en cuenta la igualdad en las personas y para ello debe ser solidario. La solidaridad es el valor fundamental en las buenas relaciones que se manifiestan en la sociedad, este término nace del ser humano y se dirige esencialmente al ser humano, está fundada en la igualdad universal que une a todos los hombres; esta igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido. Por otro lado, se considera la solidaridad como uno de los valores humanos por excelencia, del que se espera cuando un otro significativo requiere de nuestros buenos sentimientos para salir adelante. En estos términos, la solidaridad se define como la colaboración mutua en la personas, como aquel sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento, sobre todo cuando se vivencian experiencias difíciles de las que no resulta fácil salir. “La verdadera solidaridad se ejercita atendiendo ambas partes, se atienden a las necesidades físicas y después a las morales” Madre Teresa de Calcuta.
La tolerancia debe admitirse como el respeto a la diversidad, sin embargo este respeto a las diferencias tiene un matiz activo y pasivo. Ser tolerante pasivo puede tener un grado de perjuicio cuando, por ejemplo, se es indiferente ante la violación de los derechos fundamentales de las personas. Hay situaciones en las cuales no podemos ser inertes y debemos actuar con energía, mas no con violencia. Ghandi decía “si respondemos ojo por ojo, lo único que conseguiremos será un país de ciegos”. En otro orden, la tolerancia activa busca entender y valorar las ideas discrepantes, implica solidaridad y benevolencia, entendiéndose esta última como simpatía y una actitud de buena voluntad. Séneca, filósofo romano, decía que los hombres deben estimarse como hermanos y conciudadanos, porque “el hombre es cosa sagrada para el hombre”.
El mundo, nuestra extensa familia, puede describirse como un gran árbol con muchas ramas, ramificaciones y brotes. Cada nación representada por una rama es un hermano o una hermana que tienen su propia familia. Estas familias representadas por ramificaciones son las diferentes regiones y comunidades compuestas por todas las religiones y grupos étnicos y que por tanto deben ser respetados. Este valor es muy importante de llevarlo a cabo desde la escuela y más aún en el entorno que rodea a nuestro centro educativo debido a la variedad de culturas que existen en él y a la necesidad de comprometer a los alumnos/as del respeto por el otro y de la unión entre ellos.
El mundo, nuestra extensa familia, puede describirse como un gran árbol con muchas ramas, ramificaciones y brotes. Cada nación representada por una rama es un hermano o una hermana que tienen su propia familia. Estas familias representadas por ramificaciones son las diferentes regiones y comunidades compuestas por todas las religiones y grupos étnicos y que por tanto deben ser respetados. Este valor es muy importante de llevarlo a cabo desde la escuela y más aún en el entorno que rodea a nuestro centro educativo debido a la variedad de culturas que existen en él y a la necesidad de comprometer a los alumnos/as del respeto por el otro y de la unión entre ellos.
Como valor o derecho es innegable su propensión para lo social, y es más se puede concluir que el mundo actual es el que es porque se vive y se actúa de modo insolidario si fuese de otro modo no habría personas pasando privaciones, sufriendo enfermedades o excluidos de las escuelas que forman ciudadanos comprometidos con otros ciudadanos. Por lo tanto, es importante que prestemos atención a los sectores más marginados puesto que solidaridad es luchar contra la desigualdad y por reconocer los derechos humanos, dentro de una sociedad debemos apoyarnos ya que juntos somos más fuertes, las personas deben practicar actos solidarios sin esperar recompensa y debemos practicarlo para lograr efectivización de derechos y de valores tales como la justicia y la igualdad.
La solidaridad es un valor articulador de la sociedad y, por tanto, un factor esencial de reconocimiento de la comunidad global que conforman los seres humanos, si se tiene en cuenta que cuidándonos unos a otros es que podemos sobrevivir. Sin embargo, en los días actuales la solidaridad suele pasar desapercibida o no ocupa tanto espacio en nuestra vida debido a todas las ocupaciones. Esta idea de comunidad, que tuvo en la tradición del pensamiento cristiano una de sus principales referencias, significa encontrar un ámbito de conciliación entre la indudable pluralidad y diversidad que caracteriza a las sociedades humanas y el reconocimiento de una serie de valores comunes y, en consecuencia, universales, que nos caracterizan radicalmente como seres humanos dotados de dignidad. Pero para que esa comunidad sea una realidad es necesario establecer un consenso sobre sus valores fundamentales, trabajar para extender los principios de paz, equidad y bienestar, y por asentar un principio básico de reconocimiento y reciprocidad.
La solidaridad es un valor articulador de la sociedad y, por tanto, un factor esencial de reconocimiento de la comunidad global que conforman los seres humanos, para que la comunidad sea una realidad es necesario establecer un consenso sobre sus valores fundamentales, trabajar para extender los principios de paz, equidad y bienestar, y por asentar un principio básico de reconocimiento y reciprocidad. La solidaridad participa como factor esencial de la comunidad global a la que pertenecen los seres humanos y es importante que la apliquemos dentro de la sociedad, en el círculo de la educación, en la familia y en lo que respecta al contexto social.
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