LAS 10 CARAS DE LA INNOVACIÓN

Dirección de la producción 2020-2021

RESUMEN “LAS 10 CARAS DE LA INNOVACIÓN”

        Lo más importante para que una empresa logre imponerse a su competencia es ser capaz de reinventarse continuamente, es decir, ser capaz de innovar. Tener un buen producto puede darte ventaja durante un tiempo, pero es la capacidad de innovar la que hace que una empresa sea líder en su mercado.

        Uno de los principales enemigos de la innovación en las empresas es el conocido “abogado del diablo”, se trata de ese miembro de la empresa que está acostumbrado a hacer las cosas de una manera tradicional y rechaza todo lo que se aleja de eso y, por tanto, pone todas las objeciones posibles. Es importante conseguir inculcar a los componentes de la empresa que la innovación es fundamental para alcanzar el éxito.

        Para innovar es necesario accionar, es decir, llevar a cabo la idea que se tiene mente ya que esto no ocurre de manera automática o espontánea. Los diferentes pasos para llegar a ese objetivo son la cadena de procesos y sus necesidades para concretar ese proyecto determinado.

        Esa cadena estará formada por diferentes especialistas los cuales desempeñarán su función con una determinada responsabilidad. Estos pueden encontrarse tanto dentro como fuera de la compañía. La idea fundamental es encontrar quién es el indicado para desarrollar esas habilidades y poner en práctica las ideas.

        Según Tom Kelley existen 10 tipos de roles, los cuales se agrupan en tres grupos basados en el aprendizaje, la organización y la construcción.

        Con respecto al grupo de aprendizaje, pueden destacarse tres rolles: el antropólogo, el científico o experimentador y el polinizador o interpolinizador.

        La principal función del antropólogo es la de observar ‘tal y como lo haría un niño pequeño’, con el objetivo de detectar el problema que puede estar ocurriendo dentro de la empresa, es decir, sin prejuicios o etiquetas a la hora de analizar, ya que lo único que puede provocar es dificultar el proceso y ralentizarlo. La importancia en la observación del antropólogo se refleja como la manera de enfocar el presente y el futuro con los recursos, procesos y costos disponibles, en términos económicos o empresariales. Pero también en términos psicológicos a la hora de gestionar las emociones y percepciones por parte de los miembros del equipo.

        Aquellos que presentan el rol de científicos, se basan en probar, experimentar o utilizar las diferentes herramientas disponibles para innovar. El experimentador cumple la función de prueba y error, en base a ello, desarrolla métodos y modelos para poder proponerlos y ponerlos en marcha en forma de idea. Además, se encargan de detectar las diferentes opciones y riesgo desde el principio hasta el fin del proceso. Con ideas como el ahorro del tiempo y recursos para conseguir una determinada eficacia.

El rol de los polinizadores se basa en la metáfora de las abejas, es decir, se encargan de llevar las riquezas de las diferentes plantas o árboles a tu planta (tu empresa), van polinizando la riqueza empresarial. Los polinizadores se encargan de recolectar o perfeccionar la información y la sustancia que puede contribuir a implementar una idea de la mejor manera. También pueden ser los encargados de detectar si es buen momento para implementar un nuevo proceso o si es mejor dejarlo pasar para retomarlo después.

        En el grupo de los organizadores pueden destacarse tres roles, todos ellos se caracterizan por ver los retos como un juego de ajedrez.

        El primero de estos, es el denominado “saltador de obstáculos” o atletas, se caracterizan por controlar el terreno en que juegan, se les ocurren ideas capaces de lidiar y esquivar los obstáculos, de ahí su nombre. Tienen muy conscientes a lo que se enfrentan y cuál es el valor de lo que hacen, por eso la perseverancia es lo que los identifica; si algo no sale a la primera, su mentalidad no desiste y lo siguen intentando siempre y cuando consideren que se puede lograr. No son personas necias y saben aceptar un no o una demora de algún proyecto. Gracias a sus cualidades permiten llevar a cabo una buena serie de estrategias con el fin de no fracasar.

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