LAS CONDICIONES DE ECUADOR INCENTIVAN A CHILE COMO PAÍS DE DESTINO DE LA TRATA DE PERSONAS

LAS CONDICIONES DE ECUADOR INCENTIVAN A CHILE COMO PAÍS DE DESTINO DE LA TRATA DE PERSONAS

Trabajo de metodología de la investigación

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Valentina Illanes-María Constanza Neira- Bárbara Zambra

12/05/2019

Mauricio Benitez

ABTRACT

Como se ha visto en la evolución que han tenido los países es que no todos han tenido el mismo progreso, es por eso que las personas que no cuentan con todos esas oportunidades que incentivan a vivir en países más desarrollados, son aquellos los más vulnerables y los que representan el mayor porcentaje de Trata de Personas. En el caso de Ecuador que cuenta con un PIB menor en comparación de Chile y con las pocas oportunidades laborales y con el bajo nivel educacional, se esclarece como estas situaciones potencian a Chile como destinos para las personas de nacionalidad Ecuatoriana.

“Situación de Ecuador en la trata de personas y la relación con Chile"

La trata de personas se ha denominado como “la esclavitud del siglo XXI”, es un delito donde los derechos humanos son violados y la dignidad y libertad de las personas son atentadas. Es un problema mundial, donde todos los países han estado involucrados, presenciando como seres humanos son reducidos a mercancías, y como otras personas se aprovechan de la ignorancia o necesidad de otras para aprovecharse de ellas. Chile no ha sido la excepción de este tipo de delitos, de hecho desde el año 2011 al 2018 han habido un total de 208 víctimas por trata de personas, laboral y sexual. Casi el 100% de las víctimas son extranjeras, lo que se puede interpretar como que existen factores en Chile que lo hace un potencial destino para la trata. Esto se demuestra cuando hay países con los que Chile no limita y se observa un constante registro de víctimas durante los años como lo es el caso de Ecuador, que es lo que analizaremos a continuación.  

Marco teórico

1. Trata de personas: Por “trata de personas” se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación (Unidas, 2014) .
2. Tráfico de personas: El tráfico ilícito de migrantes consiste en el traslado ilegal y facilitado a través de una frontera internacional con fines económicos. Aunque pueda haber engaño o un trato abusivo, la finalidad del tráfico ilícito de migrantes es obtener un beneficio económico del traslado, no de una futura explotación, como sucede en el caso de la trata (Unidas, 2014).

La trata es una forma de esclavitud moderna cuyas víctimas pueden ser nacionales o extranjeros, lo que implica que pueden haber cruzado una frontera o no. Por otro lado, el tráfico ilegal de migrantes requiere un cruce fronterizo, en cuanto es la facilitación de la entrada ilegal de una persona a un Estado, con el propósito de obtener un beneficio económico. (Chile, 2017)

De acuerdo con la UNODC, la mayoría de las víctimas detectadas a nivel mundial y sudamericano son objeto de trata con fines de explotación sexual. En Sudamérica, el 80% de las víctimas de trata son de sexo femenino, mujeres y niñas. (Chile, BCN, 2017)

En Chile, aunque es difícil estimar la cantidad real de víctimas, puesto que es un delito, se cuantifican las víctimas que son identificadas como tales luego de una investigación. Según información del gobierno, entre los años 2011-2018, ha habido 37 causas por el delito de trata de personas, que comprenden un total de 228 víctimas. Se han identificado 158 víctimas de trata laboral (69%) y 68 víctimas de trata sexual (31%).  Hasta el año 2015, el 100% de las víctimas eran extranjeras, hasta que, en el año 2016, se identificaron 3 chilenas, en el año 2018, el 100% de las víctimas fueron extranjeras. Las principales nacionalidades de las víctimas identificadas son: 32,9% boliviana, el 26,8% paraguaya, 6,6% colombiana y 6,1% ecuatoriana. Hay 122 víctimas hombres, el 100% son víctimas de trata laboral y hay 106 víctimas mujeres, 37 víctimas de trata laboral (35%) y 69 víctimas de trata sexual (65%) (Ministerio del Interior y Seguridad Pública, 2019).

En nuestro país, la Ley Nº20.507 de 2011 introdujo modificaciones en el Código Penal, definiendo los delitos del tráfico de migrante y de trata de personas, estableciendo penas y multas y considerando como agravante que las víctimas sean menores de edad (Chile, BCN, 2017)

Actualmente se encuentra vigente el Plan de Acción contra la trata de personas (2015-2018), diseñado por la Mesa Intersectorial sobre Trata de Personas, para prevenir y combatir este delito en nuestro país. Este plan se basa en cuatro ejes de acción: prevención y sensibilización; control y persecución del delito; protección y asistencia a las víctimas; y cooperación y coordinación interinstitucional (Mesa Intersectorial Sobre Trata de Personas, 2019).

Las rutas de las trata de personas de países extranjeros se ve afectada por los niveles socioeconómicos de estos, por lo que Chile es un potencial destino de entrada. En base a los resultados obtenidos de diversas fuentes bibliográficas, se ve que la mayor cantidad de casos de trata es de ámbito laboral, por lo que Chile representa un atractivo país de fuente de entrada de trata de personas por los factores socioeconómicos con los que cuenta hoy en día.

Dentro de las estadísticas mencionadas anteriormente, se apreciaba un constante número de ecuatorianos siendo víctimas de la trata de personas, lo que llama la atención, puesto que Chile no limita con Ecuador, y este se encuentra a una distancia de alrededor de 3.000 km. Es por eso las condiciones de Ecuador incentivan a Chile como país de destino de la trata de personas.

En base al enunciado en la hipótesis de este trabajo, es que la situación actual de Ecuador se ven centrada en bloques que representan las principales causes de la Trata de Personas:

a. Pobreza, ausencia de oportunidades, de empleo, educación, salud, existencia de economías informales, desestructuración familiar y sobre todo, la violencia de género y generacional;

b. Modalidades de explotación socialmente o culturalmente aceptadas (sociedades patriarcales/adultocentrismo, entre otros);

c. Sistemas débiles institucionales estatales y de administración de justicia: impunidad, corrupción y falta de recursos, entre otros (Andina, 2016).

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