LAS ESCUELAS LANCASTERIANAS EN LA CIUDAD DE MEXICO

LAS ESCUELAS LANCASTERIANAS EN LA CIUDAD DE MEXICO

ENSAYO ACERCA DEL IMPACTO QUE GENERO EL METODO EDUCATIVO DE LA COMPAÑÍA LACASTERIDANA EN EL PAIS CONSIDERANDO LOS PROS Y CONTRAS QUE DICHO METODO PUEDE TENER A SU JUICIO.

INTRODUCCION:

En 1822 5 hombres de la cuidad de México fundaron una asociación filantrópica con el fin de promover la educación primaria entre las clases pobres. Llamaron a su organización “Compañía Lancasteriana” ellos se caracterizaban por usar el método llamado “sistema de enseñanza mutua o sistema lancasteriano”. Este método promovía la educación a nivel primaria en las clases más pobres. Se buscaba llevar a cabo distintas maneras de apoyo para que los niños con menores recursos económicos pudieran seguir asistiendo a la escuela y de esta manera culminaran con su educación primaria. La escuela lancasteriana impulsa la enseñanza mutua, debido a que los alumnos que tenían mejor y mayor rendimiento dentro de los grupos eran nombrados monitores y eran los encargados de apoyar y enseñar a sus demás compañeros lo que se veía en clase, ya que en los grupos que había dentro de estas escuelas era de 200 hasta 1000 alumnos y para un solo maestro era imposible enseñar a tantos. Dentro de la escuela lancasteriana se hacía uso del telégrafo y de otros artefactos para el apoyo de las actividades de la escuela. Aproximadamente 71 escuelas usaron la enseñanza mutua por varias décadas, pues este método fue declarado método oficial para escuelas gratuitas municipales.

 Los 5 fundadores fueron: Dr. Manuel Cordonio, Lic. Agustin Buenrostro Coronel Eulogio Villarrutis, Manuel Fernandez y Eduardo Turreau de Linares.

DESARROLLO:

Uno de los puntos claves en el método lancasteriano para asegurar el orden y promover el estudio era el sistema de premios y castigos. Un niño desaplicado y desobediente era reportado por su monitor de grupo, al monitor de orden. Los castigos ordinarios consistían en que se colgaba una tarjeta de castigo del cuello del muchacho o se le hacía arrodillarse, poner los brazos en cruz, a veces sosteniendo piedras pesadas en las manos. Este popular método tenía como objetivo la brevedad, la prontitud en el aprendizaje y sobre todo la reducción de la escolaridad, dado que bajo este método de enseñanza era suficiente la mitad del tiempo para aprender, que con el método tradicional. También se centraba en el dinero, el ahorro y el menor gasto, por la exigencia que cada escuela tuviese un maestro único ayudado por sus monitores, lo que implicaba una disminución en la contratación de docentes, en este sentido se afirma que: “el sistema tenía por objeto la educación de los pobres” y lo barato que resultaba era su atractivo principal. También se buscó que todas las escuelas enseñaran lo mismo y al mismo tiempo, a tal punto que si un alumno se cambiaba de escuela pudiera retomar en el punto donde había dejado. De este modo se brindaba la posibilidad de educar pública y gratuitamente a todos los ciudadanos, en especial al sector infantil pobre y marginado de la enseñanza, por eso sea firma que con este sistema hay “posibilidades de extensión de la oferta de educación escolar”. Pero no todo era perfecto en el “método lancasteriano” así como tuvo muchas ventajas con el paso del tiempo empezaron a surgir desventajas como, por ejemplo; La reducción de los salarios de los maestros, las resistencias al método por parte de los maestros y padres, y la falta de capacidad de estos para llevarlo a cabo. Para explicarlo mejor tanto los maestros como los padres de los alumnos coincidían en que era mejor el manejo tradicional del salón de clases, sostenido por el método simultáneo. Otra desventaja reflejada es la desesperanza del método con respecto al aprendizaje de los contenidos curriculares, dado que este sistema no enseñaba con la facilidad y rapidez prometida, sino que lo hacía con lentitud lo cual denuncia su falta de eficiencia y a esto se suma el desorden escolar. Por esta razón este método de enseñanza se vuelve incontrolable. Por otro lado, el castigo fue un elemento central para mantener el orden y se hacía buen uso de castigos, así como de recompensas y competencias, pero tales métodos hacían que los niños fuesen engreídos no acrecentaban su sed de conocimientos ni su deseo de cooperar entre sí.

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