Ciudad de México
Enviado por lebasi12 • 19 de Marzo de 2013 • 1.348 Palabras (6 Páginas) • 304 Visitas
Ciudad de México.- En México sólo el 45 por ciento de la población cuenta con educación media superior; y el 54.5 por ciento de la población rural ha concluido la primaria, y el 24 por ciento la secundaria. La primera causa por la que los jóvenes no terminan la enseñanza media son los recursos. Un segundo motivo tiene que ver por problemas familiares, y la tercera razón de deserción es la dificultad de los estudios y/o debido al alto índice de reprobación.
En una investigación del Centro de Estudios Sociales y de Opinión de la Cámara de Diputados, también se enumeran las deserciones para mujeres por los quehaceres del hogar y el matrimonio; mientras que en los jóvenes encuentran trabajo y es difícil que continúen los estudios.
Otro origen de abandono escolar, aunque de menor importancia, de acuerdo con la Encuesta de Trayectorias Educativas y Laborales de Educación Media Superior (Entelems), es por la distancia del hogar a los centros escolares y/o a las pésimas instalaciones.
El documento camaral titulado "Educación, pobreza y desigualdad en el bachillerato'', destacó que del diez por ciento de la población con menos ingresos en el país, el 23 por ciento no tiene instrucción escolar. Mientras que el mismo diez por ciento de los habitantes con mayores ingresos, el 67.3 por ciento cuenta con estudios de postgrado.
El 54.5 por ciento de la población rural mexicana sólo ha concluido la primaria; el 24.7 por ciento la secundaria; y el 2.2 por ciento posee algún estudio de nivel superior.
Se destacó que la instrucción ofrece mayores oportunidades económicas a las personas, especialmente a las más pobres, ya que influye en el nivel salarial al que pueden aspirar y desempeña un papel fundamental como indicador de capacidad en el mercado de trabajo. Además, dado que la educación cambia la composición de la mano de obra, de no calificada a calificada, puede reducir la desigualdad de ingresos entre diferentes capas sociales.
Asimismo, las personas mejor educadas se perciben como más capaces de lidiar con los cambios tecnológicos y ambientales que influyen directamente en los niveles de productividad. Por ello, estas personas son recompensadas con más ingresos como pago por su capacidad. Por lo tanto, a nivel macro, una mayor acumulación de capital humano es un factor determinante para el incremento de la productividad laboral y, eventualmente, del crecimiento económico de un país.
Si los pobres no tienen recursos suficientes para asistir a la escuela, el gasto en educación por lo general beneficiará más a los alumnos de clase media y alta, y no a los grupos de menores ingresos, que se espera sean el principal objetivo de la política redistributiva. En diversos países de América Latina, África y Asia se han diseñado programas de combate a la pobreza con el objetivo de mejorar el capital humano, al construir escuelas cercanas a los pobres, aumentar el gasto educativo y conceder transferencias en efectivo a las familias que envíen a sus hijos a la escuela.
El Banco Mundial, en un estudio sobre la pobreza en nuestro país, sugiere que la educación, en combinación con mejores activos de infraestructura, ha sido un fuerte determinante de mayores salarios y ha incentivado una reducción de la pobreza.
* Crece la desigualdad
En 2010, gran parte de la población rural de nuestro país sólo había concluido la primaria (54.7 por ciento) o máximo la secundaria (24.8 por ciento). Asimismo, en nuestras localidades rurales únicamente 2.2 por ciento de la población poseía algún estudio de nivel superior (2.1 por ciento de licenciatura y 0.1 por ciento de maestría). En cambio, en las localidades urbanas los porcentajes de población con educación superior fueron sensiblemente mayores (14.5 por ciento de licenciatura, 1.3 por ciento de maestría y 0.2 por ciento de doctorado).
En el nivel medio superior (preparatoria o bachillerato), también existen notables diferencias entre el medio rural y urbano. Mientras que en el área rural las proporciones fueron de 8.1 por ciento; en localidades urbanas estas proporciones prácticamente fueron del doble, entre 14.6 y 16.2 por ciento.
Una vez concluida la educación básica, que es obligatoria en México, los jóvenes mexicanos ya no están
...