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La Ciudadania


Enviado por   •  1 de Abril de 2014  •  2.013 Palabras (9 Páginas)  •  225 Visitas

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La ciudadanía es la expresión de pertenencia que una persona tiene hacia una sociedad

determinada en la que participa. En la tradición occidental el ciudadano es un conjunto

de atributos legales y a la vez un miembro de la comunidad política.

Hasta hace relativamente poco, la influencia del derecho administrativo determinó el

concepto de ciudadanía. Sin embargo, junto con los cambios de las dinámicas sociales

se sobrevino la reorientación del concepto de ciudadanía, remontándose a modelos

anteriores. Haber retomado modelos anteriores de la ciudadanía, donde la definición se

paseaba por un vínculo político, es entender al ciudadano "por ser miembro de la

comunidad política; el vínculo por la palabra y por la acción arrancaba a los individuos del

dominio de las tareas privadas. La ciudadanía era en este sentido una actividad pública

que tenía valor en sí misma y era considerada incluso como la vida buena por oposición

a la simplemente orientada a la satisfacción de necesidades.

Este concepto más extenso de ciudadano y ciudadanía ofrece un posible nuevo modelo

para analizar cómo vivimos juntos. Se trata, por tanto, de traspasar los límites de la

noción de y de adoptar la de comunidad, que engloba el marco local, nacional, regional

e internacional en el que viven las personas. Durante mucho tiempo se practicó lo que se

llama voto censitario, que quiere decir que hay una selección para determinar quienes

tienen el derecho al voto, según sus riquezas y su posición social (las mujeres debieron

esperar mucho para para poder votar).

Con estas expresiones se pretende expresar que se está haciendo referencia a cualquier

ciudadano o al conjunto total de ciudadanos de un país o de una región,

independientemente del nivel de riqueza de los mismos, o de su nivel educativo, o de su

posición social, o de su jerarquía profesional. Se señala así a ciudadanos o a residentes

que no necesariamente desempeñan tareas de responsabilidad, y que no

necesariamente tienen casa propia o vehículo propio; en definitiva, así se referencia a

cualquier persona con una determinada nacionalidad, o a cualquier residente dentro de

un país o grupo de países.

Existen tres ejes claves de debate sobre ciudadanía: En primer lugar, el debate

ideológico que intenta definir la naturaleza de los “sujetos” que se van a considerar

ciudadanos. Este eje se refleja en la visión liberal­individualista que revisa la relación

entre sujeto individual y sujetos colectivos. En segundo lugar, el debate teórico que

examina el contenido de los derechos del ciudadano. Aquí se pregunta por derechos

“universales” y se trata de aclarar la relación entre derechos humanos, civiles, políticos,

económico­sociales, colectivos y globales. En tercer lugar, el debate político determina

las responsabilidades y compromisos inherentes a la relación ciudadanía­Estado, es

decir, las obligaciones o deberes ligados a la ciudadanía.

Ser ciudadano o ciudadana significa para la autora dos cosas: una, poseer un

sentimiento de pertenencia a una comunidad política; otra, obtener un reconocimiento de

esa comunidad política a la que se pertenece. La pertenencia y el reconocimiento a una

comunidad tiene deberes y tiene derechos. Las denuncias sobre las situaciones y

políticas sociales desfavorables para las comunidades, las peticiones de nuevos

derechos, el cuidado de los logros sociales que parecen los más justos, las exigencias

del cumplimiento de los contratos sociales y la participación en la esfera pública son

acciones, entre otras tantas, que adoptan los ciudadanos o ciudadanas en la vida

cotidiana. No hay una única vía para convertirse en ciudadano. Adquirir una conciencia

de ciudadanía se relaciona directamente con la politización del individuo. El propio

proceso que implica salir a la esfera pública, de sentirse con derecho a estar en la esfera

pública, forma parte del proceso de construcción de una dimensión de la ciudadanía.

La ciudadanía como el resto de los conceptos o categorías socio­políticas son parte de

un devenir permanente de construcción y cambio. Un autor llamado Jelin, alerta contra el

peligro de identificar la ciudadanía con un conjunto de prácticas concretas sea votar en

elecciones o gozar de la libertad de expresión, recibir beneficios sociales del estado o

cualquier otra práctica específica (en: Jelin, Igualdad y diferencia, págs. 193 y 194).

Todas estas prácticas ciudadanas forman parte de la noción de ciudadanía.

ser ciudadano y ciudadana significa, más allá de las prácticas concretas, tener, por un

lado, el derecho de reclamar y por lo tanto salir del plano subordinado. Por el otro, ejercer

una “práctica conflictiva vinculada al poder, que refleja las luchas acerca de quiénes

podrían decir qué en el proceso de definir cuáles son los problemas sociales comunes y

cómo serán abordados.” (Van Gunsteren, en: Jelin, Igualdad y diferencia, p. 194). Por

ejemplo, en Buenos Aires, en la época de la dictadura militar (1976­1983), muchísimos

jóvenes fueron torturados y desaparecidos. Las madres realizaron manifestaciones en la

esfera pública exigiendo justicia social. Este hecho crucial de la entrada y presencia de

las madres en la esfera pública no sólo transformó el panorama de actores sociales, sino

que incluyó en el debate público la centralidad de los lazos familiares y de su importancia

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