La Dinámica De Conservación Del Centro De Bogotá
Enviado por ozroma03 • 3 de Febrero de 2013 • 2.608 Palabras (11 Páginas) • 366 Visitas
El centro de la ciudad de Bogotá, presenta un reto para la propiedad y la planeación urbana, desde su declaración como monumento nacional y posteriormente, por la asignación del tratamiento de conservación histórico otorgado por el Decreto 678 de 1994 este lugar constituye un espacio de consideración especial alrededor de los criterios de conservación de la ciudad. El presente texto busca problematizar, las dimensiones políticas y económicas de la conservación a la luz de las decisiones institucionales en la ciudad de Bogotá, en ese sentido, el problema de investigación que impulsa la reflexión se constituye en la conservación vista como un proceso político en que puede o no darse un usufructo equitativo de las oportunidades que ofrece la ciudad. De esta forma, se pretende estudiar el uso de la conservación y las funciones económicas y sociales que cumple en espacios determinados. Además de propender por una comprensión del tratamiento de conservación como una lógica que debe seguir, más que aspectos patrimonialistas, criterios de desarrollo económico y político a nivel local.
Los tratamientos urbanísticos, como decisiones administrativas de la reglamentación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) en su componente urbano, se entienden aquí como procedimientos que orientan las intervenciones que se pueden realizar en el territorio y las edificaciones, que se caracterizan por la diferenciación de las situaciones existentes y que son producto de la valoración de características físicas de cada zona y su función en el modelo territorial. De esta manera, estos tratamientos permiten incorporar en el diseño y distribución espacial característicos de la vida social, histórica y política de los ciudadanos. La conservación, se define como tratamiento urbanístico que, por motivos históricos, ambientales o arquitectónicos se da a determinados sectores, predios o inmuebles limitando la transformación de la estructura física y los derechos de construcción y desarrollo. La segunda puede entenderse como una forma de mantener en el tiempo, relatos espaciales de la historia de las ciudades. Sin embargo, definir estos tratamientos hacen parte de un proceso eminentemente político en la medida en que las decisiones con respecto a lo que hay que conservar y los motivos por los cuales se conserva tiene qué ver con la forma como la sociedad cuenta su historia y los poderes involucrados que abogan por intereses determinados.
Desde la declaratoria del Sector Antiguo de la ciudad de Bogotá como Monumento histórico por medio del Decreto 264 de 1963, su conservación pasó a jugar un lugar importante en la idea de ciudad consagrada en los instrumentos jurídicos. Es por esto, que el estudio del tratamiento de conservación en el centro de la ciudad cobra especial importancia. En medio de los conflictos y dificultades sociales típicas de los contextos urbanos, la conservación se convierte en una posibilidad de desarrollo de la urbe. En ese sentido, la conservación debe jugar un papel que exceda el cuidado del legado histórico y la memoria colectiva para convertirse en una herramienta del desarrollo ciudadano (Carrión, 2005). Los esfuerzos institucionales pueden enfocarse efectivamente a la creación de rentas, nuevas zonas de influencia, fuentes de empleo y valorización para el centro de la ciudad. Sin embargo, estos esfuerzos deben exceder la plastificación de los intereses de las élites para producir beneficios para la generalidad de la ciudadanía.
Por otro lado, la mixtura entre inmuebles de conservación y espacios fuera de dicho régimen da lugar a alternativas que busquen explotar lo mejor de ambas condiciones. Pensar la conservación como un marco de desarrollo de competitividad y mercadeo local para la ciudad de Bogotá permite plantear nuevas preguntas sobre la forma como se utiliza la conservación y lo que le produce a la ciudad. La tensión existente entre conservación y renovación constituye otro problema al que se enfrenta el derecho urbano. Esto, por el impacto simbólico y económico de la inversión para el desarrollo ciudadano (rubiano Pinilla, 2010). En ese sentido no debe seguir una lógica de transformación física sino las funciones, flujos y lógicas simbólicas en las comunidades locales.
El decreto 678 de 1994 reglamenta el acuerdo 6 de 1990 y asigna tratamiento especial de conservación histórica al centro histórico de la ciudad, en este decreto se encuentra su delimitación y el trato que deben tener los diferentes tipos de bienes en el área, estos se dividen en 4 categorías que son:
Categoría A (Monumentos Nacionales): son los inmuebles declarados como tales por Resolución del Consejo de Monumentos Nacionales o de las entidades competentes.
Categoría B (Inmuebles de conservación arquitectónica): son aquellos que por sus valores arquitectónicos, históricos, artísticos o de contexto, deben tener un manejo especial de conservación y protección.
Categoría C (Inmuebles reedificables y lotes no edificados): son aquellos que pueden ser modificados sustancialmente, o demolerse, y aquellos no construidos susceptibles de tener desarrollo por construcción.
Categoría D (Inmuebles de transición): son aquellos ubicados en el sector sur, de que trata el artículo 1º del Decreto 678 de 1994.
Aparte de las limitaciones que parecen en las categorías anteriormente citadas, en el decreto también figuran diferentes tratos que se tienen que tener como las limitaciones a la construcción, renovación interna y demás cosas que se puedan hacer en un bien inmueble, también las actividades que se pueden tener en los bienes, como limitación al comercio y demás, obviamente esto dependiendo de la categoría en la que figure el bien inmueble.
Es importante aclarar que aparte de las limitaciones que están contenidas en este decreto también se presentan exenciones e incentivos para las personas que habitan o son propietarias de estos bienes, a manera de compensar las limitaciones de los derechos de ejercer libremente el dominio de la propiedad privada.
La importancia de este decreto es que por vez primera se reglamentó el uso de estos bienes que deben ser sometidos a diferentes limitaciones para preservarlos en su estado original por su gran importancia en la historia arquitectónica de la ciudad, otra cosa muy importante es que de eso se incorporaron diferentes puntos al Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
Vale la pena para este caso en concreto hacer un recuento histórico del desarrollo de los organismos que se han conformado a nivel administrativo para la protección y conservación de los bienes inmuebles que se considere importante conservar para la ciudad, mas en especifico se tratara el caso de la Candelaria,
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