La Estrella Que Dejo De Brillar

LA ESTRELLA QUE DEJO

DE BRILLAR

LA ESTRELLA QUE DEJO DE BRILLAR

Hola, me llamo Mertor y les contare la triste historia que una vez pase.

Yo vivía muy feliz en mi pueblo, al lado de mis padres quienes día a día me mostraban su cariño y preocupación. En aquel entonces vivía libremente y sin preocupación alguna puesto que mi corazón aun no conocía ni el dolor ni la angustia, jugaba con mis animalitos, comía del siembro de mis padres, en fin toda mi vida era de ensueño.

Pero un día como cualquiera, me sucedió algo muy trágico, ya que solo en instantes cambió mi vida. Yo no sé cómo fue que paso, lo único que sé es que de pronto sentí un inmenso calor, vi que mi casita se quemaba y yo estaba en ella, mis padres corrieron y cuando los dos entraron a salvarme solo me arrojaron por la pequeña ventana que mi habitación tenía, y cuando yo quise regresar para ver a mis pares fue demasiado tarde, porque ambos habían quedado en la casita que tuvo una explosión al instante de lo ocurrido. Poco después me resigne y me dijeron que mis padres habían muerto.

Desde entonces mi vida cambio por completo, ya no tenía ni familia, ni casa, ni nada, solo era yo, y cuando unos vecinos me advirtieron que me iban a llevar a un lugar donde iban todos los niños sin familia, yo me quería ir porque también me dijeron que en ese lugar todo era tristeza y dolor. Entonces sin nada emprendí mi camino a mis 8 años de edad, solo y sin un rumbo fijo, solo con la esperanza de poder encontrar mi destino. Después de caminar y caminar, y al estar yo muy cansado divise a una hermosa casa, creo que era un palacio, tenía una puerta gigante, con lunas esplendorosas, sus paredes eran de cristal, en fin fue como un sueño hecho realidad. Entonces, me asome a la ventanita, cuando en eso salió una señorita quien educadamente aun que no sabía porque me dijo:

- ¡Hey! criaturita de Dios que haces aquí, si la dueña te ve te va a mandar los perros encima, mejor anda y sigue tu camino.

Pero después de verme fijamente a los ojos me dijo:

- Mira te veo muy cansado, y por la cara que traes seguro que ni comiste, sabes dentreras a la casa, pero sin hacer ruido, ya adentro te invitare un poco de pan de la mañana y te daré provisiones para tu rumbo.

Esa señorita cada vez me parecía una muy buena persona. Al entrar a la casa, todo era aún más reluciente que afuera, tenían muchos sitios donde sentarse los cuales eran lujosos, unos dibujos extraños pero bonitos, que adornan las paredes, y en fin un millón de accesorios que hermoseaban aquel paraíso.

Luego aquella jovencita me dijo que pasara a la cocina, aunque yo no sabía que era eso, pero en ella todo al igual que los demás lugares de la casa era absolutamente radiante. Luego ella me pregunto que a donde yo iba, y en aquel momento mi dulce sueño se volvió en pesadilla, puesto que las lágrimas se empezaron a caer de mis ojitos y llorando conté lo que me había sucedido.

Creo que mi historia hiso llorar también a aquella jovencita, ya que su voz sonaba extraña y me dijo:

- Sabes te ayudare, aunque no sé cómo, pero lo hare. Lo prometo.

Y después de pensarlo mucho me dio una dirección y me dijo que me guié por las personas o que les pregunte donde quedaba esa dirección, ya que en ella vivía su hermano, el cual me podía ayudar ofreciéndome trabajo, alojamiento y comida, además añadió que su hermano era una persona como pocas, puesto que ayuda sin recibir nada a cambio. Y agradeciéndole mucho por su hospitalidad

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