La Formación Docente Bajo El Paradigma Dialéctico Materialista

La Formación Docente Bajo El Paradigma Dialéctico Materialista

La universidad Bolivariana de Venezuela tiene un gran compromiso relevante con la formación de los profesionales de la educación, bajo la perspectiva dialéctica, para desarrollar las tareas en función de las exigencias personales, históricas, sociales, culturales, económicas y políticas de la sociedad actual.

De allí, a que la misma se le asigne la tarea de formar a los futuros profesionales como sujetos sociales; y en la perspectiva de una práctica política en donde el diálogo, y la búsqueda de consenso marquen las pautas de su quehacer educativo.

En este sentido, la formación del docente se debe centrar en el desarrollo del pensamiento reflexivo, una actitud hacia la investigación y reflexión constante.

Según De Vicente 2000, expresa:”este proceso puede y debe ser evaluado de una manera coherente y asumiendo a la práctica reflexiva como hilo conductor de la formación y desarrollo profesional”. En base a ello, pues permite que éstos profundicen en la comprensión de sus problemas y en toda la dinámica institucional donde laboran a fin de mejorar.

Es de destacar, que la formación del docente ha sido materia de innumerables discusiones, se han analizados tanto los factores explícitos como los implícitos para la determinación del perfil profesional, así como también el estancamiento que se traduce en la utilización de modelos tradicionales de formación basados en la transmisión de contenidos y flatos de desarrollo de un pensamiento crítico y reflexivo (Griffiths, 1994, Reid, 1994).

Es por ello, que la formación del docente no responde a los cambios y demanda del plan socialista de la nación (2007 – 2013) (2013 – 2019), para desarrollar una actitud autónoma y responsable, y prepararlos pàra desempeñar un rol activo en la sociedad y a las nuevas exigencias que plantea el cambio en la educación.

De allí, que el desafío actual es el mejoramiento de la formación docente, en función de las nuevas demandas sociales hacia la educación. Visto de esta forma, existe la necesidad de profundos cambios no solo en los contenidos, sino también en relación con la tarea de enseñar.

Tal pretensión no escapa, que el cambio va dirigido a formar un docente abierto al cambio, con conciencia crítica, autónoma, investigador, reflexivo, participativo y transformador de práctica, que incida en el perfeccionamiento de la educación y del contexto social.

En este orden de idea, Pérez Gómez y Gimeno Sacristán (1995), dice que el proceso de reflexión en la acción es un proceso vivo de intercambio, acciones y reacciones y que esos es un proceso de extraordinaria riqueza en la formación del docente.

También la teoría de Freire aporta gran significación a los procesos reflexivos, pues supone una actitud exploratoria, de indagación, cuestionamiento

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