La Inteligencia Colectiva
Enviado por Poky • 17 de Diciembre de 2013 • 1.450 Palabras (6 Páginas) • 482 Visitas
Inteligencia colectiva... para conectarnos Nuestro desarrollo depende de saber escoger el ambiente que avive nuestras capacidades, por eso debemos ser capaces de renunciar a compañías que nos hacen palidecer. #Análisis
POR: AGENCIAS domingo, 24 de noviembre del 2013 Ilustración: Vanguardia-Especial
Si nos atenemos a la etimología, inteligencia significa “saber escoger”. Es decir, aquel capaz de elegir la mejor opción para resolver un problema es, etimológicamente hablando, inteligente. Pero hay más. Porque en nuestro wikimundo, tan conectado y colaborativo, esta cualidad no es tan individual como nos dice su origen, aunque sigue siendo crucial saber escoger. En este caso, elegir el entorno, las compañías y el ambiente en el que podamos desarrollar y contribuir con nuestras habilidades. Pero también ser capaces de enriquecernos de las inteligencias y capacidades de quienes nos rodean.
Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones no conectamos de una forma voluntaria y consciente. Simplemente pasa… o no. Cuando sucede, decimos que hay feeling o química. Cuando no, nos desesperamos porque no entendemos qué nos ocurre, por qué parecemos tan tontos y poco útiles cuando estamos con esa persona, ese grupo de conocidos o en ese equipo de trabajo.
Actívate
Si queremos ser capaces de conectar nuestra inteligencia con la de los demás, necesitamos vibrar en la misma frecuencia. Sincronizarnos. Esto, aparentemente nada complicado, es lo que frustra la gran mayoría de relaciones humanas, dejándonos aislados, enfadados y tristes. Sin embargo, la teoría es sencilla.
Tú primero. Da igual que sea entre personas o civilizaciones extraterrestres, para establecer contacto es esencial que alguien lance la primera señal. Sé tú. No esperes y sé activo. Muéstrate abierto, participativo y colaborativo desde el primer momento y seguro que alguien te devolverá la señal.
Escucha activa. Ahora que hemos lanzado la señal, debemos interesarnos sinceramente por cómo son las personas con las que queremos conectar. Qué les gusta, qué les disgusta, cómo es su vida o si prefieren los perros o los gatos. Solo saber escuchar.
Interés genuino. Para que la escucha activa funcione es imprescindible que mostremos un interés genuino. No vale hacerlo ver. Si cada persona es un mundo, debemos aprovechar la oportunidad de ser cosmonautas, visitantes de universos cercanos. Seguro que, como pasa en todos los viajes, nos enriqueceremos con la experiencia.
Empatía. Ahora que nos conocemos y nos interesamos por los demás, nos resultará mucho más sencillo sentir empatía, ponernos en su lugar. Ya estamos preparados para enriquecernos mutuamente y trabajar para un objetivo común desde la comprensión y la generosidad.
Así pues, saber establecer vínculos con quienes están a nuestro alrededor es la garantía de poder unirnos y trabajar, o disfrutar en equipo aportando nuestra parte y enriqueciéndonos de las aportaciones de los demás. Pero hay más. Porque todo esto también es el primer paso para usar las redes sociales con un objetivo que encaje con nuestras vocaciones, intereses y sueños. Veamos cómo.
Lo que realmente importa
Estamos inmersos en la era de las redes sociales, que conectan a personas con personas. Objetivos con objetivos. Inteligencias con inteligencias que pueden crear la Wikipedia, encender una revolución o protestar porque Ben Affleck sea el nuevo Batman. Depende de cada uno. Pero hoy nuestras oportunidades para beneficiarnos de la inteligencia colectiva son infinitas. Para ello debemos usar lo que podemos denominar como VIA, tres principios básicos para dejar en paz a Ben Affleck y dedicarnos a conectar con otras personas que nos inspiren y nos ayuden a crecer y realizarnos.
Vocación genuina. Identifiquemos nuestra vocación, aquello que siempre hemos querido hacer y que por las razones que sea no hemos podido o no hemos encontrado la manera. Ya no hay excusa. ¡Podemos! ¿Escribir? ¿Ser fotógrafo? ¿Hacer punto de cruz? Da igual el qué. Es desde nuestra verdadera vocación desde donde podremos conectar con otras personas con nuestro mismo interés. Encontrarlo y detectarlo es el primer y fundamental paso hacia cualquier tipo de conexión.
Información inspiradora. Démonos de alta en páginas afines. Sigamos las cuentas de aquellas personas que comparten los mismos intereses. Buceemos por la Red y acumulemos material inspirador, personas interesantes e interesadas en lo mismo que nosotros.
Actitud participativa. Ahora es el momento de tener nuestro propio sitio en la Red, que será la
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