La Mariguana

Historia de la mariguana

Carta de viaje

Carlos Tello Díaz

2013-08-29

La mariguana es una sustancia preparada con las hojas de una variedad de cáñamo que en el siglo XVIII fue bautizado con el nombre de Cannabis sativa por Lineo. La planta, el cáñamo, es originaria de China, donde fueron encontrados los restos más antiguos, fechables hacia 4000 antes de Cristo. Los chinos hacían un uso ritual y lúdico del cáñamo, como lo revela un tratado de medicina basado en un escrito de 2727 a. C, que afirma esto: “El cáñamo tomado en exceso hace ver monstruos, pero si se usa largo tiempo puede comunicar con los espíritus y aligerar el cuerpo”. Los asirios conocieron el uso religioso del cáñamo: echaban trozos hechos con la resina de sus hojas sobre las piedras calientes de un brasero abierto, y sellaban el recinto para impedir la salida del humo. También los hindúes lo conocieron: le daban a la planta un origen divino, asociado a Visnú. El cáñamo llegó a Europa con los celtas, que vendían estopas y cuerdas de cáñamo por todo el Mediterráneo. Lo usaban para alpargatas y tejidos, aunque la existencia de pipas sugiere que ellos mismos, por medio de los druidas, sacerdotes expertos en filtros y medicamentos, empleaban también el cáñamo como droga. Los griegos aspiraban el humo con fines ceremoniales, con inciensos y sahumerios, y los romanos fumaban las flores, una costumbre heredada de los celtas. El cáñamo, en fin, fue conocido por todos los pueblos de la Antigüedad.

La planta fue cultivada con éxito en otras regiones del mundo. Eso en parte explica su popularidad. Llegó al norte de África por Medio Oriente. El hachís fue la droga de los árabes: en todas las esquinas había grupos de musulmanes sentados en círculo, fumando el humo de los sueños por la boquilla de una pipa de marfil. Al-Ukabri, erudito del siglo XIII, dijo así en un tratado: “Has de saber que la ley no prohíbe el consumo de drogas como los del hachís. Y puesto que no hay noticia alguna sobre su ilicitud, el pueblo considera que está permitido usarla, y la usa”. Es posible que la prohibición del alcohol explique, en parte, la popularidad del cannabis entre los musulmanes. Así dice un proverbio marroquí: “El kif es como el fuego: poco, calienta; mucho, quema”.

Los primeros estudios de la mariguana fueron hechos por los científicos que en 1798 acompañaron a Napoleón en Egipto. Llevaron muestras a Lamarck, quien las analizó en París. En 1800, Napoleón prohibió su consumo en Egipto, “para evitar delirios violentos y excesos de toda especie”, pero no pudo evitar que sus soldados la introdujeran en Francia. Baudelaire la fumó y, basado en sus experiencias, escribió Los paraísos artificiales (la fumaron también, en forma de hachís, Balzac, Dumas y Gautier, todos miembros del Club des Haschischiens). En el curso del siglo XIX fueron escritas decenas de artículos sobre la mariguana.

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