La Migración

La Migración

La migración es un tema que se ha ido debatiendo en el trascurso del tiempo debido a las distintas perspectivas que se poseen de este fenómeno en particular. Según la Real Academia Española, este suceso es denominado como el desplazamiento de un individuo o de individuos, a través de fronteras internacionales. También es definido, dentro de un estado, como el cambio de residencia de un departamento a otro, según el Instituto Nacional de Estadística, ubicado en Guatemala. La teoría más acertada y socialmente aceptada en cuanto a su origen se  deriva del hecho de que la raza humana surgió en el este de África y que todas las poblaciones mundiales actuales, exceptuando algunos lugares de este continente, son resultado de alguna migración del pasado. En este contexto histórico, la migración aparece como un aspecto primordial en el desarrollo de la naturaleza humana. Actualmente, la mayoría de las comunidades humanas se ven profundamente afectadas por las sucesivas oleadas migratorias. Hay casos en los que este hecho se encuentra en un estado de homogeneidad, pero en muchos casos la influencia de esta es visual y socialmente evidente. Sin embargo, existe el concepto de que la verdadera naturaleza del ser humano se enfoca en el sedentarismo, dividida en una variedad de grupos y culturas, correspondiendo a un lugar geográfico específico. Llevando a este fenómeno a ser visto como algo inusual.

Cuando hablamos de los tipos de migración, nos centramos en seis categorías que dependen de cómo se experiencia de manera diferente la situación en cada individuo, estudiando su fenomenología. La primera división se basa en la escala geográfica, donde se puede encontrar la migración interna, dentro de un mismo territorio; y la migración externa, de manera internacional. La segunda división involucra las características del lugar de origen y destino, las cuales se enmarcan en las áreas rurales y urbanas. También se ve de una forma más minoritaria, migraciones humanas en áreas rural-rural y urbana-rural. La tercera división toma en cuenta la temporalidad de su estancia, muchas migraciones humanas son temporales que, a su vez,  son divididas en estacionales, una temporada del año; temporales reiteradas, donde el tiempo se extiende más de lo planeado, y de varios años, en los que se regresa al país de origen. En el otro lado, las permanentes pretenden establecer un nuevo lugar de residencia en otra región o país. La cuarta división es por edad, siendo la más común la migración adulta, seguido de los casos infantiles y de ancianos. La quinta división mide su grado de libertad; la distinción entre la migración forzosa y la voluntaria se define con el estado de control de cada persona.

Por último, la sexta división tiene que ver con las causas que llevaron a tomar la decisión. En las más comunes se encuentran: el asilo político, se genera cuando la situación política de un Estado en particular acarrea cierto grado de represión hacia la disidencia política. El asilo humanitario o económico, donde el individuo decide migrar de su país de origen por motivos relacionados con la pobreza. La migración cultural, cuando el migrante decide abandonar su país de origen hacia la búsqueda de una mejor educación o mejores oportunidades. La migración familiar, en el cual se abandona el país para reencontrarse con familiares que se encuentran en otro Estado. La migración por causas bélicas, cuando un territorio se encuentra entre un conflicto bélico, donde sufren situaciones de violencia y escases de recursos. Finalmente, la migración por catástrofe humanitaria, si una región o un país ha sido arrasada por una catástrofe natural y necesita rehacer su vida en un territorio más estable.

Las consecuencias de la realización de este fenómeno conlleva la afectación de diversos contextos que involucran directamente tanto a la sociedad originaria como a la receptora. En el aspecto psicológico, el hecho de que una persona deba o tome la decisión de migrar hacía otro territorio y abandonar su lugar de origen puede resultar en algo muy impactante en la vida del individuo y la de sus relaciones interpersonales, principalmente si se trata de huir por alguna causa, motivo o circunstancia. En lo económico, este movimiento tiene repercusiones en el lugar de origen debido a que las personas migran de forma multitudinaria, lo cual disminuye considerablemente la población de su país, trayendo situaciones positivas, como una mejor oportunidad de empleo y sustento, y negativas, la reducción de oferta y demanda del territorio. En el país receptor, la solicitud de empleos incrementa y el salario disminuye. Con lo sociocultural, el individuo, al poseer su propia cultura establecida en su forma de vida, da paso a dos fenómenos, su aceptación, la cual enriquecería étnicamente, creando un difusionismo; y la discriminación, la existencia de ideas xenófobas que excluyen a los migrantes. En lo político, se presenta la creación de leyes que regularizan este fenómeno, trayendo consigo una influencia discriminatoria. Según la ONU, “La apatridia, por ejemplo, es a menudo el resultado de leyes, políticas y prácticas discriminatorias que han llevado a la exclusión de personas que se consideran extranjeras, prohibiendo el uso de vestimentas tradicionales de otros países o que niegan el derecho asistencial a las personas en situación irregular., incluso cuando han permanecido en esos países por generaciones", un territorio ejemplo de ello es Colombia y Estados Unidos.

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